Al parecer los tres tercios nuevamente se conformarán en Chile. La derecha lo tiene asegurado, los gobiernistas deberán ordenarse y el Frente Amplió deberá trabajar para entusiasmar y establecerse como una segura tercera fuerza política electoral.
Por: Jorge del Carmen Riper
03 de julio de 2017
Hubo ilusión de varios lados. En algunos sectores se creyó que Osandon le ganaba a Piñera. Que incluso la campaña de Pamela Jiles fue un gran impulso para que el ex alcalde y dueño de fundo de Puente Alto pudiera desplazar al expresidente y zorro en la política y negocios. No fue así. Es decir algo de eso hubo, pero la derecha dura tiene su disciplina y vota en masa para asegurar sus privilegios.
También ciertos sectores juveniles e intelectuales de izquierda pensaron que Mayol daría una sorpresa al ganarle a la periodista Isabel Sanchez en la recien constituida fuerza política electoral del Frente Amplio. Pero solo fue una ilusión, el voto de los sectores progresistas no siempre va acompañado de querer a un intelectual. El uso comunicacional y cierta seriedad o mayor edad de Sanchez compitió con el atrevimiento del joven intelectual Mayol.
Las primarias entonces entregaron ya los dos primeros competidores de la próxima elección presidencial. Piñera por la derecha, Sanchez por un joven sector de izquierda que comienza a armarse. Ambos esperaran principalmente a los representantes gobiernistas, la débil democristiana Carolina Goic y al poco fuerte senador Alejandro Guillie. Más, quizás una serie de otros candidatos como el neoliberal, Andrés Velasco Brañes, y el lenguasuelta Marco Enriquez Ominami.
Sanchez, luego de conocerse los resultados la noche del domingo, afirmó que la política chilena se había removido y que el Frente Amplio ya representaría al tercer tercio de las tradicionales luchas electorales. Posiblemente, pero para eso no solo hay que darse cuenta que ese tercer tercio sigue estando presente, ahora que alguien o algunos, le den entusiasmo e incentivo para votar es otra cosa. El camino es pedregoso, difícil y lleno de tentaciones por cupos parlamentarios, alcaldicios, y de funcionarios estatales.
Las primarias representaron además de esa disciplina derechista por las votaciones, también un entusiasmo de otros sectores por acudir a las urnas y el Frente Amplio fue un claro ejemplo de eso. Recordemos que en esta elección no votaron los inscritos en los partidos del gobierno y -se supone- sus simpatizantes, que sin duda son una representación importante. Con todo esto, 1 Millón 800 mil ciudadanos marcaron su voto este domingo. cerca de 300 mil para el frente amplio y 1,5 millón para la derecha y sus simpatizantes.
Lo que viene es que Piñera debería comenzar una fuerte campaña para seguir liderando su bloque en que la ultraderecha lo está apoyando con todo. Esto a pesar de las múltiples investigaciones judiciales por sus “negociados” en las cuales tendrá que luchar con todo para que alejar la posibilidad que lo nuevamente lo declaren reo. Esa posibilidad puede aparecer en cualquier momento. Piñera también se espera que lidere las negociaciones parlamentarias, pues no tiene opositor en su alianza.
Beatriz Sanchez deberá armar equipo, aunar voluntades, llamar a la izquierda extraparlamentaria, entusiasmar a sectores progresistas antielecciones y luchar contra sus competidores que de seguro comenzaran a aparecer (¿Enriquez Ominami, Marcel Claude?).
Y por supuesto Guille y Goic deberán desenvolverse entre las feroces maquinarias de sus partidos.
Al parecer los tres tercios nuevamente se conformarán en Chile. La derecha lo tiene asegurado, los gobiernistas deberán ordenarse y el Frente Amplió deberá trabajar para entusiasmar y establecerse como una creible y conformada tercera fuerza política electoral.