La Asociación de industriales pesqueros, que en su tiempo fue dirigida por Luis Moncada, operaron para que sea aprobada la Ley Longueira. Moncada organizó operaciones de propaganda, lobby y presión en diferentes lugares, incluidos el Congreso y las universidades del Valparaíso y Concepción.
CIPER accedió a nuevos correos y documentos que revelan cómo el entonces presidente de los industriales pesqueros, Luis Moncada, pauteaba sin tregua a la senadora Jacqueline Van Rysselberghe, al punto de enviarle minutas con indicaciones legales precisas y responder sus entrevistas. Asipes también le hizo pagos a los cónyuges de los diputados Cristián Campos (PPD) y Clemira Pacheco (PS), quienes confirman y dan su versión. Los correos muestran al ex diputado Frank Sauerbaum (RN), como un eficiente operador de Asipes desde que fue derrotado en la elección de 2013. El domingo fue nuevamente electo.
Poco duró la tranquilidad de los empresarios del sector pesquero. Aunque el gobierno anunció que no revisará la Ley de Pesca –a pesar de todas las pruebas que indican que la industria financió ilegalmente a parlamentarios–, las aguas volvieron a agitarse con la votación que cosechó el Frente Amplio (FA) y su abanderada Beatriz Sánchez en las elecciones del domingo 19. El programa de esa coalición incluye reemplazar la Ley de Pesca por una nueva legislación que le quite, sin compensación, las actuales concesiones marítimas a la gran industria pesquera, para privilegiar la pesca artesanal.
El resultado de las elecciones promete un problema mayor a los empresarios del rubro, debido a que en los próximos cuatro años tendrán que lidiar con una bancada del FA que incluye 20 diputados y un senador que bregarán por reemplazar dicha ley. Lo más grave para los industriales es que resulta altamente probable que en los eventuales acercamientos entre el FA y el candidato oficialista que pasó a segunda vuelta, Alejandro Guillier, se incluya una nueva Ley de Pesca como prioridad.
Los cuestionamientos a la ley vigente se fundan en la corrupción descubierta en torno a su tramitación en el Congreso: millonarios pagos de la pesquera Corpesca (del Grupo Angelini) al senador Jaime Orpis (UDI) –investigado por cohecho– y a la ex diputada Marta Isasi; así como la colusión de empresarios pesqueros con asesores parlamentarios y autoridades del entonces gobierno de Sebastián Piñera.
Entre los parlamentarios cuestionados por sus estrechos nexos con la industria pesquera, se cuenta a la senadora y presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe. Una investigación de CIPER publicada en enero de este año demostró que recibió instrucciones del entonces presidente de la Asociación de Industriales Pesqueros del Bío Bío (Asipes), Luis Felipe Moncada, cuando se tramitaba una ley que afectaba los intereses de las empresas (vea ese reportaje).
Los antecedentes recopilados por CIPER demuestran que los vínculos con Asipes no son monopolio de la senadora ni de la UDI. Entre los dirigentes políticos que figuran en esta investigación hay varios miembros de la llamada “bancada pesquera”, integrada por parlamentarios PS, PPD, DC, UDI y RN, que participaron en la tramitación de la Ley de Pesca en 2012 y que han trabajado para empresas de Asipes o sus cónyuges han recibido pagos de esas compañías. Otros aparecen en correos electrónicos de los directivos pesqueros haciendo favores a la industria.
Entre los documentos que se trabajaron para esta investigación están los que dan cuenta que la esposa del diputado Cristián Campos (PPD, no reelecto) recibió $19 millones de Asipes; que el marido de la también diputada Clemira Pacheco (PS, no fue a la reelección) obtuvo pagos de las pesqueras Bahía Coronel y Foodcorp; que Sergio Bobadilla (UDI) y Frank Sauerbaum (RN), quienes perdieron sus escaños en 2013 y que en marzo volverán al hemiciclo tras ganar en la elección del domingo, fueron contratados por Asipes durante el tiempo que estuvieron fuera de la Cámara de Diputados.
En los nuevos correos electrónicos figuran también mensajes del ex presidente de Asipes en donde menciona a los diputados que él considera sus aliados: José Miguel Ortíz (DC), Jorge Sabag (DC) e Iván Norambuena (UDI).
