A las comunidades Kawésqar que desde hace 6.000 años habitan los archipiélagos patagónicos occidentales, sólo les queda seguir luchando a nivel nacional e internacional para defender su mar (Kawésqar Waes) de una salmo-industrialización forzada, y recuperar el acceso y uso de su maritorio ancestral. Ello sólo será posible fortaleciendo una amplia alianza con los pueblos originarios Mapuche y Rapa Nui, así como con los movimiento sociales patagónicos y chilotes.
Juan Carlos Cárdenas N.
Médico Veterinario
Centro Ecocéanos
La presidenta Bachelet firmará este lunes el decreto supremo que crea el parque nacional Kawésqar, el cual, con sus 2,8 millones de hectáreas de superficie terrestre, será el mas extenso, biodiverso y polémico de la red nacional de parques de la Patagonia y de la región de Magallanes y Antártica chilena.
La creación de un mega parque nacional en una de las regiones más prístinas del planeta, al cual se le excluye su mar adyacente, constituye un hecho atípico en los estándares de la conservación internacional. Mas aún, cuando el mar que se elimina constituye la base material y espiritual de la cosmovisión, identidad cultural, saberes y prácticas ancestrales de pesca, caza y recolección de las últimas comunidades canoeras Kawésqar.
Esta opaca y abusiva decisión pro-empresarial de la administración saliente, contradice el espíritu y legado ambiental de Douglas Tompkins, evidenciando la falta de voluntad política del Estado de Chile para proteger de manera veraz e integral los ecosistemas acuáticos y terrestres de la Patagonia, con el objetivo de favorecer los intereses económicos de la industria salmonera transnacional en su proceso de acelerada expansión en las aguas de Magallanes.
A la vez, deja constancia ante la comunidad internacional, que el Estado chileno continúa implementando de manera implacable y sistemática su histórica política genocida y de asimilación cultural de las comunidades canoeras y nómades de la Patagonia occidental sudamericana.
Parque Nacional Kawésqar: Sin mar, sin participación… y sin Kawésqar
El denominado Consejo de Ministros para la Sustentabilidad (sic), particularmente los Ministerios de Economía, Medio Ambiente y de Bienes Nacionales, ignoraron sistemáticamente durante los últimos tres meses, las exigencias y propuestas presentadas por las 12 comunidades Kawésqar durante la consulta indígena efectuada entre julio y octubre del 2017 en la ciudad de Puerto Natales.
Este proceso formal realizado por el Estado chileno en el contexto de los compromisos adquiridos por la ratificación del Decreto 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de Naciones Unidas, permitió que las comunidades Kawésqar unieran voluntades para entregar un consistente documento de posición unitaria frente a la ministra de bienes nacionales, Nivia Palma.
Allí se le indicaba de manera taxativa que sólo apoyarían el establecimiento de la red de parques nacionales de la Patagonia si incorporaba las prístinas aguas marinas circundantes al parque nacional Kawésqar, bajo la figura de un área marina protegida de múltiples usos (AMP-MU), en la cual se excluyeran las destructivas actividades de salmonicultura industrial.
Esta posición central se complementaba con la exigencia de co-administrar esta nueva área silvestre protegida y de participar en la elaboración de su plan de manejo.
Sin embargo, el accionar del Estado con posterioridad a la consulta indígena fue de ignorar a las comunidades, ocultando información legal y cartográfica solicitada, y realizar una activa intervención de las comunidades con el fin de fomentar su división interna. Esta irregular situación se complementó con negociaciones informales entre la industria salmonera y algunas comunidades indígenas no vinculadas al mar, con el fin de obtener su respaldo al futuro establecimiento de nuevos centros salmoneros en las aguas circundantes al parque nacional Kawésqar, a cambio de la entrega de ayuda asistencial.
Lo anterior no es menor, ya que en la actualidad existen 27 concesiones de cultivo industrial de salmónidos en las aguas que rodean este parque nacional, mientras otras 146 nuevas solicitudes acuícolas se encuentran en trámite por parte del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca). De ellas 118 son de salmones, 22 de mitílidos y 6 de algas.
Detrás de esta estrategia de sistemática exclusión de las comunidades nómades canoeras se encuentran las manos del Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y del Programa Estratégico Mesoregional “Salmón Puro de la Patagonia”, impulsado por el Ministerio de Economía y la Corporación de Fomento a la Producción (Corfo), cuya meta es alcanzar una producción total de 1,2 millones de toneladas anuales de salmónidos para el 2030.
Un Macondo Ambiental Patagónico
La firma del decreto supremo por parte de la presidenta Bachelet, cuando quedan 40 días para terminar su mandato, iniciará un inédito capítulo de realismo mágico ambiental en la Patagonia chilena. Mientras la porción terrestre del parque nacional gozará de la máxima categoría de protección ambiental, sus valiosas aguas marino costeras adyacentes estarán intervenidas por cientos de centros de cultivos industriales altamente contaminantes con sustancias químicas (antibióticos, antiparasitarios, antifúngicos, pinturas antifouling y colorantes) como orgánicas (fecas de salmones y alimento no consumido que cae al fondo marino).
La mas biodiversa área del país en mamíferos y aves marinas, deberá convivir con una industria exportadora basada en la producción intensivas de especies de peces carnívoros introducidos desde el hemisferio norte (salmón del Atlántico, salmón Coho y trucha arcoíris), las que se destinan en un 98% a los mercados internacionales.
Por la defensa de la vida y los derechos ancestrales en el Kawésqar Waes
En las horas previas a la firma de creación del parque nacional Kawésqar, y ante la creciente presión de las comunidades canoeras, la que ya cuentan con el apoyo nacional e internacional de 10.500 firmas de la campaña ciudadana en apoyo al pueblo Kawésqar, el gobierno anuncia una sui generis visita póstuma el 5 de febrero a Magallanes del ministerio de medio ambiente para anunciar la elaboración de un expediente sobre la futura creación de un AMP-MU en el próximo gobierno, en el cual se “respete los derechos adquiridos” de las concesiones salmoneras en el área.
A las comunidades Kawésqar que desde hace 6.000 años habitan los archipiélagos patagónicos occidentales, sólo les queda seguir luchando a nivel nacional e internacional para defender su mar (Kawésqar Waes) de una salmo-industrialización forzada, y recuperar el acceso y uso de su maritorio ancestral. Ello sólo será posible fortaleciendo una amplia alianza con los pueblos originarios Mapuche y Rapa Nui, así como con los movimiento sociales patagónicos y chilotes.
Para los próximos cuatro años se plantean como elementos claves para avanzar en la democratización de la sociedad chilena, la revitalización cultural y la creciente visibilización de las demandas del pueblo canoero Kawésqar, la ratificación del convenio 169 de la OIT, la defensa y empleo activo de la ley de áreas costeras de pueblos originarios (Ley Lafkenche), y la anulación de la corrupta ley de pesca y acuicultura.