09 - noviembre - 2024

¿Quiénes se quedarán con el Agua Bendita de la Patagonia?

HidroAysén y Energía Austral bajaron cortina y abandonaron sus nefastos megaproyectos y la primera anunció que renunciarían a sus derechos de aprovechamiento de agua en el Baker y Pascua. A esto hay que sumar que AES Gener ya había renunciado antes a sus derechos ahí. La diferencia entre el que se renuncia o a que se rematan es sustancial. 


Peter Hartmann, Coordinador Coalición Ciudadana por Aisén Reserva de Vida.


El título es parte de la letra de una canción que cantaba Juan Pablo Orrego en el CD «Patagonia sin Represas», sobre esas aguas que en algunas cuencas eran monopolizadas por HidroAysén, AES Gener y Energía Austral. Esas aguas, de los principales ríos de Chile y de la más alta calidad mundial. Agua, que debe ser el principal patrimonio de esta región, entre ellos también su servicio de paisaje y fuente de vida de millones de seres vivos, inclusive en los fiordos. Y como empezamos el año con buenas noticias, pretendemos continuar así, ahora con como las y los habitantes humanos y demás seres de las cuencas del Baker y Pascua y del Cuervo recuperan el dominio sobre sus aguas benditas.

Como es sabido, tanto HidroAysén como Energía Austral bajaron cortina y abandonaron sus nefastos megaproyectos y la primera anunció que renunciarían a sus derechos de aprovechamiento de agua en el Baker y Pascua. Si sumamos a eso de que AES Gener ya había renunciado antes a sus derechos ahí, en esas cuencas, eso incluye todas las aguas que fluyen hacia esos ríos, se va a poder solicitar, al fin, derechos que antes eran rechazados. Entre ellos decenas de solicitudes por solo medio o un litro, otro para agua potable de Cochrane, otras para emprendimientos turísticos y de riego. Según nos hemos enterado, HidroAysén estaba por inscribir su renuncia en el conservador respectivo. Eso, mientras aparecían este lunes 15 de enero en el listado de pago de patentes por no uso del agua 2018, al igual que Energía Austral. Y esta última, por lo visto, ni siquiera se da el trabajo de renunciar a sus derechos de agua ya que aparecen todos (9, eso es, en los ríos Cuervo, Blanco y desagüe Lago Condor) en el listado de remate por patentes impagas publicado el jueves 11 pasado. Empresa definitivamente de mala clase no en vano Glencore tiene de las peores malas famas mundiales.

La diferencia entre el que se renuncia o a que se rematan es sustancial. De la primera forma, vuelven al fisco y cualquiera puede solicitar lo que necesite de la forma habitual y con las reglas del juego del Código de Aguas. O sea es una oportunidad largamente esperada. También es una oportunidad para que el Estado reserve parte de ese caudal por razones de bien público, derechos humanos y ambientales. De la segunda, un remate ordenado por el Servicio de Tesorerías a nombre del Juzgado de Letras, Garantía y Familia de Aysén por un martillero público, en Coyhaique, en marzo próximo. En ese remate el Juez si se le solicita puede fraccionar la cantidad de agua a rematar (esa que dicen es un bien público y no una mercancía) y si no hay oferentes se llama a un segundo remate. Si ahí aún no hay oferentes los derechos, al fin, pasan al fisco –Bienes Nacionales. En este caso, como se apreciará la oportunidad es mas bien de negocio, y es bastante mas complejo solicitar derechos mínimos y para que el estado establezca reservas.

Ahora, el que vuelvan al fisco implica que quienes soliciten derechos tendrán que cumplir con las nuevas reglas del juego, eso es las modificaciones al Código de Aguas del 2005 y esperamos ansiosamente, también aquellas que están en trámite en el parlamento y que algunos han hecho de todo por demorar y aportillar. Seguramente, intentarán que esto pase al próximo gobierno, que por la experiencia anterior ya sabemos no es amigo de regular su uso para el bien común. Vale recordar que en la época en que se otorgaron esos derechos, con un Código de Aguas considerado el mas neoliberal del mundo, ni siquiera se dejaba caudal ecológico y menos aún reservas para el uso humano. Es más, en esa época era común sobreexplotar caudales, o sea, en la realidad no existe la cantidad de agua sobre la que se otorgó derechos. Eso solía ser por desorden y dificultad técnica. Hoy para remate se suma el cambio climático. También ocurría, como en el caso del Cuervo, que el solicitante entregaba estudios con datos hipotéticos a conveniencia y contaba con amigos en la corte y lobby político para que se los otorgasen. La cuestión es que será interesante ver como se rematarán caudales a todas vistas inexistentes de ese río. ¿Alguien arriesgará pagar por algo así? A propósito, en el listado de derechos a rematar también vemos aquellos de Pedro Walker y Energías Renovables de Aysén ¿Es que los Walker abandonan su interesante proyecto hidroeléctrico aisenino (aparte de su lugar en el Senado)?

Por lo que se aprecia, en este tema del agua como bien común de Aisén reserva de Vida aún hay harto por hacer.

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