LA SENADORA OBEDIENTE
“Va a exponer (Hernán) Cortés, muy contrario a la Ley de Pesca, en la comisión que presides, por Fenaspar. ¿Podría tu secretaria pedir la presentación y todo lo que dejen y enviármelo después? Hay que pedirle sea discreta, que no diga es para enviármelo o a la ASIPES, para que no te acusen de coludida ni nada que se parezca. Abrazos”.
Luis Felipe Moncada tomaba resguardos. En este correo electrónico que le envió a la senadora Jacqueline Van Rysselberghe el 5 de mayo de 2014, el ex presidente de Asipes, intentó no dejar rastro.
Lo que entonces ignoraba era que dos años después la fiscalía que tiene a su cargo la investigación de los pagos irregulares de las pesqueras a políticos, requisaría sus computadores y celulares, accediendo a sus comunicaciones privadas. Éstas revelan el intenso intercambio de mensajes con la actual presidenta de la UDI, quien en 2014 presidió la Comisión de Pesca del Senado. Son decenas de correos electrónicos donde Moncada le pide favores y le imparte instrucciones para resguardar los intereses de las empresas agrupadas en Asipes.
En enero pasado CIPER reveló la primera parte de los correos entre Moncada y Van Rysselberghe (ver reportaje), y ahora entrega una nueva tanda de mensajes que confirman el control del dirigente empresarial sobre la parlamentaria. El intercambio de mails comenzó el 24 de enero de 2014, antes de que Van Rysselberghe asumiera como senadora en marzo de ese año. Moncada le escribió para felicitarla por su elección y planteó su punto:
“Los laborales (trabajadores de la industria) están muy contentos por la buena recepción que han tenido en ti. Asipes se lleva bastante bien en general con los dirigentes de la industria. Los artesanales seguramente también se te deben haber acercado. Te sugiero que pidas formar parte de la comisión de pesca. La importancia pesquera de la región (del Bío Bío) te da derecho”.
Dos meses después Jacqueline Van Rysselberghe tomaba el mando de la Comisión de Pesca. En ese momento era tal el nivel de cercanía de la militante UDI con el ex presidente de Asipes, que éste presumía de la influencia que tenía sobre la congresista. En un correo fechado el 18 de noviembre de 2014, Moncada le responde a Andrés Couve (asesor DC, ex subsecretario de Pesca) cuando este le plantea asistir a la Comisión del Senado para defender a la industria en la tramitación del proyecto que permitió a los artesanales pescar jurel con línea de mano:
“Andrés: No he pensado en una audiencia, es JVR (Jacqueline Van Rysselbergue) la que habla con los otros senadores y los convence. Ya lo hizo con que se pusiera un tope en toneladas a la pesca con línea de mano, luego, que esas se incluyeran en la cuota. Veamos si aceptan una tercera arremetida”.
Pero más allá del pavoneo de Moncada con sus cercanos, hay tres episodios que dejan en evidencia la sumisión de Van Rysselberghe ante los dirigentes de Asipes. El primero ocurrió el 3 de junio de 2014, cuando Moncada le propone a la senadora realizar un punto de prensa junto a los trabajadores de la industria. ¿El objetivo? Desarmar el acuerdo que había logrado el sector artesanal con el Ministerio de Economía para limitar la pesca de jibia solo a los artesanales:
“Jibia hay para todos y la industria en la Región del Bio Bio la necesita para mantener plantas y barcos funcionando ya que la caída de la merluza gayi o merluza común, no alcanza para mantener la actividad. ¿Podrían los laborales hacer una nota contigo? No es necesario te abanderices, solo que reconozcas el rol de la jibia en el trabajo de la región y decir que hay para laborales e industriales”.
El sí de Van Rysselberghe llegó ese mismo 3 de junio, unas pocas horas después:
“Ok, ¿el comité científico podría certificar eso para darle más peso al argumento?”, pregunta la parlamentaria. “Sin duda”, le responde Moncada. Dicho y hecho. Tres días después, el 6 de junio de 2014, trabajadores de la industria se juntaron con la entonces presidenta de la Comisión de Pesca y el portal especializado en estos temas, Aqua, informó de la reunión. La senadora fue clara en su postura al defender a los industriales:
“El acuerdo alcanzado ayer entre el Gobierno y artesanales, donde se cambia el arte de la pesca para la jibia, dejando fuera a todo el sector industrial -porque sólo los artesanales podrán acceder al recurso- generaría un gran problema para los trabajadores”.
