Economía chilena frustra su despegue por culpa de las podridas grandes corporaciones

Por J.C. Ripper.-

La economía chilena parece que ha entrado en un nuevo caso de desarrollo frustrado.

En las últimas décadas, Chile tuvo un rápido crecimiento económico. Esto le permitió una importante reducción de la pobreza. El crecimiento económico ha sido importante para el país, pues permite crear trabajos y mejorar los salarios de todos. Por ejemplo, según las cifras del Banco Mundial, entre 2000 y 2015, la proporción de la población considerada pobre (US$ 4 por día) se redujo del 26 a 7.9 por ciento.

Sin embargo, el crecimiento se ha desacelerado de un de 6.1 por ciento en 2011 a 1.6 por ciento en 2016.

Ahora el Banco Central confirma que el crecimiento económico no se recuperará aún.

Hemos llegado a un punto crítico.

Las últimas décadas este país dispuso de todas las condiciones favorables del modelo clásico y liberal de crecimiento y que, sin .embargo, a pesar de su progreso, no consiguió liberarse de los lazos y limitaciones de una estructura típicamente subdesarrollada, esto es, subordinada al comercio exterior y a la mono-exportación de materias primas e impotente para desenvolverse armónicamente con sus principales sectores productivos.

Las grandes corporaciones, presas de su limitado desarrollo de  causas estructurales, y con su mentalidad agiotista, y para seguir aumentando su riqueza, durante los últimos años acudieron finalmente al feo y criminal proceso de la corrupción.

Lo hicieron mediante dos procedimientos.

Primero, la colusión.

Y segundo, la compra de políticos.

Se destapó el robo gigantesco de La Polar en el año 2011, siguieron las colusiones de los pollos, el papel, las farmacias, etc.

Continuaron con las coimas a políticos de las empresas pesqueras que expropiaron, de ese modo el mar a los chilenos.

Se destaparon las alcantarillas de Caval, de Penta, de SQM.

De ese modo empezó a caer el crecimiento económico, afectando a toda la sociedad chilena. Hay una relación directa entre la corrupción de las grandes empresas y la caída del crecimiento económico.

Y ahora, cuando la sociedad estaba convencida a que el  imperativo moral era castigar a los empresarios corruptos y a los políticos vendidos, la justicia chilena, en una actitud increíble, actuando de modo contrario, dando señales muy negativas, quiere liberarlos de toda culpa.

La Corte de Apelaciones anula millonaria multa de 600 millones de pesos contra expresidente del directorio de La Polar, que desfalcó a un millón de chilenos con sus famosas repactaciones unilaterales.

Y, por otro lado, el Servicio de Impuesto Internos ha decidido no hacerse parte de los juicios a los políticos que recibieron coimas de las grandes empresas. De ese modo, SII avala la impunidad en casos de financiamiento trucho de la política.

La justicia deja libre a los empresarios corruptos.

Deja libres a los políticos vendidos.

De ese modo, actuando como una verdadera fonda aristocrática impune y abusiva, esta clase ladrona y descerebrada, profundizarán la crisis económica, que  afectará el crecimiento y  cuyos efectos negativos caerá sobre todos los trabajadores chilenos.

El fracaso de una clase agiotista, especuladora y corrupta golpeará al crecimiento económico y a la mayoría de los chilenos.

Ellos son los verdaderos culpables de la caída del crecimiento económico, las grandes corporaciones corruptas.