22 - noviembre - 2024

Áreas Marinas Protegidas en Chile: De las promesas a la acción

Queremos creer en las promesas de la Presidenta Bachelet anunciadas en la reunión IMPAC 4, y por eso esperamos que sus ministros, sus subsecretarios y la institucionalidad estatal demuestren en los hechos la coherencia con su discurso y con la legalidad vigente.



Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida 13-09-2017


¡En toda una caja de pandora se nos convirtió el tema de las áreas marinas protegidas! La verdad es que es un tema novedoso, a tanto que hasta como ordenamiento territorial (o maretorial) nos hemos encontrado con todo un nuevo mundo. Por otra parte, en lo que hay nada nuevo es en descubrir que para variar esas áreas y ordenamiento son más bien figurativos, de papel o para guardar la imagen. Al fin y al cabo estamos en un país en que todo es guardar las apariencias.

A tanto que ni siquiera hay claridad respecto a la institucionalidad encargada de estas áreas y que en el proyecto del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas se excluye la parte acuática, feudo intocable de la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura, esa que según la Contraloría no hace su trabajo.

Tras la publicación de la columna anterior, nos percatamos de que además de las once áreas marinas “protegidas” que mencionamos ahí, faltó agregar los Sitios Prioritarios para la Conservación de la Estrategia Regional para la Biodiversidad, que por Ley del Medio Ambiente también son área protegida. Y éstos son: Prioridad 1: Islas Guamblin e Ipún, Sector Isla Kent a Quitralco, Bahía Anna Pink-Estero Walker; Prioridad 2: Archipiélago al oeste Canal Messier, Pitipalena, Canal Carrera del Chivato, Sector Isla 3 Dedos. Vale agregar también que existe una Zonificación del Borde Costero en la cual figuran áreas de protección y conservación, prácticamente las ya mencionadas como áreas “protegidas”, pero como esas áreas en esa zonificación son solo “preferencial”, en ellas se puede encontrar de todo; en especial más de alguna salmonera anaeróbica, con piojos y SRS, al igual que en zonas prioritarias para el turismo. Además, como insumo para esa zonificación se contrató en el 2001 por el Gobierno Regional una consultoría al Dr. rer. nat C.A. Viviani (Q.E.P.D.) y quien identifico en el litoral norte zonas de interés ecológico y de preservación de la biodiversidad marina en el sector Chonos Sur.

En ese informe el Dr. Viviani, en su tiempo máxima autoridad en el tema, propuso una zona de protección ecológica en el sector de las islas Rivero, Salas y Garrido y de protección arqueológica al sur de la Isla Traiguén. La triste realidad nos mostrará que en esos sectores de tanto valor, junto con zonificarlos preferencial para la acuicultura, se instaló un sinnúmero de salmoneras, varias de ellas con problemas. Otra iniciativa de protección es la del “Sitio de Patrimonio Mundial Archipiélagos y Hielos Patagónicos” cuyo expediente a ser presentado a UNESCO preparó Conaf en el 2007, y desde entonces por lo visto ha sido boicoteada desde las sombras.

Otro aspecto que nos hicieron notar, es sobre la contaminación con residuos plásticos hasta los lugares más recónditos de las áreas “protegidas”, como en el Estero Pulpo, frente al Golfo de Penas, donde hay gran cantidad de boyas y redes de pesca industrial (¿en la futura AMCP?).

Y con respecto al Congreso Mundial de Áreas Marinas Protegidas, IMPAC 4, también nos encontramos con sorpresas, como la foto del Alcalde de Tortel denunciando ahí que “hay salmoneras en Reservas y Parques Nacionales y nuestra institucionalidad no dice nada”. La verdad es que agradecemos al alcalde su franqueza y capaz que a él le crean más que a nosotros. En todo caso, a causa de esa denuncia logramos saber que hay salmoneras en el Parque Nacional Alberto De Agostini, en Magallanes ¡¿Cómo puede ocurrir algo así?! Y además nos enteramos que entre algunos ministros ¿aquellos por la sustentabilidad? acordaron “prevenir” el cambio de estatus de la Reserva Nacional Alacalufes a Parque Nacional, a causa del acuerdo para la Red de Parques Patagónicos y la respectiva consulta al pueblo marino Kawesqar, dejándolo solo en su parte terrestre . O sea, el parque por decreto no incluiría sus porciones marinas, esas que figuran en la Ley del Medio Ambiente y navegaban los canoeros.

Una jugarreta francamente deleznable. Y todo porque ahí hay alrededor de un centenar de solicitudes de concesiones para salmoneras. Concesiones que en rigor la Subsecretaria para las Fuerzas Armadas no debería otorgar al encontrarse en Área Silvestre Protegida sin Plan de Manejo. Peor aún, eso cuando los salmoneros en Magallanes, el último mar que invaden, están demostrando ser cada vez más insustentables, con record de centros anaeróbicos. Pero bueno, hay gente con mucho poder en este país, cierta colusión y cierta puerta giratoria entre institucionalidad y la industria.

Entonces, qué quiere decir la Presidenta M. Bachelet cuando en el cierre de la IMPAC 4 expresa que “Chile espera tener 1,6 millones de Km2 de áreas marinas protegidas para el 2018” (46% del mar chileno). Y que “Sin una acción oportuna y coordinada, difícilmente lograremos hacer frente a los retos de preservación de nuestro planeta. ¿Qué más tiene que pasar para que los escépticos se tomen en serio lo que está en juego? ¿Cuándo se dejará de mirar a la ciencia como un riesgo, un obstáculo o un costo, en vez de lo que es: el aliado esencial para que sigamos viviendo en la tierra como la conocemos?”

Y que “para contribuir de verdad a un desarrollo sustentable, debemos equilibrar objetivos de conservación biológica, investigación científica y desarrollo económico, en especial para quienes están muchas veces en la primera línea de los efectos del cambio climático”. De verdad le queremos creer y por eso esperamos que sus ministros, sus subsecretarios y la institucionalidad estatal demuestren en los hechos la coherencia con su discurso y con la legalidad vigente.


 

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