Por Omar Pérez Santiago.-
En el estilo de una actual literatura de urgencia, relato aquí la macabra e inquietante muerte de la joven periodista sueca Kim Wall, a quien, hace unas semanas, le cortaron la cabeza, las manos y los pies al interior de un submarino privado en Copenhague, Dinamarca. Fue lanzada al mar Báltico con metales pesados, como si fuesen desechos. Una imagen intolerable. Para meterme en el ajo de la historia, el texto va con los hechos relatados en la prensa y en las redes sociales en tiempo real. Algo del estilo insuperable del creador de la novela negra, Edgar Allan Poe, en Los crímenes de Rue Morgue. En mi crónica aparece pues la crueldad del crimen de un hombre malo, un danés, que se enfrenta a una joven mujer fuerte, una sueca, como si fuese una cita a ciegas.
TORSO DE MUJER
El lunes 21 de agosto un ciclista iba por el largo y angosto camino de bicicletas en la costa danesa, en la bahía de Köge. Es verano y el lugar llamado Amager Vest, al sur de Copenhague, es un popular y agradable paseo para ciclistas donde por un costado está el mar y por el otro unos pequeños lagos y canales. Una reserva natural, un paraíso, un camino de los dioses para ciclistas y para los amantes de la naturaleza. El ciclista pasó frente a una cabaña al costado de la vía, desde donde se pueden ver las numerosas aves costeras que anidan allí. Un poco más allá se detuvo. Lo que vio lo sobrecogió de horror y asombro.
Llamó a la policía.
—He encontrado rastros de un cadáver, un torso femenino desnudo, en la vera al lado de la playa.
Al llegar la policía constató el insólito y horrible hecho. Al torso desnudo le habían cortado la cabeza, las manos y las piernas. Y además se le habían adherido trozos de metal, con el fin de que el cuerpo se hundiera en el agua y no saliera a la superficie.
El torso había estado tirado varios días.
La policía danesa puso el torso en una bolsa de polietileno blanca, lo levantó sobre una camilla y lo subió por atrás de un furgón azul.
Luego perició el tronco.
Dos días después, el miércoles 23, a las 7 de la mañana, Jens Møller Jensen, un hombre de 51 años y jefe del departamento de criminalística de la policía danesa, informó la noticia que provocó una intensa conmoción en Europa: de acuerdo al resultado del perfil de ADN, el torso pertenecía a la destacada periodista sueca, Kim Wall, de 30 años.
La madre de Kim, Ingrid Wall es reportera del diario local Trelleborgs Allehanda, y vive al otro lado del mar Báltico, a unos cuantos kilómetros de donde había sido encontrado el torso de su hija. Fue informada muy temprano por la policía de la macabra noticia.
Ingrid Wall, a las 7:27 de ese lunes, en su absoluta congoja, escribió en Facebook una sentida nota sobre su amada hija Kim:
“Es con enorme tristeza y consternación sin límites que recibimos el mensaje de que los restos de nuestra hija y hermana Kim Wall han sido encontrados. El golpe del desastre no se puede aún dimensionar, y un montón de signos de interrogación aún deben ser respondidos.
La tragedia ha afectado no sólo a nosotros y a otras familias, sino a amigos y colegas de todo el mundo. Durante los horrendos días desde que Kim desapareció, hemos recibido innumerables pruebas de lo amada y apreciada que ha sido, así como humana y amiga como periodista profesional. De todos los rincones del mundo viene la evidencia de la capacidad de Kim era una persona que marca la diferencia.
Ella ha encontrado y contado historias de diferentes partes del mundo, historias que tienen que ser escritas. Kim viajó durante varios meses en el Mar del Sur para hacer saber al mundo lo que sucede con la población de las islas que caen como resultado de las explosiones atómicas. Nos dejó ir a Haití hasta el terremoto, a la cámara de tortura de Idi Amin en Uganda ya los campos mineros de Sri Lanka. Dio voz a los débiles, a los vulnerables y a los marginados. Esa voz había sido necesaria durante mucho tiempo. Ahora no lo será.
La nota activó apasionadamente a la opinión pública. Inmediatamente el muro del Facebook de Ingrid Wall se llenó de miles de condolencias.