En el intercambio de correos, Moncada fue explícito en lo que la senadora debía declarar a los medios: “Veremos cómo armar la nota y te aviso. Hay que pedir al Comité Científico Técnico respectivo que informen cuanta jibia hay, si tiene sentido ponerle cuota siendo un depredador. Y decir que hoy para la sobrevivencia de plantas y barcos en la VIII es una materia prima esencial”.
Y ella siguió el guion al pie de la letra. Luego de finalizada la reunión con los dirigentes de los trabajadores, declaró: “Solicitaremos formalmente, a través de la Comisión de Pesca del Senado, que se haga un estudio para saber cuánta jibia hay. Este no es un pez, es un depredador que se come a otros peces que se explotan en nuestros mares. Por otro lado, pediremos que se busquen los mecanismos administrativos para mantener el fraccionamiento de la jibia con las cuotas que había mientras no exista un estudio al respecto. Con esto, buscamos mantener ambos sectores en armonía”.
En la cita con Van Rysselberghe estuvieron dos dirigentes fieles a Asipes: Jaime Acuña, entonces presidente de la Asociación Gremial de Oficiales de la Pesca Industrial (Agopesi) y Juana Silva, presidenta de la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Industria Pesquera (Fesip). Ambos dirigentes también habían intercambiado correos con los directivos de Asipes, coordinando el lobby de la industria en el Congreso. Acuña debió declarar ante la Fiscalía por boletas que él y su familia han emitido a diferentes pesqueras. En esa misma declaración judicial, Acuña afirmó que los asesores comunicacionales de Asipes los ayudan en la redacción de sus comunicados públicos.
Al parecer, el equipo comunicacional de Asipes está siempre disponible para influenciar a otros actores relevantes en los temas pesqueros. En la misma cadena de mails, Moncada le propuso a Van Rysselberghe:
“Hemos pensado sería ideal te reúnas en tu oficina con los laborales el jueves y a la salida de esta reunión convocar un punto de prensa. Así la imagen tuya junto a los dirigentes se difunde a los medios. Esto se podría reforzar con un comunicado de prensa que se podría hacer en conjunto con tu periodista y Verónica Ceballos, encargada de comunicaciones de ASIPES”.
No sería el único trabajo conjunto entre Ceballos y asesores de Van Rysselberghe. El lunes 23 de junio de 2014, Verónica Ceballos le escribió un correo a Moncada para adjuntarle las preguntas que la periodista Ximena García, del portal Aqua, le había enviado a la senadora Van Rysselberghe. “Luis Felipe, este es el cuestionario que le enviaron a la JVR. Juan Paulo pide algunas ideas”, se lee en el mail. Juan Paulo Morales era entonces el periodista de la senadora.
En ese correo se leen seis preguntas que debía contestar la senadora. Pero las respuestas no las elaboró ella ni su asesor de prensa. Fue Moncada el que las respondió. El 24 de junio de ese 2014, el presidente de Asipes le devolvió el correo a Verónica Ceballos con las seis preguntas respondidas (ver aquí las preguntas de Aqua y las respuestas redactadas por Moncada).
Aqua publicó una nota con las distintas visiones en torno a los avances en la implementación de la Ley de Pesca. Allí incluyó una de las respuestas de la senadora, la que parafrasea la redacción de Luis Felipe Moncada (ver nota aquí).
Hay un tercer hito que ilustra cómo Moncada ordenaba y Van Rysselberghe obedecía. El 21 de noviembre de 2014 la casilla de correo de la senadora recibió un mail con el siguiente asunto:
“INDICACION PARA LIMITAR LAS EMBARCACIONES A 8 METROS DE ESLORA / Proyecto captura jurel con línea de mano para subsistencia”.
En el cuerpo de ese correo, Moncada argumentó la necesidad de reducir el límite del tamaño de las embarcaciones artesanales que podrían acceder al beneficio de pescar jurel con línea de mano. Nuevamente la senadora actuó tal y como se lo indicó el dirigente gremial. En el informe de la Comisión de Pesca del 24 de noviembre de 2014 (tres días después de haber recibido la indicación por parte de Moncada) se constata que Van Rysselberghe presentó esa indicación (vea ese informe).
Hay muchos más correos. A través de la senadora Van Rysselberghe, Moncada intentó llegar al senador Hernán Larraín (UDI) para que este consiguiera mejores cupos para el sector industrial en el Consejo Nacional de Pesca. En otro mensaje, esta vez entre Moncada y otros directores de Asipes, éste menciona que “Van Rysselberghe se ha puesto la camiseta de la industria”.
