10 - noviembre - 2024

Turismo rural como herramienta de desarrollo

El turismo rural más allá de suplir las necesidades de los turistas por encontrar destinos de recreación diferentes al de los turismo de masa, debe permitir a las comunidades reencontrarse con sus raíces, mejorar sus ingresos y que los beneficios lleguen a los habitantes urbanos también, permitiéndoles la posibilidad de convivir con la naturaleza y con los modos de vida, tradiciones, costumbres y formas de producción de las comunidades con buenos servicios y dentro de normas medioambientales que garanticen la proyección y la sustentabilidad.



Por Andrés Gillmore
12 de abril de 2017


En el último tiempo se ha estado debatiendo la importancia de las áreas rurales y cómo desarrollarlas sustentablemente, ante la urgencia de determinar en los territorios con proyección turística y no sean destruidos por la explotación de los recursos naturales. La disminución de las fronteras agrícolas, nos han obligado como sociedad a tomar conciencia que la defensa del mundo rural puede transformarse en una solución para las complicadas problemáticas que sufren las grandes urbes, transformando al turismo rural en una gran oportunidad de mejorar la calidad de vida de la población urbana y suplir las grandes brechas económicas que existen entre zonas rurales y urbanas.

Una buena noticia en este sentido, fue la que se recibió el lunes 10 de abril recién pasado, cuando el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad de Chile, aprobó la RED DE PARQUES DE LA PATAGONIA y la creación de los Parques Nacionales de Pumalin, Melimoyu y Patagonia y se ampliaron territorialmente los Parques Nacionales de Hornopirén, Corcovado y se reclasifico la Reserva Nacional Cerro Castillo a Parque Nacional. Además el Estado de Chile aceptó la donación realizada por la familia de Douglas Tompkins de 407.625 hectáreas, haciendo que el Estado disponga de 949.368 hectáreas de terrenos fiscales, destinados únicamente al turismo rural en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.

El Turismo Rural es una de las estrategias más certeras que existen para enfrentar la problemática social de las regiones y terminan transformándose en un importante motor de desarrollo, ante una propuesta que es utilizada por todos los países desarrollados, que han entendido que sin un mundo rural sustentable y con proyección es imposible hacer desarrollo. Los impactos positivos de la actividad son reconocidos, al diversificar los ingresos de las comunidades, reduce los flujos de migración y hacen que los habitantes valoren lo cultural y lo social de lo que proyectan como comunidad. Por eso es importante crear una estrategia de acuerdo con las ventajas comparativas de los territorios y no importar modelos internacionales como suele ocurrir. Muchas formas de turismo rural no son representativas, que más que ayudar, han traído consecuencias indeseables en las comunidades, al no haberse estudiado seriamente y profesionalmente las capacidades de carga de los territorios. Por eso es importante la creación de las ZOIT (Zonas de Interés Turístico) en los territorios con interés turístico, porque permiten a los municipios usar la planificación y el estatus correspondiente ante los gobiernos regionales para postular a los fondos de desarrollo regional (FNDR) y mejorar las condiciones para construir la infraestructura necesaria y proyectarse con sustentabilidad.

El estudio serio de las capacidades de carga de cualquier territorio con aptitudes turísticas y sobre todo en las consideradas ZOIT, es clave para la sustentabilidad y la proyección de la actividad y deben estar enmarcadas en un proyecto de Desarrollo Turístico Regional. El balance y la armonía es primordial para la actividad. Si no se toman los recaudos como corresponde, se esta corriendo el riesgo de perder imagen, sustentabilidad y proyección de futuro. Hasta el momento lo que se puede ver en las áreas rurales que están ingresando en la actividad turística, es que poseen problemas estratégicos y su nivel no es el adecuado y no estén preparados para lo que se les viene, al no contar con una estrategia que les permita ser sustentables en el tiempo. Por eso es primordial estudiar a conciencia la realidad del territorio, para dilucidar cuál es el modelo más apropiado para una determinada área territorial.

Como concepto el turismo rural es difuso y ha tenido variadas interpretaciones durante su evolución como actividad comercial. Esta multiplicidad de miradas y la falta de acuerdos sobre el deber ser y hacer de la actividad, creó un vacío conceptual que dificulta su entendimiento, su planificación y puesta en marcha, para tener una evaluación real de los impactos generados por la actividad y muchas veces por no decir todas, tiende a prevalecer lo financiero ante la sustentabilidad social y cultural del territorio. La actividad debe tener como propósito la satisfacción de los deseos y las necesidades de la demanda; mejorar el nivel de desarrollo de las comunidades; compartir normas y valores que estén centrados en el respeto de la cultura y la identidad de las comunidades; la preservación y el cuidado de los recursos naturales y sociales del medio donde se ejecutan los servicios turísticos.

El turismo rural más allá de suplir las necesidades de los turistas por encontrar destinos de recreación diferentes al de los turismo de masa, debe permitir a las comunidades reencontrarse con sus raíces, mejorar sus ingresos y que los beneficios lleguen a los habitantes urbanos también, permitiéndoles la posibilidad de convivir con la naturaleza y con los modos de vida, tradiciones, costumbres y formas de producción de las comunidades con buenos servicios y dentro de normas medioambientales que garanticen la proyección y la sustentabilidad.

Desde el incipiente nacimiento del turismo a mediados del siglo XIX, pasando por su auge y reconocimiento como industria o negocio rentable en la década del 50, hasta finales de la primera década del siglo XXI, se establecieron modelos y definiciones de turismo que pretenden hacer su comprensión, con visiones relacionadas con el espacio y con una mirada holística de la actividad. Por eso es importante entender que cada territorio debe crear su forma, método y protocolo para desarrollar la actividad y entender que el turismo rural es más que nada una experiencia de vida.

[gs-fb-comments]
spot_img

Últimas Informaciones

Artículos Relacionados