Bachelet demostró que segundas partes no son buenas y tengo la certeza que con Piñera pasaría lo mismo, pero desde otro punto de vista. Necesitamos desde el mundo ciudadano un nuevo formato de liderazgo, para enfrentar de manera objetiva los desafíos que se nos vienen como país que no son pocos. No puedes pretender hacer borrón y cuenta nueva, en un país como nuestro querido y amado Chile.
Por Andrés Gillmore
22 de noviembre de 2016
Un mito es un relato que perdura en el tiempo que entrega prestigio a una entidad, persona o cosa, transmitido por intereses creados para que perdure en la memoria colectiva y sea aceptado por una diversa mayoría como una verdad irrefutable, lo que en sociología se reconoce como ideología, que no es más ni menos que una idea global que esconde una serie de ideas negativas presentadas como positivas y mitificadas generalmen por el relato, como seres de fuerza, con una serie de aptitudes puestas al servicio con sabiduría y conocimiento, mediante lideranzas fantásticas en el trágico desorden establecido, abriendo nuevos caminos del ostracismo imperante.
En el mundo moderno constantemente se están creando mitos y los tenemos a raudales en el mundo de los deportes, de la ciencia, literatura, los negocios, etc. El medio más utilizado para crear estos mitos suelen ser las encuestas, financiadas por los diversos grupos de interés. Con esto no quiero decir que los encargados de las encuestas alteren las respuestas y los números que aparecen, pero es cierto que los profesionales entendidos en estas materias, saben que las encuestas dependen de cómo se formulan las preguntas, como posteriormente son analizadas las respuestas y posteriormente cómo se entregan al público.
Si ponemos sobre la mesa que la encuesta más respetada de Chile es la que realiza el CEP (Centro de Estudios Públicos) que es una organización financiada por los grandes empresarios de Chile, con el objetivo de poner en el tapete sus intereses. No puede ser coincidencia entonces que la encuesta por si mismo tiene como objetivo realzar esos intereses.
En el caso del ex Pdte Sebastián Piñera ex RN, independiente en la actualidad pero con lazos de hecho y forma con la UDI. Partido que dice ser de centro derecha, que trabaja por pueblo, pero todos sabemos que es de extrema derecha y que es manejado por los grandes empresarios y que a toda costa quieren mano de obra barata para sus empresas. No es de extrañar que el personaje político que representa Piñera, se podría decir que es lo más parecido a un mito ideológico moderno creado por esos intereses,con todo el instrumental que tienen a disposición en los medios de comunicación; sumandole que el mismo ex Pdte Piñera es uno de los más poderosos empresarios de Chile y sin dudarlo utilizando los periódicos como, El Mercurio, La Tercera, La Segunda y revistas de análisis político y económico y los canales de televisión abierta, para intentar imponernos su mitología.
En la actualidad el ex Pdte Piñera es la única oportunidad que tiene la derecha chilena para intentar volver a la Moneda y están muy empeñados en hacernos creer que el ex Pdte es el único salvavidas que nos queda, posicionándolo como un producto premium de excelencia y como un ser supremo y iluminado, que tuvo un gran gobierno desde 2010-14 y que es capaz de dejar sus negocios personales para tomar la lideranza del país y todo lo que se diga en su contra es intriga.
Los grupos que apoyan la candidatura de Piñera están introduciéndonos constantemente su imagen ideológica por los medios. El discurso en lo que se refiere a sus negocios personales, tratan de convencernos que es la única opción, con todo lo bueno y lo malo que significa tener un Pdte millonario y bueno para los negocios y no ven cual es el inconveniente, si la primera vez el país lo acepto y votarón por él, entonces porque esta vez tendría que ser diferente, si en el fondo es lo mismo.
Pero el país del 2010 es totalmente diferente al actual del 2016 y sera diferente al del 2017; todo esto a raíz de la información que esta haciéndose pública, que por lo demás ha estado sobre la mesa desde siempre. Siempre se supo que su fideicomiso ciego era tuerto y que al asumir la presidencia el 2010, dejó dos tercios de sus inversiones bajo su administración. Desde que Piñera se inició en el mundo de los negocios en la década de los ochenta, cuando volvió al país con un magíster en economía bajo el brazo de la prestigiosa universidad Estadounidense de Harvard, siempre ha estado equilibrandose por la cornisa, corriendo riesgos no menores, perdiendo y ganando como sucede tan a menudo en el mundo de los negocios. Muchas veces ha salido airoso con importantes beneficios y con el tiempo, su gran entusiasmo, su profundo conocimiento de la materia económica y su arrojo lo transformaron en un millonario bien sucedido.
