Un nuevo dolor de cabeza para Piñera surgió ayer, en su inveterada y enferma relación de la política y negocios y sus conflictos de intereses.
El ministro de Transportes de Perú, Martín Vizcarra, renunció al cargo ayer, tras dejar sin efecto el contrato suscrito en el 2014 por el Estado peruano con un consorcio argentino-peruano-chileno para la construcción del nuevo aeropuerto internacional del Cuzco.
¿Qué tiene que ver el aeropuerto con Piñera?
Mucho. El contrato fue adjudicado en 2014 al consorcio Kuntur Wasi. En el consorcio, Sebastián Piñera posee una participación del 6% a través de Bancard International, su empresa familiar, socio de Andino Investment Holding. Sebastián Piñera ingresó a Andino Investment Holding, con casi un 9% del total de sus acciones, a partir de febrero de 2014, cuando él era todavía Presidente de Chile.
Tal como lo reconoció en una entrevista, el gerente general de la empresa Kuntur Wasi, José Carlos Balta, en el programa Redes y Poder:
Las obras del aeropuerto debían iniciarse en el 2015, pero Kuntur Wasi no contaba con liquidez para la inversión necesaria para iniciar la obra. Muchas voces acusan a la empresa de insolvente. Andino Investment Holding pidió que el Gobierno aumentara su aporte financiero.
Y aquí juegan las gestiones de Piñera.
En julio de 2016, Pedro Pablo Kucynski asumió la Presidencia de Perú, y el 22 de agosto recibió a Sebastián Piñera en un almuerzo. PKK visitó Chile en diciembre de 2016 y tuvo la oportunidad de encontrarse nuevamente con Piñera en la Enade. Unos días después Piñera volvió a viajar al Perú el 2 de diciembre, esta vez a la ciudad de Paracas, para participar en un foro empresarial. Allí, se volverá a encontrar con PPK.
Efectivamente, allí según MANIFIESTO la adenda sobre el aeropuerto de Chinchero «se cocinó a fuego lento en la CADE-2016, donde el expresidente chileno Sebastián Piñera celebró a lo grande su cumpleaños número 68 frente al mar de Paracas, junto al presidente Pedro Pablo Kuczynski y la viceministra de Transportes, Fiorella Molinelli, el personaje que semanas más tarde le pondría en bandeja la Adenda N.º 1″
En una fotografía se ve al exmandatario chileno abrazado con la viceministra Fiorella Molinelli, quien fue la que terminó firmando la cuestionada Adenda Nº 1 del contrato de Chinchero.
El asunto del aeropuerto era vox populi.
Finalmente, el viernes 3 de febrero de 2017, la viceministra Fiorella Molinelli firmó el nuevo acuerdo entre el Estado y la empresa, la llamada Adenda N.º 1 .
El presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, asistió a una ceremonia en el terreno cusqueño para colocar la primera piedra. Las obras comenzaron el 3 de febrero en la localidad de Chinchero, a unos 30 kilómetros del Cuzco.
A los pocos días fueron paralizadas.
¿Por qué?
Porque el contralor Edgard Alarcón informó que la auditoría aplicada al proyecto de concesión del aeropuerto, detectó irregulares con el presunto propósito de favorecer al consorcio Kuntur Wasi.
Para el organismo fiscalizador, el acuerdo desnaturalizó el esquema original de Asociación Pública Privada (APP) en que se entregó la concesión a Kuntur Wsi. El cambio favoreció al consorcio y puso en desventaja al Estado peruano. La adenda, como había sido firmada, implicaba una potencial pérdida de 40.6 millones de dólares en perjuicio de los fondos públicos.
Las conclusiones del ente fiscalizador eran contundentes: la adenda al contrato de concesión del aeropuerto de Chinchero –tal como se ha suscrito– es ilegal, pues solamente favorece al consorcio ganador, perjudicando enormemente al Estado peruano.
El ministro Vizcarra confirmó el domingo que dejará sin efecto el contrato y la adenda que negoció con Kuntur Wasi, que fue rechazada por la oposición política y motivó que Vizcarra fuera interpelado el jueves pasado por el pleno del Congreso.
Las críticas por corrupción fueron fuertes, al igual que la acusación de empresa insolvente a Kuntur Wasi.
Ayer el ministro Vizcarra renunció al cargo.