La sextorsión, la venganza porno y el ciberacoso son algunos de los delitos que se nutren del engaño y de la traición a los incautos que comparten su intimidad por internet.
El número de casos ha aumentado de manera tan significativa que las autoridades en Estados Unidos, Canadá, Australia, Gran Bretaña y España han iniciado campañas para frenar los chantajes sexuales virtuales.
No hay un perfil definido de las víctimas, que incluyen adolescentes y adultos de ambos sexos y todas las edades.
“Mi ex novio insistía en que volviera con él después de que nos separamos. Amenazó con suicidarse. Me envió mensajes de texto horribles, mensajes por Facebook, notas de voz diciendo que él me haría tanto daño como yo le había hecho a él. Me amenazó con publicar en Facebook fotos que le envié cuando éramos novios donde aparecía desnuda a mi universidad o a mis padres”, relató una joven de 21 años sobre su experiencia con un romance que terminó en un caso de acoso sexual online.
Tampoco hay un solo tipo de perpetradores. Pueden ser hombres y mujeres con deseos de venganza, miembros de bandas criminales dedicados a la extorsión y lapornografía y hasta adolescentes con altos conocimientos de informática que sienten el impulso de hacer daño.
El FBI informó en enero la detención y posterior condena de Gerardo Uribe, un hombre de 32 años que se hacía pasar por un niño de 13 años para manipular a una niña de 12 años a producir pornografía vengativa para él.
Los peligros del desnudo
La sextorsión es una forma de explotación sexual que ocurre cuando una persona que posó desnuda, o que grabó videos mientras realizaba juegos eróticos o mantenía relaciones sexuales es chantajeada por individuos o mafias que poseen esas imágenes y la coaccionan a producir pornografía o pagar dinero para evitar la divulgación de sus privacidad en las redes sociales.
En el caso de la pornografía vengativa, o venganza porno, el atacante sólo desea vengarse o hacer daño por celos o por despecho. No espera ni desea dinero por publicar las imágenes obtenidas de manera consensual con la persona que se convierte en vícitima
Un estudio realizado por la ONG Thorn a 1.631 personas en Estados Unidos demostró que la agresión sexual virtual generalmente comienza en un clima de confianza.
“Los perpetradores son con frecuencia las actuales o antiguas parejas románticas o sexuales que intentan hostigar, avergonzar y controlar a sus víctimas”, explica el informe de Thorn, fundada por los actores Demi Moore y Ashton Kutcher para frenar la explotación sexual infantil mediante el uso de la tecnología.
Los agresores obtienen las imágenes mediante el sexting, que es la práctica de compartir textos o imágenes sexualmente explícitas de sí mismos mediante dispositivos móviles, y el sexcasting, que involucra videos que se transmiten en vivo mediante una webcam.
Los expertos señalan que los niños y jóvenes que han crecido con acceso a la tecnología, llamados nativos digitales, son los más vulnerables por la espontaneidad con la que se relacionan a través de sus dispositivos móviles en redes sociales.
En la actualidad uno de cada siete adolescentes envía textos y fotografías sexuales y uno de cada cuatro los recibe, según un informe publicado por la revista de pediatría de la Asociación de Medicina de Estados Unidos, JAMA, publicado el 26 de febrero de 2018, que incluyó a 110.000 jóvenes a nivel mundial.
En Gran Bretaña, el 44 por ciento de los niños ha visto fotografías sexuales de las niñas de su escuela, y un 15 por ciento de los adolescentes ha practicado sexting con un extraño según una investigación coordinada por la organización GuardChild.
Fuente: Yahoo Noticias
