Ahora que la campaña electoral se ha ordenado un poco, hay que decir que es muy valorable que haya gente joven en el Frente Amplio que se haya puesto en marcha. Es positivo el joven deseo subversivo de liberación del tutelaje de un régimen transado y cuoteado.
Los líderes del Frente Amplio están acostumbrados a que los interpelen desde la derecha. Y puesto que no entran en su lógica, escuchan las críticas con desdén. Tienen razón. Son interpelaciones huevonas. La arrogancia es saludable, en ese caso.
Los líderes del Frente Amplio vienen de circuitos estudiantiles de charla y cerveza alrededor de bares de Baquedano de la Plaza Italia. Allí bebían, reían y se tiraban citas aprendidas de libros recién leídos. El Frente Amplio procede de circuitos estudiantiles de izquierda, donde, a pesar de sus risas juveniles, cuesta renovarse. Si uno para la oreja en sus peñas, puede descubrir que son muy iguales a los grupos izquierdistas estudiantiles de los años 60 y de los años 70. Leen las mismas cosas y piensan casi las mismas cosas y, qué mal, peor empleadas. Si los grupos estudiantiles radicalizados de los 60 y 70 eran guevaristas, estos grupos son Maduro. Entonces creían en Cuba y ahora los jóvenes perdonan a un Maduro, perdón, un ser que no sabe hablar. Los jóvenes de los 60 y 70 vivían en la guerra fría. Parece ahora que los jóvenes del Frente Amplio aún no se enteran de la caída del muro de Berlín en 1989. Es raro que estos jóvenes del Frente Amplio no viajen y no se enteren de cómo van las cosas. Son viejos conservadores para pensar. Intelectualmente retrasados.
Fuman, ríen, comen completos y toman cervezas en bares de Baquedano en Plaza Italia.
Nada malo en eso. Quién no.
Lo agotador, de los frenteamplistas, es leer sus propuestas programáticas que han subido a la web. Primero, cansa su estilo anticuado, sociológico.
Aburrido, diría Homero Simpson.
Parece que los del Frente Amplio no tienen ningún interés en ser comunicativos.
Se nota demasiado que el compañero (o compañera, vaya uno a saber) encargado de escribir sus informes viene saliendo de una escuela de sociología chilena, y lo único que aprendió es el estructuralismo, una corriente de los años 60, al parecer la única que aún enseñan en las universidades chilenas. El estructuralismo es una corriente tan insolvente como simplista, enseñada por viejos del 60.
Fuman, comen completos, toman cervezas y son aburridos estructuralistas, casi sin saberlo.
Muy igual a la radicalizada izquierda universitaria de los años 60.
Hay quienes creen que los jóvenes de Frente Amplio, son los nuevos Tironi o los guatones Correa del Allendismo.
Rebeldes de chicos, momios de viejos.
Falso.
Eso es mentira.
Los Tironi y los Correa eran unos DON NADIE en la época de Allende. No significaron nada. Leo la historia. Tironi no aparece en la historia de Salvador Allende. En ningún párrafo de la historia. Nadie lo vio.
¿Y el Guatón Correa?
No perdamos el tiempo. No existe en la historia de Allende.
Si se quieren comparar con los mapus, (rebeldes de chicos, huevones de viejos) están mal.
Los mapus eran y son unos allegados, expertos en hacerse notar en El Mercurio o en CNN.
Hablemos en serio.
Salvador Allende fue elegido Presidente de Chile en 1970.
Él tenía detrás el Allendismo.
¿Qué era el Allendismo?
¿Se parece el Allendismo al Frente Amplio?
El Allendismo era un movimiento muy antiguo y poderoso en la historia de Chile y que tenía raíces sólidas en los trabajadores, en la clase obrera, en sus sindicatos y centrales de trabajadores. El Allendismo traía un poderoso movimiento musical cuyas canciones harían historia en el mundo, cantadas en montones de idiomas por las mejores voces. El allendismo tenía influencia intelectual en las universidades y en los liceos. Sus intelectuales habían publicados tantos libros que podrían llenar varias bibliotecas. Tenían escritores estrellas que eran premios nacionales. Tenían canciones y un cancionero maravilloso, tenían poetas y poemas que aún la gente se sabe de memoria. Tenían arquitectos inteligentes, muy modernos y que habían levantado ciudades. Tenían cineastas y diseñadores de vanguardia. Tenían una vasta organización de periodistas de primera línea que trabajaban en verdaderos medios de comunicación de grandes tiradas y audiencia. Periodistas que inventaron la televisión; no eran periodistas de blog.
El allendismo eran miles y miles de chilenos decentes y de talento.
Allende mismo.
¿Quién era Allende, frenteamplistas?
El doctor Salvador Allende había sido vicepresidente de la FECH, fue diputado a los 29 años en 1937, Ministro de Estado del gran gobierno de don Pedro Aguirre Cerda a los 31 años en 1939, creador del sistema de salud nacional, senador desde el año 1945, presidente del senado, varias veces candidato a la presidencia de la República. Se relacionaba con el mundo. Había recorrido Chile, de arriba abajo, varias veces. No es broma. En cada pueblo tenía amigos a los que reconocía por sus nombres de pila.
Salvador Allende fue elegido Presidente de Chile en 1970, a los 62 años.
Salvador Allende murió tres años después enfrentando con un arma a varios destacamentos del ejército, a los aviones y sus bombas.
¡Porque si es que hay que pelear, peleemos!
Si viajan por el mundo, frenteamplistas, verán que hay decenas de monumentos, plazas, escuelas, calles, avenidas en todo el mundo que llevan el nombre de Salvador Allende.
Así es.
Ahora, si ustedes, los dirigentes del Frente Amplio, si desean compararse con Salvador Allende, (lo que es un buen proyecto político, creo yo), deben saber ustedes, los Boric, los Jackson, los Sánchez, los Mayol; entonces deben saber ustedes los frenteamplistas, las enormes tareas que tienen por delante.