Es verdad que tuvo en su contra en los ochenta una orden de arresto por manejos que realizó cuando trabajaba en el Banco de Talca y que estuvo escondido un par de semanas en el litoral central en casa de unos amigos y se dio el tiempo de asistir a un concierto de los Jaivas para pasar el rato. En un Chile que en esos años ser de familia bien y con buenos contactos ayudaba mucho. Al final no se fue preso gracias a los amigos de su padre; un político respetadisimo de la DC, que movió los hilos necesarios para que se dejara sin efecto la orden de detención. En la actualidad eso poco importa y es parte de la historia pasada y es un relato digno de una novela de suspenso. En el caso de la pesquera peruana la justicia se encargará de dilucidar el tema y como dicen los políticos, no queda otra que esperar que las instituciones trabajen. Si alguien quiere profundizar en el tema de los negocios del candidato y entender los comienzos del joven Piñera y saber el porqué de cómo actúa. Existe un libro publicado por el periodista Carlos Tromben, que tituló “La Crónica Secreta de la Economía Chilena”, donde profundiza y con detalles.
Sebastián Piñera no llegó a la presidencia de Chile en el 2010 porque fuese carismático y querido, o fuese un representante de los intereses ciudadanos. Llegó a la Moneda porque no necesitaba de nadie y de ninguna organización empresarial para financiar su campaña. El era la empresa que financiaba su campaña y ese fue un argumento fundamental para que RN y la UDI lo nominaran al unísono y apoyaran su nominación en forma rotunda. En ese entonces Piñera era miembro de RN y no era secreto para nadie que financiaba el partido también y repartia sus millones a los candidatos de RN. Eso le dio la fuerza suficiente para no tener contra pesos y la Aianza por Chile se unieron en una sola voz.
La otra razón que permitio su arribo a la Moneda de Sebastián Piñera, fue el desgaste de veinte años de gobiernos de la Concertación, con una situación política que no daba para mas en esos años, muy parecida a la actual solo que con otros componentes. El cambio era una necesidad de sobrevivencia ciudadana, ante una administración Bacheletista que no fue para nada buena. Es cierto que se retiró con el 80 % de aceptación del gobierno, pero fue cariño comprado con sendos bonos y todos sabemos que ese último gobierno de la Concertación fue el fin de una era.
Mucha gente de ese conglomerado político de centro izquierda voto por Piñera por todas esas razones y por muchas otras más, con la esperanza que con Piñera en la Moneda, un hombre criado en una familia de clase media intelectual y Demócrata Cristiana, llegaría con una nueva forma de hacer, que definitivamente daríamos un paso al frente y porqué no decirlo, fue una manera que muchos tenían de constatar cómo la haría la derecha, luego de estar desde 1989 repitiendo que ellos lo harían mejor. Tanto fue así esa realidad, que el futuro gobierno de la Alianza por Chile, ni siquiera presentó un programa de gobierno. Le bastó con discursar por Chile a una ciudadanía hastiada de la politiquería imperante en esos años, de todo lo que no había hecho el gobierno de Bachelet. En Aysén en esos años estábamos sentidos por cómo la concertación nos estaba tratando en muchos temas de gran importancia regional, especialmente con todo lo que se refería con el medio ambiente y el trabajo con las salmoneras, mineras, HidroAysén, conectividad y el desarrollo turístico.
Recuerdo perfectamente haber estado en el Bypass en Coyhaique, cuando el candidato Piñera dio su discurso final de campaña en la región. Sin ponerle ni sacarle, dijo todo lo que queríamos escuchar; incluso más. Que su gobierno seria de verdad representativo, que las regiones serian escuchadas como nunca antes, que habría una preocupación real por proteger el medio ambiente, que se invertiría como nunca en conectividad, que su gobierno seria cercano y tomaría en cuenta las necesidades regionales, etc, etc, etc. Consiguió con su discurso que el 59 % de Aysén votará por su llegada a la presidencia. Se podría decir que lo que escuchamos ese día a muchos les hizo respirar esperanza y que la politiquería sería erradicada definitivamente.
Poco se dice que el gobierno de la Alianza por Chile tuvo un factor muy importante a su favor apenas asumió; fue favorecido por la tragedia del 27F, que le dio la oportunidad de contar con leyes de excepción para reconstruir y de generar muchos empleos que en tiempos normales no hubiese podido hacer, con sendos decretos de emergencia y catástrofe, que le permitieron liberar inmensas sumas de dinero para reactivar la economía y reconstruir nuestro querido y amado Chile. Recuerdo perfectamente la primera decepción que tuve del gobierno de Piñera, cuando en plena reconstrucción, en vez de favorecer a los medianos y pequeños ferreteros y vendedores de insumos de construcción, sin dudarlo su gobierno favoreció a las grandes cadenas del retail ferretero y se perdió la oportunidad de haber inyectado energía a los emprendedores, demostrandonos de qué lado estaban realmente.Tampoco debemos olvidar que recibe el país con un precio del cobre en pleno apogeo con un valor arriba de los 4 dólares la libra, que le entregó una libertad de movimiento sustancial y la posibilidad de ver el futuro con esperanza.