El pueblo de Trelleborg en el sur de Suecia, una comunidad de alrededor de 40 mil habitantes, estaba altamente conmovido. Rápidamente se organizaron por las redes sociales para solidarizar con la familia de Kim Wall. Ese miércoles a las 7 de la tarde en Trelleborg cientos de vecinos se juntaron en la playa, llevaron flores y prendieron velas en forma de un corazón gigante y escribieron su nombre en la arena: Kim.
NAUTILIUS
Once días antes, el jueves 10 de agosto en Copenhague el clima es agradable. La mujer que iba a morir vestía una blusa de intenso naranja, casi roja, una falda blanca, unos pantys negros y un par de zapatillas blancas. Está despejado, es verano y a pesar que son las 19 horas, el sol aún brilla.
La mujer que iba a morir llega a la isla de Refshalv. Anexada hoy al puerto de Copenhague, es un puerto industrial, con edificios fabriles y con muchos terrenos baldíos alrededor y de poca densidad habitacional.
Kim Wall planea viajar a China con su novio. Antes haría este reportaje para, eventualmente, Wired Magazine, sobre el ingeniero inventor danés Peter Madsen, a bordo de su submarino Nautilus UC3. Kim Wall, una talentosa y versátil periodista, había aprendido que lo mejor y más popular de un reportaje es el descubrimiento de un nuevo tesoro. ¿Quién es realmente Peter Madsen?
Ella lo había aprendido en la London School of Economics y en una maestría en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia. Había colaborado como periodista freelance con megamedios como The New York Times, The Guardian y el Time, entre otros medios de comunicación. Había hecho reportajes sobre Uganda, Cuba, las Islas Marshall, Kenia, Nueva York, incluso a Corea del Norte.
A las 19.30 horas ella sube a la escotilla del submarino privado Nautilius en Refshalv del puerto de Copenhague a la búsqueda de un tesoro informativo. Conversa con su dueño, el danés Peter Madsen de 46 años. Era el único que estaba en el submarino. El UC3 Nautilus, lo construyó con donaciones privadas en 2008.
Nautilus es originalmente el nombre de un submarino de ficción inventado por Julio Verne en Veinte mil leguas de viaje submarino y comandado por el capitán Nemo.
El UC3 Nautilus de Madsen es negro y tiene de 18 metros de eslora, 40 toneladas de peso y motores eléctricos y diésel.
Por razones obvias, el submarino llama la atención. Varias personas notan a Peter Madsen y a Kim Wall cuando estaban en la escotilla del submarino.
Según el periódico danés Ekstra Bladet, el noruego Rasmus Ejlers estaba navegando con su hijo cuando vio la extraña visión: Un hombre y una mujer de camisa naranja en la torre de un submarino. El noruego Ejlers navegó hacia el submarino para intercambiar algunas palabras. Tenía curiosidad por el submarino.
—Él bromeó que mi nave tenía más potencia que la suya, y nos reímos de eso. El ambiente era muy bueno.
Ejler se rió.
Kim Wall, no participó en la conversación.
—Madsen mantuvo la conversación y habló de una manera que me hizo pensar que deseaba impresionar a esa bella mujer, dijo Ejlers.
Ejlers sacó su teléfono para tomar una foto de Madsen y Wall. Al mismo tiempo, Kim Wall tomó algunas fotos de Ejlers y su hijo.
La última foto que él tomó fue a las 20.31.
El UC3 Nautilius zarpó.
No se supo nada de él hasta 15 horas después.
Esta noche no será una noche como todas. Según los expertos, quienes cometen crímenes horrendos prefieren las tinieblas de la noche y no la luz.
ACCIDENTE
El problema del crimen en una habitación cerrada en la que el asesino ha debido entrar, pero de la que no se entiende cómo ha podido salir. No es otro el problema del crimen perfecto, que no consiste en realizar el crimen, sino en conseguir la impunidad del criminal.
Edgar Allan Poe, Entrevista hallada en una levita.
A las 02.30 de la madrugada del viernes 11 de agosto, el novio de Kim Wall da aviso a la Defensa danesa de que el submarino Nautilius no ha vuelto al puerto de Copenhague. Con zozobra ve que su novia tampoco responde su teléfono.