Hay otra cadena de correos donde Moncada oficia de mensajero entre la senadora y el ex subsecretario de Pesca, Raúl Súnico (PS). El dirigente gremial operó con ambos simultáneamente. El plan fue que ella presentara una indicación que permitiera destrabar la tramitación del proyecto de ley que permitía la pesca artesanal del jurel con línea de mano, a cambio de que Súnico utilizara un artículo beneficioso para la industria al dejar abierta la posibilidad de pesca de fondo en los montes submarinos (lo que en rigor el gobierno buscaba prohibir).
El verano pasado Súnico debió renunciar a su cargo de subsecretario de Pesca luego que CIPER revelara que su esposa recibió $33 millones de Asipes (ver reportaje).
Súnico está siendo investigado por el Ministerio Público. Su cónyuge, Marcela Viveros Garay, ya declaró ante la policía y señaló que sus supuestos trabajos para Asipes fueron básicamente recopilaciones de prensa, descartando que se trataran de asesorías contables como indicaban las glosas de las boletas. Pesquisas de la PDI determinaron además, que buena parte de los dineros recibidos por ella desde Asipes fueron finalmente transferidos a la cuenta corriente de su marido.
Van Rysselberghe, quien en 2013 recibió aportes reservados de las empresas pesqueras agrupadas en Asipes, también está bajo la lupa judicial. Es investigada por presunto cohecho.
CIPER se comunicó con la oficina parlamentaria de la senadora Van Rysselberghe, para solicitar su versión sobre estos hechos. Allí respondieron que la presidenta de la UDI no hablará sobre el tema.
DIPUTADOS CAZADOS
Al revisar los numerosos correos de Luis Moncada se identifica una técnica que usó varias veces: utilizar a los parlamentarios con los que ya contaba para aumentar su influencia con otros congresistas. Cuando en 2014 se iniciaba un nuevo periodo parlamentario, el entonces presidente de Asipes intentó acercarse al hermano de la senadora, el diputado Enrique Van Rysselberghe(UDI). Para ello organizó un almuerzo al que invitó a ambos, con el fin de plantearles las principales inquietudes de la industria. Enrique se excusó, no sin antes asegurarle que “las opiniones de mi hermana serán las mías”.
Son varios los diputados que Luis Moncada consideraba de confianza. En un mail del 23 de marzo de 2014, el dirigente les escribe a sus asesoras Verónica Ceballos y Macarena Cepeda, para organizar su agenda de reuniones con los diputados que asumían sus escaños en el Congreso. Moncada propone:
“Mónica y Verónica:
La semana siguiente es distrital. La del 6 al 11 de abril debo estar martes y miércoles en el congreso. Irme martes AM a Valpo, anotar en mi agenda.
– (El diputado Iván) Norambuena hará reunión o comida con diputado Felipe Ward. Pedir audiencia desde ya, solo. Si me ayuda Iván, en buena hora.
– Debo reunirme junto a Frank Sauerbaum con el nuevo diputado RN por Angol Jorge Rathgeb. Pedir audiencia desde ya, solo. Si me ayuda Frank, en buena hora.
– Debo reunirme con diputado Marcelo Chávez. Ver si pido la entrevista solo o si a través de Jorge Sabag o J. Miguel Ortiz. Pedir desde ya entrevista, solo, lo mismo.
– Reunirme con senador Felipe Harboe. Preguntarle a Cristián Campos igual que a los anteriores el jueves 27 en la tarde (anotar y acordarme) y pedir desde ya entrevista, solo, etc.”.
El diputado Cristián Campos (PPD) es uno de los parlamentarios de la Región del Biobío que más se ha acercado a la industria pesquera. Es habitual verlo en las actividades desarrolladas por Asipes, y a pesar de que su discurso público siempre ha sido la defensa de los trabajadores de la industria pesquera, la revisión que realizó la PDI de los correos electrónicos de ejecutivos de Asipes lo va a complicar. Entre los miles de mails indagados, los policías dieron con una cadena en que el contador de Asipes, Alejandro Riffo, le solicita información a la ejecutiva del Banco Santander que atiende la cuenta de Asipes.
El 24 de junio de 2015 la ejecutiva le envió a Riffo copias de 15 cheques emitidos por Asipes a Karen Cortés Cisternas, la esposa del diputado Campos. En total, entre mayo de 2010 y julio de 2011, la mujer de Campos recibió $19 millones de la gremial.
