24 - noviembre - 2024

Votar sí vale la pena, pero hay que seguir saliendo a la calle y participar en todos los frentes

 Perdieron los políticos lacras, entre otros. Los que por décadas vienen apoyando a los grandes empresarios y a la ultraderecha. Entre ellos están: Andrés Zaldívar, Ignacio Walker, Fulvio Rossi, Jorge Tarud, Jorge Ulloa, Gustavo Hasbún, Marisol Turres, Claudia Nogueira, Andrea Molina y Rojo Edwards. Votar sí cambia cosas.



Por: J.C.Ripper


A la mayoría no le gusta la derecha. Pero la derecha chilena tiene un electorado duro que históricamente ha sido un tercio del universo total. En ocasiones históricas esa cifra ha crecido hasta un 45% como ocurrió con el plebiscito de 1988 cuando perdió Pinochet. O sube a 52 por ciento como en 2009 que llevó a Sebastián Piñera a la presidencia. Ahora, en la elección de este domingo, esa derecha alcanzó un 36%, cuatro puntos menos a los que aspiraba, y casi 10 menos de lo que le daban las encuestas.

También en 2009 Piñera obtuvo 36 por ciento en la primera vuelta. Pero los tiempos han cambiado. Desde que asumió su gobierno, y desde que terminó su mandato con casi todos sus ministros investigados por corrupción, los vientos comenzaron a cambiar y la calle comenzó a expresarse con más fuerza.

Estudiantes y ciudadanos salieron a las calles a protestar contra el lucro en la educación, el rechazo a la imposición de represas en la Patagonia, las protestas contra la Ley Longueira y contra la corrupción, y últimamente aparecieron las masivas marchas familiares contra el sistema privado de pensiones.

Eso, en parte son los votos de Beatriz Sánchez, que le ha hecho collera al candidato gobiernistas, Alejandro Guillier, quien representa a una clase política que defendió el modelo económico impuesto por la dictadura cívico-militar y lo administró de manera placentera.

Kast también dio una sorpresa al obtener casi 8 por ciento. Su campaña criticó fuertemente a Bachelet, defendió la dictadura y a los militares criminales y les dio varios abrazos a los evangélicos más conservadores.

Piñera podría sumar con seguridad el 8 por ciento del fascista y ultraconservador José Antonio Kast. Con esa suma no le alcanza para su propósito de llegar nuevamente a La Moneda.

Piñera entonces deberá buscar los votos del centro. Los de Kast ya los tiene.

Piñera no tiene asegurada la segunda vuelta. En tanto Guiller tendrá que buscar los votos del descontento con el gobierno y que se fueron a Beatriz Sánchez; esperar que los votos de la democracia cristiana de Goic lo apoyen; y que los simpatizantes de MEO también se sumen a sus estadísticas para lograr el sillón presidencial.

 

Las Encuestas Mafiosas

Otra vez fracasaron las encuestas. ¿Ya no leen la realidad?… La encuesta CEP le daba 44,4% a Piñera, CERC-Mori le entregaba 44%, Cadem 45%, y Adimark: Piñera obtiene un 40%.

El resultado final para el empresario fue de 36,7%. Un mal resultado para la derecha. Aspiraban a no bajar de un 40.

Los resultados entregados por las proyecciones de Radio Bio-Bio que siempre han acertado, a las 19:30 horas, entregaba estas cifras: Piñera: 36,7; Guiller 23,2; Sánchez 19,6; Kast 7,9; Goic 5,9; MEO 5,8; Artes 0,5; Navarro 0,4.

En la noche la crítica dura fue para las encuestas. El influyente alcalde comunista de Recoleta, Daniel Jadue, twitteó: “Las encuestas no se equivocaron. Son una herramienta de la clase dominante para intentar crear realidades más que representarlas”

Beatriz Sánchez, esta noche, la noche de su triunfo político, lo dijo. Y ella, por su profesión de periodista, sabe de encuestas, de tramas políticas y de cómo funciona el mundito ABC1 de las metodologías cuantitativas y estadísticas: «Hubiesen dicho la verdad, estaríamos en segunda vuelta. ¿Dónde está ese oráculo que es la CEP que nos borró del mapa?… Yo mañana quiero una explicación de estos que se sienten los dueños de Chile, diciendo que nosotros estábamos fuera. Explíqueme en qué momento íbamos a sacar un 8 % cuando sacamos un 20 por ciento». Eso dijo la BEA.

 

Frente Amplio, Gran Triunfador

Por lo menos en la prensa no se expresó, no se apostó, ni se calculó, los 20 diputados que fueron electos por el Frente Amplio. Ni siquiera los mismos frenteamplistas estimaban cifra tan optimista. Pero ocurrió. Veinte diputados y un sillón senatorial. Más todavía, 20 por ciento de votos presidenciales, que preocupa a los gobiernistas y derechistas.

El Frente Amplio ganó. Pero tiene que conversar internamente para ver que hace con todo eso en este sistema electoral, institucional, que todavía está basado en la dictadura pinochetista y en la administración corrupta de los últimos 20 años. El Frente Amplió ganoó, pero todavía cultural y políticamente es frágil. Estos números eleccionarios, la necesidad ganadora y de aparecer en las redes sociales, la prensa y la TV, no necesariamente significa movilizar gente en la calle.

En la campaña se vio esa fragilidad y desprolijidad para mostrarse como un bloque. Es más, “si todos los partidos hubieran apoyado más decididamente a Beatriz Sánchez, fácil podría haber pasado a segunda vuelta”, dice un amigo.

Ahora el Frente Amplio, tiene poder electoral y tiene 20 por ciento de votos, que son los que necesita Guillier. Al parecer, la cuestión pragmática de la gente, orientará los votos a Guillier, a pesar de cualquier negociación.

La gente que votó por el Frente Amplio, a pesar de todas las discusiones, apostará por Guillier…

Votar si vale la pena. Entre varios de los que perdieron, aparecen políticos lacras, que por décadas vienen apoyando a los grandes empresarios y a la ultraderecha. Andrés Zaldivar, Ignacio Walker, Fulvio Rossi, Jorge Tarud, Jorge Ulloa, Gustavo Hasbun, Marisol Turres, Claudia Nogueira, Andrea Molina y Rojo Edwards. Votar sí cambia cosas.

 

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