El submarino tampoco responde los llamados de los guardacostas.
A las 3:30 del viernes la policía danesa recibe la alarma de un presunto accidente marítimo. El submarino no lleva reflectores y estuvo a punto de chocar con un barco mercante. El ingeniero Peter Madsen informó que regresarían por problemas técnicos.
A la mañana del viernes comienza la búsqueda del Nautilus, con un intenso operativo policial en el que participan la Defensa sueca y danesa.
A las 10.30 del viernes, el submarino se avista en el estrecho de Köge. Vía radio, Peter Madsen comunica que se encuentra de regreso al puerto y que todos a bordo se encuentran sin novedades.
A las 11 de la mañana Kristian Isbak, un distribuidor de artículos marinos, ve a Peter Madsen en la bahía Köge, al sur de Copenhague, cerca de Dragoer. Peter Madsen estaba afuera, sobre la torre de la nave artesanal.
Varios botes se acercan.
—Mantengan distancia pues necesito arreglar algo y puede ser peligroso, grita Madsen.
Peter Madsen desaparece de la torre. Aparece de nuevo y hace un gesto con la mano sobre el cuello. Algo ha salido mal. Entonces salta al agua y nada hasta uno de los botes privados.
El submarino se hunde en minutos.
—Estaba en un viaje de prueba y ensayé unas cuantas cosas en el submarino. Entonces pasó algo con el tanque de lastre, explicó sonriendo a medios daneses una vez que fue trasladado a tierra en el puerto de Dragör. Vestía un overol verde.
—Yo estoy un poco triste, obviamente, agrega Madsen. Ver hundirse Nautilus fue extremo.
Un policía lo lleva a un auto.
Era el único que estaba a bordo cuando el submarino se hundió.
Kim Wall se encuentra desaparecida.
INTERROGATORIO
La policía interroga a Peter Madsen para descubrir el enigma. ¿Qué ocurrió durante las 15 horas dentro del submarino, desde que zarpó del puerto de Copenhague hasta que lo hundió?
Peter Madsen declaró que la periodista había desembarcado en las cercanías del restaurante Halvlandet, en la isla Refshale, en la zona industrial anexada al puerto de Copenhague, cerca de donde habían zarpado la tarde del jueves.
La policía registra las cámaras de seguridad del restaurante y comprueba que eso nunca ocurrió.
Peter Madsen cambia sus versiones sobre lo ocurrido con Kim Wall.
Las dudas aumentan.
A las 17.44 horas del día viernes, la policía declara que Madsen es sospechoso de asesinato o de homicidio.
El sábado 12 de agosto el submarino fue localizado a unos siete metros de profundidad. El Nautilus fue arrastrado por un barco de salvamento unos siete kilómetros y depositado en la costa para que sea transportado a tierra firme. Según la policía, el submarino fue hundido a propósito. En una primera inspección, la policía no encontró ningún cuerpo a bordo.
Pero sí encontraron sangre de Kim Wall.
El lunes 21 el ciclista encuentra el torso de Kim Wall en la playa.
Ese mismo lunes 21 de agosto la policía afirma que Peter Madsen, cambió su versión inicial.
Ahora habría declarado que la periodista había fallecido producto de un accidente en el submarino. Y que él había “sepultado a Kim Wall en el mar”.
La policía busca intensamente en el mar y tierra las otras partes de la difunta Kim. La policía está consciente que en el fondo del mar Báltico, el escenario de tan atroz crimen, habitan muchas jaibas y cangrejos.
El danés Peter Madsen está arrestado y deberá responder por asesinato y por “indecente interferencia de un cuerpo humano” según el fiscal danés Jakob Buch-Jepsen, ante el juez el 5 de septiembre.
Su abogada, Betina Hald Engmark, dijo a la TV2 de Dinamarca que su cliente «acepta el arresto pero todavía niega el crimen».
FEMICIDIO
Las periodistas amigas de la interfecta Kim Wall son numerosas y reconocen sus encantos y talentos.
La periodista Sruthi Gottipati escribió en The Guardian el domingo 20 de agosto:
“La desaparición de mi amiga Kim Wall en Dinamarca muestra que las mujeres periodistas se enfrentan al peligro en todas partes.” “El mundo tiene una manera de derribar a las mujeres que son agudas, divertidas y audaces. Tiene el hábito de estrangular a las voces que se atreven a hablar, de humillar a las mujeres que salen de sus zonas de confort, de aplastar a las que rompen las reglas.”