No está clara la razón de por qué el ejecutivo de Asipes solicitó copia de los cheques pagados por esa organización a la cónyuge del diputado Campos.
En un segundo correo, Riffo le pidió información adicional a la ejecutiva del banco: que le informe en qué cuenta corriente se depositaron esos cheques. CIPER no accedió a esa segunda respuesta del banco, aunque sí está claro que son al menos dos las cuentas corrientes que recibieron los recursos pagados a la esposa del parlamentario. La PDI le sugirió a la Fiscalía que encargue muestras caligráficas del diputado Campos y de su señora, además de los ejecutivos de Asipes relacionados con estos pagos, para determinar quién firmó los cheques y quién escribió las anotaciones que estos presentan al reverso.
El diputado Campos dijo a CIPER que los pagos recibidos por su esposa corresponden a dinero destinado a ayuda social tras el terremoto del 27/F. El parlamentario afirmó que su señora fue el “vínculo” entre las empresas aportantes y los damnificados de Talcahuano. Con independencia de que esta versión sea verídica, lo que informa el diputado corrobora que las boletas entregadas por su cónyuge son falsas, ya que nunca prestó servicios a Asipes.
-Lo que tengo claro es que hubo una serie de actividades de ayuda post terremoto, que se realizaron en conjunto con Asipes: una ayuda social. Mi señora fue el vínculo entre mucha gente de Talcahuano y la ayuda social que ellos entregaron. Yo estaba al tanto. Al momento de terminar la emergencia post terremoto, eso se terminó. Cada vez fue menos el apoyo social que se le entregó a la gente (…). Entiendo que fue ayuda de todo tipo. Dinero en efectivo y enseres. Hoy no tengo todos los antecedentes -dijo Campos a CIPER.
Parece una constante que la industria pesquera del Bío Bío pague honorarios a maridos o esposas de dirigentes políticos. Ocurrió con Súnico, con Campos y también con la diputada Clemira Pacheco (PS), quien integra la Comisión de Pesca de la Cámara.
Cuando en marzo CIPER publicó un reportaje dando cuenta de pagos a políticos por parte de las empresas pesqueras del sur (ver aquí), le consultamos a la diputada Pacheco por las personas de su entorno que recibieron dinero de esas compañías. En esa ocasión, la parlamentaria socialista no transparentó los pagos que recibió su marido, René Carvajal, también militante del PS y actual seremi de Obras Públicas del Bío Bío.
Información contable revisada por CIPER confirmó que Carvajal emitió 18 boletas (cinco nulas) a la empresa Bahía Coronel, integrante de Asipes, entre noviembre de 2012 y mayo de 2013, por un total de $4,9 millones. La empresa opera en la comuna de Coronel, donde René Carvajal fue alcalde entre 1992 y 2008.
En noviembre de 2011, había emitido otra boleta por $1 millón, pero esta vez a Foodcorp, también de Asipes.
Bahía Coronel también pagó boletas a otras dos personas relacionadas con la diputada Pacheco. Una de ellas es Lilian Garrido Vega, quien recibió $4,4 millones entre 2011 y 2012. Garrido es la representante legal del Colegio San Pedro, del que era propietaria la diputada Pacheco y que actualmente pertenece a dos hermanos de la parlamentaria.
La hermana de Lilian, Roxana Garrido Vega, también emitió una boleta a Bahía Coronel: $4 millones en 2013. En declaración judicial señaló que fue por un “análisis contable”.
Contactada por CIPER, la diputada Pacheco dijo que entre 2011 y 2013 su marido prestó servicios como abogado para distintas empresas, entre ellas las dos pesqueras ya mencionadas: “Él es abogado y en ese tiempo tenía muchos clientes. De algo hay que vivir. Nosotros tenemos cuatro hijos”, señaló. Sobre las boletas de las hermanas Garrido Vega, sostuvo: “Ellas son personas que trabajaron conmigo, pero yo no tengo ningún vínculo con esos pagos. Mucha gente ha trabajado conmigo y cada una de esas personas ejerce libremente su profesión”.
En los correos electrónicos incautados por el Ministerio Público a Asipes el nombre de la diputada Pacheco no abunda. Distinto es el caso del diputado Campos, quien si figura en varios mailsmencionado por los directores de la gremial pesquera como un diputado al que se le envían minutas y con quien se recomienda hablar en casos de algún incordio en un proyecto de ley o para que sirva de nexo con otros parlamentarios.
