Las fuerzas vivas del movimiento ciudadano organizado por la defensa de sus territorios, sus aguas y su gente, Todos Somos Cobquecura (FB); se mantiene en estado de alerta y se dispone a marcar presencia en todas las instancias posibles para evitar la imposición e instalación que implica el intento de una empresa pesquera (Inversiones Pelicano S. A.) de gran escala en las costa de la nueva región de Ñuble y Biobío (En región del Maule existen solicitudes de concesiones marítimas).
Fuente: https://maulecoastkeeper.blogspot.com/2018/08/todos-somos-cobquecura-se-prepara-para.html
Muchas localidades se han ido sumando para enfrentar la expansión e intento de la industria de acuicultura intensiva de instalar “granjas marinas” ó “cultivos de salmón” (a pesar del negro prontuario de la industria en el extremo sur del país), en bienes públicos, estableciendo una clara amenaza para el desarrollo económico local y la propia visión o vocación natural de los territorios.
Contexto
A fines del año 2015, inversiones Pelicano S.A., ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental Biobío, vía Declaración de Impacto Ambiental (DIA), ocho proyectos (sumando 3 más al sur del río Itata, once en total. Hoy existen 17 proyectos presentados: 15 en evaluación y 2 en admisión en Ñuble y Biobio). Este fraccionamiento le permite, amparado por la ley, baipasear un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) dado que resulta obvio que es un solo gran proyecto, en una misma área territorial y cuya presentación, prácticamente, se da al mismo tiempo bajo un mismo titular; convirtiéndose en el “abrelatas” o “punta de lanza” de la industria, lo que les permitiría su expansión en espacios marinos abiertos (offshore) e inexplorados debido, principalmente, a que el impacto producido en el sur por la carga de la industria (Seno de Reloncaví, Patagonia, Chiloé, Los Lagos, Aysén, Magallanes) por la sobreexplotación de las concesiones marítimas (propiedad, decisión y responsabilidad del estado de Chile en su otorgamiento) les impide poder seguir explotandolas, debido a la incapacidad del medio acuático de recuperarse naturalmente por el exceso y sobrecarga del negocio (nutrientes, alimento, fecas, antibióticos, pesticidas, vacunas, etc.). Esto ha obligado a la industria a buscar nuevas formas y lugares y, de manera experimental, pretenden instalarse en mar abierto lo que, a todas luces, es un contrasentido. Sobre todo si pensamos que las costas de Ñuble son en extremo bravías y existen antecedentes recientes de fugas masivas de salmónidos en el mar debido a condiciones climáticas adversas (Desastre en Isla Huar).
El segundo plazo de extensión (primero se dió en octubre de 2017), solicitado por la empresa, se cumple a fines de octubre del presente año. En esa fecha Inversiones Pelicano S. A. debe dar respuesta a las observaciones presentadas por distintas organizaciones y esperamos se defina su inviabilidad.
Ante este escenario la comunidad se ha mantenido en estado de alerta permanente y convocando activamente a las comunidades cercanas, como así también, haciendo un llamado a todo Chile y organizaciones internacionales, denunciando lo que implicaría esta imposición y amenaza de beneficio (lucro) privado. Desde esa perspectiva, y en el tiempo que resta, las organizaciones locales; comités de defensa del borde costero; municipios y parlamentarios; vecinos y vecinas, amigos y simpatizantes al movimiento Todos Somos Cobquecura, levantan la voz una vez más y comenzarán diversas formas de movilización para manifestar su rotundo rechazo a este negocio que atenta con la propia y legítima visión que los residentes locales tienen de su zona y territorio. Es por ello, que decimos fuerte y claro «Fuera empresas salmoneras. Por nuestro futuro y quienes nos siguen los pasos».
A las autoridades se les exige que velen por la salud de nuestra gente y medio ambiente, conviniendo, que son ellos los responsables de aprobar este tipo de proyectos y, ante todo, se deben a las comunidades más vulnerables que representan. Basta de lucrar en bienes públicos y dejar las externalidades de su negocio en lugares que no se le necesita y cuyo daño es incuantificable.