Lawen Mohtadi, una joven periodista sueca, escribió el 23 de agosto en su Facebook, denunciando la violencia contra la mujer, un crimen de género.
“En un primer artículo, un reportero entrevista a un ex-fiscal. Discuten en profundidad sobre el cadáver y cómo el corte podría haber sido realizado en términos prácticos.
En el segundo artículo, se realiza un perfil del hombre sospechoso de matarla. En términos sencillos y positivos, se le describe como un excéntrico, una aficionado entusiasta.
En el tercer artículo, un periodista, un colega de la mujer asesinada, y dice que el asesinato debe ser considerado como un accidente laboral y que los honorarios de los periodistas freelance deben aumentar
No hay ningún espacio para hablar con sociólogos, criminólogos, expertos en violencia contra la mujer. No hay nadie que haga la pregunta: ¿Cómo puede suceder esto? ¿Qué impulsa a los hombres a hacer esto? ¿Cómo podemos tomar en serio esta violencia?
De ese modo se crea una historia en que se ha borrado el motivo de fondo, los crímenes más atroces contra las mujeres. Lo aterrador con ese silencio, es que dice: «Sucede”. Es parte de ser una mujer.”
Cientos de mujeres lo han comentado y lo han compartido en las redes sociales.
La amiga de Kim Wall, Alexis Okeowo escribe en The New Yorker del día jueves 24 una sentida columna, My friend Kim Wall.
“La periodista sueca Kim Wall fue una ráfaga de energía positiva, una fuerza tan viva que siempre era grato estar cerca de ella. Y así, cuando ella desapareció hace un poco más de dos semanas, mientras ella reporteaba una historia sobre el inventor y propietario del submarino, el danés Peter Madsen, y luego apareció muerta, parecía increíble que ella de repente se haya ido. Y, por los detalles que han surgido de su desaparición: su posible muerte a manos de Madsen (quien reclama que la muerte fue un accidente), el desmembramiento a propósito de este cadáver, y que Madsen ha vertido este cuerpo en el mar- la injusticia su ausencia de justicia se ha ampliado.
Dinamarca no era uno de los lugares más peligrosos donde Kim había trabajado, pero la situación en la que estaba trabajando era igualmente precaria. Ella estaba investigando una idea de la historia que la escribiría después en el tono de las revistas y, estaba trabajando sin respaldo institucional. Cuando murió, ninguno de los editores con los que ella trabajaba sabía exactamente dónde estaba ni qué estaba haciendo; Estaba a merced de la decencia de esta entrevista y de la hospitalidad de su entorno, un riesgo familiar para casi todas las periodistas independientes.
La primera vez que conocí a Kim en persona fue el año pasado, en la fiesta de cumpleaños de un amigo en común: era en un hotel elegante en alguna parte del lado oeste de Manhattan, y Kim llegó tan tarde que casi me fui sin verla. Pero cuando llegó, en una momento de afecto y la risa, nos sentamos juntas y de inmediato estábamos hablando como si, de alguna manera, nos hubiésemos conocidos hace mucho tiempo, y de algún modo, a través de las historias de los amigos comunes, lo habíamos hecho y, antes de que se hizo de noche, ella me había contado de su viaje a Cuba, su inminente viaje de trabajo a Sri Lanka, y su vida en China, y me había dado consejos de como mejor tratar intrigas románticas.
Ella irradiaba audacia, una clase que usted no ve a menudo en la gente en sus tempranos años 20. («¿Espera, tiene casi treinta años?», le pregunté a una amiga.) Muchos de sus amigos recuerdan su bondad, inteligencia y valor. Ella era cálida y quería saber sobre el mundo. Esa curiosidad ayudó a alimentar su trabajo.
Los peligros en sus reportajes eran numerosos y de diferentes tipos: se aventuró en Corea del Norte, y cubrió los efectos de las pruebas nucleares en las Islas Marshall. Pensó en escribir sobre los chinos en el este de África y una cultura sin Internet en Cuba. Ella entrevistó a los autoproclamados vampiros, topless pintados de performances femeninos en Times Square, y los más grandes bailarines de polo. A lo largo de todo esto, por lo general investigaba e informaba con un apoyo y financiación limitados: la vida de un periodista freelance.
