Hoy, las turberas y los pomponales de Chiloé están siendo explotados de manera indiscriminada, alterando gravemente la red hidrográfica insular y por ello dejando sin reservas de agua a un archipiélago que depende de ambos ecosistemas.
Fuente: Centro de Estudios Sociales de Chiloe.
http://www.territoriocesch.com/
Por más de 20 años se ha explotado en la Isla grande de Chiloé el pompón, un musgo que se exporta a todo el mundo. Miles de familias viven de su venta, incluso sin saber para qué se usa. Hoy, esta especie está por desaparecer, impactando económicamente a las familias que lograron hacer de su extracción un oficio, alterando el ecosistema y dejando, además, sin reservas de agua a una isla que depende de él.
Por más de 20 años se ha explotado en Chiloé el pompón, un musgo que se exporta a todo el mundo. Miles de familias viven de su venta, incluso sin saber para qué se usa.
Los pomponales se expanden como una matriz superficial continua de musgos del género Sphagnum (pompón), sobre una profunda capa de materia orgánica o turba, la que consituye a las turberas de Chiloé. Pomponales y turberas son ecosistemas que se relacionan de manera directa en el archipiélago.
En este sentido, y precisando, las turberas son humedales formados por la acumulación de turba y que poseen una vegetación formadora de turba (Martínez- Cortizas et al., 2009). En estas áreas se deposita materia orgánica en distintos estados de degradación anaeróbica. Estos depósitos se forman en depresiones de terreno o sobre sustratos rocosos oligotróficos, donde se acumula agua o ésta fluye lentamente bajo un régimen pluvial (lluvias) permanente (Schlatter & Schlatter, 2004).
Las turberas cumplen el rol de reservorios de agua dulce para Chiloé, ya que el archipiélago no tiene un suministro de agua a partir de deshielos de montañas como ocurre en el continente, la única fuente de agua de Chiloé proviene de las precipitaciones de lluvia y de los ecosistemas que administren estas precipitaciones, como el caso de las turberas y los pomponales, además del bosque nativo.
Hoy, las turberas y los pomponales de Chiloé están siendo explotados de manera indiscriminada, alterando gravemente la red hidrográfica insular y por ello dejando sin reservas de agua a un archipiélago que depende de ambos ecosistemas.