Por JC Ripper.-
Las cifras indican que Piñera tiene un enorme techo de rechazo en la ciudadania. Su apoyo está estancado y no crece. Piñera es el prototipo del político moderno corrupto. Su relación con el dinero y la política es oscura. Pero, un porcentaje duro de la derecha hace oídos sordos a ese tema, como si no fuese importante. Es el porcentaje de la gente que lo apoya. La derecha tiene un ADN que es la defensa de su visión de mundo, basado en dos cosas básicas, primero, un catolicismo reaccionario y, en segundo lugar, en sus intereses económicos.
Extrañamente, Piñera se ha encapsulado en un discurso ultra derechista. ¿Por qué?
Porque siente que debe consolidar el voto de la derecha dura y terca. Sin embargo, todo indica que esta estrategia de encapsulamiento en la ultra derecha, lo hundirá. Su enorme techo de rechazo que concita Piñera en las encuestas lo limitará. Y todo indica que él no tiene ninguna ganas de lavar su imagen.
Piñera estimula a sus trolls en internet a que repitan lo que él quiere oír y tiene necesidad oír.
¿Qué es lo que Piñera quiere oír?
Sebastián Piñera quiere oír que él es el más inteligente de Chile, que se los baypasea a todos.
En palabras que usamos hoy: Piñera está convencido que le puede meter el copi en el ojo a todos.
La principal ansia, el deseo profundo del candidato Piñera es que, quizás por razones sicológicas, es la auto reafirmación. Por eso gasta su plata en que los tontos útiles en las redes digan que es el mejor.
Quizá su baja estatura le provoca un complejo de inferioridad, quiere ser el más grande. El censo más grande de la historia, el puente más largo, el mejor gobierno de la historia. En eso gasta su plata publicitaria.
Es conocido que Sebastián Piñera sufre la enfermedad del llamado síndrome de Tourette, caracterizado por sus tics involuntarios.
Pero lo realmente complicado en Piñera es que sufriría el llamado Complejo Napoleónico, o síndrome de inferioridad del hombre bajo. Según la leyenda, Napoleón sobre compensaba su corta estatura buscando el poder, la guerra y la conquista.
El complejo Napoleónico de Piñera lo llevaría a creerse un semidios. Sufriría delirio mesiánico.
Eso se llama culto a la personalidad. Y es una regresión. Es un oscurantismo. Es una patología. Es la adoración y adulación excesiva de un líder unipersonal. En el sistema político democrático el culto a la personalidad es una enfermedad. Es una droga. Piñera necesita del culto a su personalidad como el drogadicto su jale.
Los que están en su entorno deben lisonjearlo, o no estarás en su círculo rojo. Por eso, las personas en su entorno le hablan en voz baja, en acto de sumisión. Por eso le dicen “Presidente”.
Por esas razones estadísticas y de carácter del candidato, apuesto todo en afirmar lo siguiente:
El encapsulamiento de Piñera en la ultra derecha, llevará a que esta sea la última campaña electoral de esta ultra derecha.
Esa ultra derecha ya no tendrán espacio para más. Entrará en proceso de auto desintegración.
Antropológicamente, esa ultra derecha chilena tiene 10 características básicas:
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La derecha chilena es anti mapuches, anti huiliches y anti aymaras.
Son profundamente anti mapuches, pues en el robo a las tierras de mapuches está gran parte la base de su acumulación originaria.
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La derecha tiene su propio código de conducta
En la derecha existe lo que se llama el orden de casta, un conjunto de reglas que ordenan la vida de la derecha. Tienen sus propias ordenanzas, aunque imponen a los demás leyes draconianas. La derecha chilena ls gusta creer que suelen seguir reglas basadas en la Biblia. Asimismo, prefieren resolver crímenes y ofensas mediante un tribunal interior y no consideran las leyes de Chile.
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La derecha no abandona los intereses de su casta
Los jóvenes derechistas tienen una especie de permiso para que salgan al mundo antes de entrar a asumir sus labores de adultos. Se supone un cierto grado de libertad. Esa “carta blanca” es ilusoria. Pueden coquetear con la izquierda en su juventud, por un tiempo. Pero al final, muy pocos dejan la derecha. Pueden ser rebeldes de jóvenes, pero siempre son viejos de mierda.
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Si uno deja la derecha, es apartado del resto para siempre
Cuando un hijo de un derechista decide irse, la derecha rompe todos los lazos que tenía con la persona. Es un paria. Le podrán dar una oportunidad de arrepentirse y pedir una segunda oportunidad. Queda entonces en los viejos cabrones decidir si son bienvenidos nuevamente o no.
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Las mujeres derechistas son sumisas e infantiles
La derecha chilena es una sociedad patriarcal y las mujeres no tienen los mismos derechos que los hombres. Antes de ocuparse de ellas mismas, ellas deben tener como prioridad a la Iglesia y la familia. Siendo solteras obedecen a su padre y al casarse deben ser sumisas a su esposo.
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Los hombres de derecha son lampiños y temerosos
El hombre de derecha son lampiños. El hombre derechista, viste con pantalones de color oscuro, camisas y chaqueta y corbata. El sábado usa camisa azul. Nunca ha peleado por nada, son cobardones. Mandan a otros a pelear.
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Los derechistas rechazan el mundo
Los derechistas no saben lo que es el otro. Si bien suelen viajar, es sólo a ghettos vacacionales cerrados. No ven a otras culturas como diferentes a la suya. El mundo es como ellos lo imaginan. No saben leer códigos culturales.
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Los derechistas se vinculan por razones económicas
Los derechistas tienen relación con el mundo principalmente por intereses económicos. Si bien los derechistas son un grupo muy cerrado, en casos muy aislados permiten que otras personas del mundo “externo” se unan al grupo. Por razones económicas. No tiene ideas, tienen intereses.
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Los derechistas viven en ghettos
La educación de los niños en los derechistas está en manos de escuelas católicas integristas que ellos mismos crean. Por eso no les interesa la educación pública. Son endogámicos, se casan entre ellos.
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No existen diferencias esenciales entre los derechistas
Los derechistas son una orden única, creen que un feto es un niño, que los homosexuales y los transgéneros son enfermos, que la virginidad carnal de las mujeres es un súper don, que comulgar les libera sus cargos de culpa. Las ideas feministas son mala influencia. El rock es maldito. El folklore es maldito. Los poetas son malditos.