Pero, como periodista a menudo trabajaba sola y era más vulnerable a la violencia, como lo son las mujeres en general. Kim trabajaba, de todos modos, y habría querido que otras mujeres hicieran lo mismo.
Probablemente yo me habría metido en el submarino con Madsen, así como muchas mujeres periodistas que conozco. Mucho de la información depende de poner cierta confianza en las personas que está cubriendo, y los instintos de Kim la llevaron a creer que estaría a salvo. En una realidad paralela, en la que su objeto de investigación hubiese sido más decente, podría haber regresado con una historia fascinante, como siempre lo hacía: rara, perspicaz, entretenida. En cambio, nos quedamos con una idea de lo que podría haber sido, y con una tristeza devastadora.”
La periodista italiana Andrea Marinelli escribió en el Corriere della Sera del 25 de agosto:
“Kim Wall era periodista freelance de talento y de éxito, sus artículos – algunos escritos a cuatro manos con su amiga y compañera italiana Caterina Clerici – fueron publicadas por todas las principales medios de comunicación del mundo y estaba a punto de viajar a Beijing con su novio.”
El viernes 25 centenares de daneses llevaron flores y velas en Almager, el lugar donde fue encontrado el torso de Kim Wall.
YAHYA HASSAN
Al poeta Yahya Hassan le bastó leer la prensa para, como escritor, postular quién es el asesino y determinar la idiosincrasia del crimen.
Yahya Hassan, poeta danés de origen palestino, saltó a la escena literaria de Dinamarca en 2013. Rápidamente se convirtió en un nombre muy conocido. La colección de poesía de debut de Hassan vendió un récord de 100.000 copias en sólo unos meses en 2013, en un país donde las colecciones de poesía suelen imprimirse en cientos de ejemplares.
Escribiendo en mayúsculas sin ningún signo de puntuación, utilizó el jerga callejera y el juego de palabras contundente para entregar una acusación condenatoria de la generación de padres de sus inmigrantes que llegaron a Dinamarca en los años 80, describiendo la violencia doméstica, el fraude de los beneficios y la hipocresía religiosa en la urbanización de Aarhus donde el creció.
Un tribunal de Aarhus le dio una pena de un año y nueve meses de prisión por disparar y herir a un hombre de 17 años y por otros 34 pequeños delitos que iban desde conducir bajo la influencia de las drogas, robar 64 coronas y cerveza en un bar.
Yahya Hassan unió la información de prensa sobre la muerte de Kim Wall con su intuición o lógica de poeta. El viernes 25, encerrado en la cárcel, sin más información que le otorgaban los periódicos, escribió en su Facebook:
“Peter Madsen ha herido a una mujer. Y entonces el maldito la decapitó, le amputó los brazos y las piernas, le hizo agujeros en su torso con el fin de vaciar su cuerpo de gases del aire para que pudiera más fácilmente conducir a la parte inferior, encadenado partes de su cuerpo para el pesado metal heavy metal y los arrojados al mar pieza por pieza ¡Como si ella no fuera más que una comida estropeada!
A pesar de los rigores, el «científico» no pudo enviar su torso al fondo marino. Mi experiencia con las mujeres es que flotan cuando tratan de mantenerlas abajo. Pensé que sólo eso era una transferencia, pero me volví más sabio. Creo que soy bastante valiente, pero nunca habría subido a un submarino con el espectro, por lo tanto, Kim Wall era más valiente que yo. El cuerpo de Kim Wall, y cada lesión que se le ha inflingido, es involuntaria, pero son evidencias, sin embargo, reales, mensurables y científicas sobre la caída personal y profesional de Peter Madsen, y su incompetencia humana y académica. La luz de Kim Wall se convirtió en una prueba involuntaria de cobardía humana. Este experimento lo hace difícil de explicar a nuestros conciudadanos. Incluso los cautivos más emocionales caminan alrededor de las alas y hablan que le darán duro.