MONCADA, UN BUEN AMIGO
Luis Felipe Moncada dejó la presidencia de Asipes en 2016, cuando la indagatoria por el financiamiento ilegal de las pesqueras posó su lupa sobre las industrias del sur. Moncada tiene una casa camino a Chiguayante, un sector aledaño a Concepción. Allí invitaba a dirigentes políticos y parlamentarios para hablar de los asuntos que le interesan a la gremial. Uno de los invitados fue el ex subsecretario de Pesca y ex diputado Raúl Súnico (PS).
Cuatro días antes de que Michelle Bachelet asumiera su segundo periodo en La Moneda, Moncada ya le estaba mandando correos al futuro subsecretario Súnico. El 7 de marzo de 2014 le envió una minuta con las principales inquietudes del sector industrial pesquero de la zona centro sur, y le hizo una invitación:
“Raúl: Te remito minuta que resume algunas de las principales inquietudes de la industria. ¿Podemos reunirnos reservadamente a la brevedad? Sugiero un lugar a trasmano; por ejemplo, vivo hacia Chiguayante en una calle sin tráfico casi, ya que no es de pasada sino al final de una urbanización y nadie muy conocido o vinculado a la vida pública son vecinos. Mañana viernes regreso desde Santiago en la mañana, pero el ideal sería reunirnos al oscurecer. Si quieres a las 20 horas y comemos algo. O dime otro lugar que te acomode”.
A esa misma casa, alejada de toda mirada indiscreta, fue invitado el diputado José Miguel Ortiz(DC). El 14 de agosto de 2015 una de las asesoras de Moncada en Asipes le escribió al parlamentario: “Por la presente remito las indicaciones de cómo llegar a la casa de don Luis Felipe Moncada, quisiera además agregar que lamentablemente a la hora de almuerzo no podía don Jan (Stengel, otro director de Asipes), por eso tuvo que cambiar el almuerzo por una once con kuchen, a las 18:30 me pidió don Luis Felipe que por favor se lo indicara a don José Miguel”.
No hay claridad de cuál fue la tabla de discusión en esa reunión, pero al igual que el diputado Cristián Campos, Ortiz es mencionado en varios correos electrónicos como un parlamentario al que Asipes tiene fácil acceso.
Además de los almuerzos y las onces con küchen a las que invitaba a los diputados, Luis Felipe Moncada también daba trabajo a los parlamentarios que caían en desgracia. Es lo que hizo con Sergio Bobadilla (UDI) y Frank Sauerbaum (RN), quienes en 2013 quedaron fuera del Congreso (los dos volverán en marzo de 2018 al hemiciclo). Pero apenas salieron de la Cámara, encontraron trabajo en las empresas pesqueras. Ambos pertenecían a la Comisión de Pesca.
Sauerbaum se dedicó a enlazar a diputados de RN con Luis Felipe Moncada. Varios mails así lo revelan. El 29 de marzo de 2014, Moncada le escribió al ex diputado: “Frank: ¿Conoces al diputado Berger? El martes estoy en el Congreso y quiero conversar con él”. La respuesta tardó 41 minutos: “Hable con Bernardo Berger me dice que lo llames el martes para coordinar la hora y ningún problema”, y le adjuntó el número telefónico de Berger. Ese mismo día hay más correos. Sauerbaum le pregunta a Moncada si también quiere conversar con el diputado Gonzalo Fuenzalida (RN) y el entonces presidente de Asipes le responde: “Con los RN de la comisión de pesca, si”.
Dos semanas después, el 17 de abril de 2014, Frank Sauerbaum le manda un mail a Moncada para proponerle un método de pago por sus servicios: “Luis Felipe, puede ser una factura o boleta de la empresa constructora, tiene un giro amplio puede ser mantención industrial, construcción, provisión de guardias, instalaciones eléctricas, etc, avísame tú cuál es la glosa correcta y el monto, yo hablé con mi hermano y no hay problema, saludos. Frank”.
Cuatro días después, Moncada le envió a Sauerbaum los datos de Asipes (RUT y dirección) para llenar la factura falsa por $1,5 millón con que se le pagaría. Para lo glosa, Moncada sugirió: “Cambio de alfombra. En la próxima pondremos cambio de cielo y pintura”.