Piñera inició su gobierno con la impronta de un salvador de la patria, con el discurso que no era político, que era un hombre de negocios exitoso, con experiencia en gerenciamiento y como tal administraría Chile. Habló de un gobierno de excelencia y su primer gabinete fue nominado netamente con un perfil académico, empresarial, gerencial. Al poco andar comenzó a trastabillar y las cosas no anduvieron bien. Entendió rápidamente que un país no es una empresa y que la Moneda no es un directorio y tuvo la obligación de dar un giro en 360 grados par salvarse a si mismo y al gobierno y no tuvo otra alternativa que llamar a los viejos estandartes de la UDI para que salvaran la situación y tomarán las riendas del gobierno.
Sin temor a equivocarme puedo decir que desde ese momento en forma práctica pero no oficial, Piñera pasó a ser un pseudo primer ministro de un régimen presidencialista. Como Pdte no oficial pero empoderado situó a Andrés Chadwick, que trajo a Pablo Longueira como ministro de economía. Piñera desde ese punto se dedicó más que nada a representar al país internacionalmente como un buen primer ministro y todo el resto quedó en manos de los dos jerarcas de la UDI.
Todo cambió desde ese punto y nada volvió a ser como antes. Los intereses de la grandes transnacionales se instalaron en la Moneda sin complejo alguno. Pablo Longueira llegó al gobierno como ministro de economía, con la impronta secreta de trabajar desde ese ministerio para ser el próximo Pdte de Chile. Traía bajo el brazo una carpeta secreta con una alianza con los industriales pesqueros, con la promesa que si sacaba adelante la ley de pesca y les transferia los derechos del mar, ellos en agradecimiento por los servicios prestados le financiarian la campaña para que fuera Pdte de Chile el 2014.
Todos sabemos como se aprobó la ley de pesca y las corruptas ramificaciones que se tuvieron que construir para lograr el objetivo. Varios senadores están imputados por cohecho y han estado declarando por ello ante la justicia, otro esta preso y otros están por serlo. Sabemos lo que sucedió con el litio y con SQM. La tragedia que significó para el país, “el mejor censo de la historia” y muchas otras cosas que seria largo de relatar.
Durante el gobierno de Sebastián Piñera se dio inicio a la revuelta ciudadanía más grande la historia del país desde 1989. En el comienzo del 2011 se iniciaron las grandes marchas en contra de HidroAysén y cuando el mismo Piñera declara por TV, que la educación era un producto de consumo; los estudiantes se empoderaron y salieron a las calles para luchar por una educación digna y el país desde ese momento nunca fue el mismo.
En Aysén y en muchas regiones tuvimos que convivir con una represión que nos hizo recordar los tiempos de la dictadura y los haceres de la policía política de Pinochet. Los que éramos contrarios de que intervinieran los ríos Baker y Pascua por el proyecto HidroAysén, sufrimos la intervención de nuestros celulares, correos electrónicos y páginas web y luego su gobierno manipuló la información y de forma irregular aprobaron HidroAysén. Incluso en esos años y no me lo contaron porque lo viví; entraban agentes del gobierno a las casas en horas intempestivas de la noche cuando estaban desocupadas a sacar información de los computadores. En esos años en Aysén las F.F.E.E. de Carabineros mandatadas por el ministro del interior y amigo íntimo de Piñera, Rodrigo Hinzpeter, apalearon sin remordimiento a los pescadores artesanales de Pto Aysén, porque se oponían a la ley de pesca y porque eran parte del Movimiento Social por Aysén y luchaban por sus derechos.
En fin, podríamos llenar páginas para desmitificar el gobierno de Piñera y demostrar que no fue todo lo bueno que nos quieren hacer creer la gente de UDI y los empresarios afines, esperanzados con que vuelva a la Moneda. Es indudable que el gobierno de la NM liderado por Michelle Bachelet no lo ha hecho bien y la decepción del cambio ha sido profunda y desmotivadora en todo sentido. Bachelet demostró que segundas partes no son buenas y tengo la certeza que con Piñera pasaría lo mismo, pero desde otro punto de vista. Necesitamos desde el mundo ciudadano un nuevo formato de liderazgo, para enfrentar de manera objetiva los desafíos que se nos vienen como país que no son pocos. No puedes pretender hacer borrón y cuenta nueva, en un país como nuestro querido y amado Chile.