Él será conducido a más de 6000 revoluciones por minuto hasta el día en que él se queme. Probablemente le haré saber de esto, y hablaré con él sobre su caso en los viajes de la granja. Si quiere prolongar su agonía, o colgarse antes de ser enviado a su sentencia, es su elección. Una cosa es 100 por ciento: Peter Madsen no está equipado para este entorno, incluso los pedófilos van a burlarse de él y lo enviarán al aislamiento voluntario.
Si nada más, él desea un largo viaje espacial. Vea lo que una luna de miel del equipo adecuado de la sociedad puede deshacerse sin tener esposas. Si una persona del entorno criminal hubiera llevado a una mujer al mar sin poder explicar dónde estaba cuando regresó a tierra, lo habrían tratado de lo peor imaginable y tan pronto como lo hubieran localizado habría habido 30 hombres con las metralletas listas para ponerle las esposas y darle bastonazos en el borde de la playa.
A Peter Madsen se le permitió vacilar y mentir a la prensa sin esposas y sin el traje blanco que todos se ponen de inmediato en casos serios para asegurar la menor evidencia física que pudiera estar en el autor o en su ropa.
Hubo un error en el tanque de lastre que causó que el submarino se hundiera, dijo Peter Madsen rápidamente, como si fuese un presidente de una comisión de investigación.
Es dudoso que cualquier oficial a bordo de cualquier buque que acaba de sufrir un «accidente», ya sea en el aire, en la tierra o en el mar, sea capaz de llegar a tal teoría, casi antes de que submarino haya golpeado el fondo y mientras la nave incluso dibuja círculos en el agua.
Basta chocar con una bicicleta, para que tú pienses, mierda, qué pasó. Y luego el cínico sigue caminando sin esposas y sin trajes blancos y se queja a la prensa acerca de su seguro de responsabilidad, auto-riesgo y lo malo que es para él que el submarino sea más caro ser remolcado y reparado de lo que costaba construirlo. Y tal como pensabas que no podía ser, Peter Madsen pregunta a los malditos de la policía, de una manera tan real «qué”, qué es la » forma «, “¿qué pasa ahora?» Y la policía con el mismo modo “Oh”, responde: «Oh, no sé ahora mismo, ahora» …
Sí, vas a encontrar ese cuerpo, y Peter Madsen, irás directamente al agujero, y estarás solo allí! ¿Cómo podrían algunos de ustedes pensar lo contrario? Y desde cuándo la policía ha sido tan amable con los asesinos, mi sentido de la justicia se visto violado, pero joder, sólo pensar en la la familia de Kim Wall. Los presentadores de la televisión danesa y la gente de los medios de comunicación deberían avergonzarse de sí mismos. Usted no tiene reverencia, o simplemente un poco de sentido común cuando se habla de la escena del crimen perfecto, mientras una familia se preocupa. Tú sabes quién eres.
Una mujer de 30 años de edad se comportó bien, tenía novio, familia y amigos, y estaba en su camino al mundo, hasta que Peter Madsen vio sangre.
Una dotada y talentosa periodista top de nuestro vecino país, llegó a nuestra capital con un encargo profesional y terminó siendo víctima de una tragedia primordial, asesinada y desmembrada de manera despiadada y bestial. Sólo el propio Peter Madsen merecía ser cortado en el torso y arrastrado en las playas, nadie más. Nos ha herido a todos y nos ha avergonzado con nuestro pueblo hermano.
Los familiares de Peter Madsen no deben contar con ningún tipo de juego limpio o que él tenga una reconciliación pacífica. Personas como Peter Madsen no tienen derecho a lo que el tribunal puede encontrar arriba y abajo en el submarino. Al final, utilizaré este trágico acontecimiento para alentar a todos los hombres a tratar a todas las mujeres mejor de lo que esperan hacer de antemano y animaría a todas las mujeres a cuidarse muy bien. Especialmente aquellas que me han amado y aquellas a los que todavía amo. Lo siento, especialmente en nombre de Kim Wall y su novio, pero también en todas las mujeres y todos los hombres. Sentado en mi celda y avergonzado de mí mismo porque Peter Madsen desafortunadamente no es un diablo sino un hombre como yo. Lo siento, las mujeres, no merecen ser maltratadas por los hombres.”