-Yo nunca he hecho una boleta falsa para nadie, lo que sí sé es que mi hermano tiene una empresa constructora y entiendo que una vez hizo unos cambios de alfombras –afirmó Frank Sauerbaum a CIPER.
Respecto de su abundante correspondencia con Moncada, señaló: “Efectivamente, hablé con el señor Moncada por la relación de amistad que tengo con él y me pidió si lo podía poner en contacto con los diputados. Asipes no me pago nada. Yo solo les señalé con quien podían hablar. Se creó una relación de amistad. Mientras les pude ayudar, los ayudé. Yo jamás hable de plata con Moncada… no me recuerdo haberlo hecho”.
En marzo de 2016 seguía siendo estrecha la relación entre ambos. Ese mes hay un correo donde Moncada le adjunta a Sauerbaum una minuta con la críptica instrucción “para que la entregues”.
Con el ex diputado Sergio Bobadilla (UDI) el acuerdo fue más formal. Se firmó un contrato para que la consultora creada por el ex diputado –Bobadilla & Crovetto, creada por el gremialista junto a su esposa, y que presta asesorías a varios diputados-, le entregara resúmenes noticiosos mensuales a Asipes. Esa relación también partió en 2014, apenas el ex diputado UDI abandonó el Congreso.
Eso sí, a Bobadilla le pagaron mejor que a Sauerbaum. Según el presupuesto 2016 de Asipes, contenido en uno de los correos a los que CIPER tuvo acceso, anualmente a Bobadilla & Crovetto le destinaron $12 millones, mientras que al ex diputado RN la mitad: $6 millones. Otros gastos contenidos en ese presupuesto son $157 millones para defender la Ley de Pesca, los que se desagregan en $37,5 millones para asesoría comunicacional de la Consultora Gestión Medios y $120 millones en una campaña de redes sociales a cargo de Global Mind. Otra campaña para combatir la pesca ilegal, tuvo un costo de $22,5 millones.
Los correos electrónicos de Moncada también demuestran que el dirigente gremial tenía una relación de mucha confianza con Pablo Galilea. El ex subsecretario de Pesca del gobierno de Sebastián Piñera aparece en varios mails entregando minutas y asesorando a Moncada.
El ex senador Hosaín Sabag (DC) es otro de los aliados mencionado por Moncada en sus correos. El 1 de abril de 2014, luego de que Sabag abandonó el Senado, el presidente de Asipes coordinó por correo electrónico con Jan Stengel (también dirigente de Asipes) una cena de agradecimiento por el “apoyo incondicional” que les brindó Sabag. La actividad también fue un acercamiento al hijo del ex senador, el diputado Jorge Sabag:
“Jan:
Hosain Sabag fue un apoyo incondicional en nuestros temas estos últimos años. Se retira del Senado, pero no de la política según él ha dicho. Seguirá cercano a los senadores DC y puede su opinión ayudarnos. Por otro lado Jorge Sabag obtuvo una notable votación en su distrito y puede convertirse en una figura política a futuro en la Región. En el pasado votó incondicionalmente con la industria, pero no estando su padre en el Congreso, conviene se forme una opinión propia de la actividad”.
La cena en honor del ex senador Sabag tuvo lugar el 10 de abril de 2014. En una cadena de correos los directores de Asipes se pusieron de acuerdo para hacer primero una comida de camaradería y agradecimiento “para después entrar al área chica”.
CAMBIOS EN LA “BANCADA PESQUERA”
La elección parlamentaria del domingo 19 de noviembre cambió la “bancada pesquera”, como se ha denominado a los diputados de la Región del Bío Bío que han cumplido un rol relevante en la Comisión de Pesca y en cada uno de los proyectos relacionados a ese sector que se han tramitado en el Congreso. Las urnas dejaron fuera del hemiciclo a Cristián Campos (PPD), quien solo obtuvo un 3,31% de los votos, y a Jorge Ulloa (UDI), que obtuvo un 4,56%. Campos y Ulloa son dos de los diputados ligados a la pesca durante su legislatura. Clemira Pacheco (PS) decidió no presentarse a la reelección.
Los votos sí favorecieron a otros dos parlamentarios que han formado parte de la “bancada pesquera”: en 2013 Sergio Bobadilla (UDI) y Frank Sauerbaum (RN) no fueron reelectos, pero en la reciente elección recuperaron sus escaños. También fueron reelectos Iván Norambuena (UDI), José Miguel Ortiz (DC) y Jorge Sabag (DC).