De ese modo, el poeta Yahya Hassan, a su modo, ha cerrado el caso. Para razonar de ese modo le ha bastado la información de los periódicos.
Pero, la policía no. La policía continúa con su tarea analítica para intentar desentrañar el horror que ocurrió dentro del submarino.
¿ASESINO SERIAL?
El diario sueco de la tarde Aftonbladet publicó una noticia el día viernes 25 que revolvió aún más el asunto.
La policía danesa estaría está buscando varios asesinatos no aclarados después de que el cuerpo de Kim Wall ha sido encontrado.
Uno de los casos se refiere a la turista japonesa Kazuko Toyonaga, cuyo cuerpo fue encontrado cortado en el muelle de las Islas en el puerto de Copenhague en el año 1986.
En la investigación hay un joven que habló de un macabro descubrimiento.
Y muy cerca se encontraba Peter Madsen, de 15 años de edad.
Los restos de la misteriosa desaparecida de 22 años de edad, estudiante japonesa Kazuko Toyonaga, que estaba de vacaciones en Europa se encontró en una bolsa de plástico flotando en el agua en las islas Brygge en Copenhague en octubre de 1986. En la bolsa estaban las piernas y parte inferior del cuerpo. El resto del cuerpo fue encontrado más adelante en otros lugares en la entrada a Copenhague, incluyendo ésos en bolsos de plástico.
La policía tardó ocho meses en identificar a la víctima. Ella había estado en un viaje y visitó Noruega, Finlandia y Suecia. El día antes de que la policía pensara que fue asesinada, tomó el tren de Estocolmo a Copenhague.
Entre los consejos que vinieron a la policía en la investigación extensa fue también una tarea de «un joven», que llama con respecto a un macabro hallazgo en un edificio en la zona portuaria.
Jens Møller Jensen, que encabeza la investigación de la policía de Copenhague sobre la muerte de Kim Walls, dijo que también están mirando el asesinato sin resolver de Kazuko Toyonaga.
Dice que todavía no ha examinado los casos antiguos, pero está plenamente satisfecho con la investigación en curso.
1986, cuando Peter Madsen tenía 15, él vivió con su padre en Höng, una ciudad más pequeña en Zealand occidental.
Ya entonces su gran interés era la tecnología, la ciencia y los cohetes, y era visto por sus compañeros de escuela como un «nerd».
De acuerdo con Thomas Djursing, que ha escrito un libro sobre la vida de Peter Madsen, él tomó, sin embargo, a los 15 años de edad, el tren casi a diario a Copenhague, un viaje de una hora y veinte minutos, para reunirse con sus amigos e involucrarse con el proyecto del lanzamiento de un cohete.
NUEVO TESTIGO
El sábado 26 de agosto un nuevo testigo afirma al diario danés Ekstra Bladet que vio a Kim Wall y a Peter Madsen durante el día 10 de agosto, antes de que se subieran al submarino, frente al taller Copenhagen Suborbitals, una asociación donde Peter Madsen construye un cohete.
Los acompaña un tercero, un camarógrafo.
El diario informa que dos personas los han visto. Kim Wall entrevistaba a Peter Wall, mientras una tercera persona los grababa con una cámara.
La policía no quiso comentar la nota del diario.
-Tenemos un email de los dos, en el que habla sobre dar una vuelta en submarino, para hacer un reportaje. Es algo estrictamente profesional, afirma Jens Møller Jensen, de la Policía de Copenhague.
MASCULINIDAD TÓXICA
El domingo 28 el diario sueco Expressen publicó la visión de Leif G. W. Persson en un artículo que tituló Único como un criminal nunca ha sido. Sus tesis es categórica: el brutal crimen es producto de una masculinidad tóxica enfrentada a una dama de carácter fuerte. El único aspecto novedoso sería el lugar del crimen: un submarino privado.
Leif G. W. Persson es popular en Suecia y aparece en la televisión de modo muy seguido. Fue profesor de criminología para la policía sueca. Persson es además un querido escritor en el género de la novela negra. Ha ganado el premio a la Mejor Novela Criminal Sueca. Sus obras han sido traducidas al español, tales como El que mate al dragón, Linda, como en el asesinato de Linda o El detective moribundo. Sus libros han sido adaptados al cine o la televisión.
Persson escribió:
«Único» es una palabra abusiva. Especialmente cuando se usa en el contexto criminológico para describir un solo evento criminal.
La violencia mortal de este tipo, a menudo no planificada, está fuertemente controlada por las consideraciones prácticas espaciales y de otra índole, a la ubicación donde se produce el delito y que el autor es casi siempre alguien sin experiencia previa de haber cometido un crimen.
Si nos fijamos en el enfoque criminal -el llamado modus operandi- entonces es el bajo o inexistente grado de creatividad que se percibe. Un grave delito violento nunca es «el único en su tipo».
Peter Madsen es un buen ejemplo de esto y lo único que lo hace inusual – no único – es que hay sólo unos pocos miles de personas en nuestra tierra que poseen su propio submarino. Por supuesto, en el contexto militar, y en tiempo de paz, ha habido incontables e innumerables crímenes violentos a bordo de submarinos. Incluso en Dinamarca.
En todos los demás aspectos, Peter Madsen es sorprendentemente igual a todos los demás criminales violentos graves que carecen de experiencia criminal y que terminan en un conflicto agudo con el que no pudieron lidiar.
Peter Madsen se encontró en contradicción con Kim Wall. Se ha enojado tanto que le ha pegado a ella. Entonces ella empezó a gritar y él trató de silenciarla estrangulándola. Es, de hecho, tal como sucede en ocho de cada diez casos de tales delitos.
Al mismo tiempo, parece él estar más turbado que el promedio de aquellos hombres que, en circunstancias inestables, mataron a una mujer a la que nunca habían conocido.
Muchos como él son capaces de matar a un ser humano. Muy pocos logran cortar un cuerpo humano e incluso muchos menos aún tienen energía para hacerlo en conexión inmediata con la violencia fatal.
Hecho esto, él tomará las medidas para reducir la probabilidad que un cuerpo arrojado en el agua sea encontrado.
Le coloca peso a las partes del cuerpo y pincha los pulmones y el abdomen para evitar que la formación de aire y gas cause el flujo del cuerpo hacia la superficie.
Esto último es un conocimiento simple que ha adquirido en otros contextos. Interesado en la ciencia y la marina como él es.
En el caso de los delitos de este tipo, es más raro que se trate de motivos sexuales. Aproximadamente un tercio de los casos. Y los narcisistas gravemente perturbados, como Madsen, necesitan poco para despertar su descontento. Una periodista joven le hizo una pregunta retadora: no sería hora de que madure y deje de jugar con cohetes y submarinos, y adquirir un trabajo regular.
Por lo tanto, sus problemas prácticos siguen siendo la limpieza de la escena del crimen y en este caso, la única posibilidad es hundir su propio submarino.
Con esto él no tiene éxito. El submarino es encontrado y rescatado, la evidencia asegurada a bordo, el torso de su víctima desmembrada flota a la superficie, y en este estado, Peter Madsen, para la policía, se transforma ahora en una cuestión de rutina de un crimen de imprevista violencia letal en que el autor después ha tratado de ocultar con las medidas habituales para este tipo de delito.
Es de esta manera que en un noventa y nueve por ciento ocurre un homicidio o asesinato. No es un accidente. ¿Cómo tendría ella que comportarse para matarse a bordo de un submarino?
Y todo esto lo sabe cada investigador criminal que se respete
El reconocimiento de la violencia fatal con este tipo de delincuentes viene siempre gradualmente. El autor se adapta a la evidencia que no vale la pena contradecir. Él -porque casi siempre es un hombre- lo que hace no es un intento de ayudar a la policía sino como un retiro estratégico para proteger lo que la policía aún no ha logrado probar. Que él mató a Kim Wall. A veces la policía no tiene éxito y la pena de muerte por asesinato que se merecen los asesinos se convierte en un par de años de prisión por indecente trato de un cuerpo humano. Y es ahora -algo que sabe cada investigador criminal que vale el nombre -, es ahora que se trata de armar la situación y aprovechar todas las oportunidades para probar el asesinato o el delito que ha cometido. Peter Madsen no es una persona agradable y, como inventor, es un mal chiste. Único como criminal nunca ha sido.”