La falta de una asignación real de límites bien definidos al mundo de las transnacionales para que respeten en estricta relación a los ecosistemas, son difíciles de balancear por los intereses de los diferentes gobiernos ante los temas económicos-políticos-empresariales que marcan las diferentes tendencias ideológicas, que no toman en cuenta en forma seria, profesional y responsable el uso del medioambiente.
Por Andrés Gillmore
27 de agosto de 2018
Desde hace rato que los intereses del mundo empresarial suelen denominar despectivamente todo lo que tenga que ver con ecología y la defensa del medio ambiente, como si la ecología estuviese en contra del desarrollo de un país. La verdad que lo que la ecología propone es todo lo contrario. Lo que propone sustancialmente la ecología, es que exista una visión de desarrollo con sustentabilidad y proyección de futuro y que se tome el medio ambiente como un aliado del ser humano y no un contrario: que es algo muy distinto de la propuesta neoempresarial de los modelos de desarrollo como el chileno. Que ven los recursos naturales como infinitos y que no importan cómo se exploten, lo importante es sacar esa riqueza a como de lugar, invirtiendo lo menos posible para maximizar la rentabilidad lo más posible. Incluso muchas veces manipulando los estudios para lograr objetivos que serian imposibles de lograr si se respetaran las leyes y la constitución.
Esta forma de ver el modelo de desarrollo, es una visión del pasado en el mundo del futuro, que en Chile los intereses creados hacen ver despectivamente al mundo ecológico. Nuestra sociedad ha sido manipulada y nos transformaron en individuos que poco entienden del tema ambiental, que solo les interesa lograr dinero a como de lugar para comprar cosas y sentirse bien con ellos mismos. Con el pasar del tiempo ese formato de sociedad que nos han inculcado, se ha transformado en la representación gráfica de lo que es cavar su propia tumba, que para un país como Chile significa el subdesarrollo en forma y fondo. Tanto es así, que nos hemos dado cuenta que no somos lo desarrollado que pensábamos y que a decir verdad somos muy, pero muy subdesarrollados.
Con el pasar del tiempo hemos estado entendiendo cada vez más que nuestro querido y amado Chile esta contaminado de norte a sur y de cordillera a mar. Los recientes sucesos de Quinteros-Puchuncavi, no es más que la crónica de una crisis existencial anunciada que se viene dando desde hace décadas, poniendo sobre la mesa una vez más, que las zonas de sacrificio son una realidad y que las podemos encontrar en todo Chile, impuestas por el desarrollo minero, salmonero y forestal, que nos hacen tomar conciencia que la realidad ambiental de Chile es desastrosa en muchos y variados sentidos.
El concepto de sustentabilidad ecológica es lo más proactivo que podemos encontrar para el desarrollo de un país como Chile. Actualmente todo tipo de modelo económico y productivo debe tener la capacidad de exigir en la explotación de los recursos naturales, que se desarrolle con sustentabilidad ambiental y social; que va mucho más allá de cumplir con leyes y normas. El formato de lo que se espera de un desarrollo moderno, es que debe ser socialmente positivo a través de la creación de valores éticos y morales y exigir una conducta empresarial responsable ante la territorialidad y respeto por las comunidades. La sustentabilidad de los medios productivos y de servicios, se ha transformado en una necesidad ineludible de la supervivencia para las empresas y para la comunidad en donde pretenden instalarse con sus proyectos.
La mayor parte de los problemas de producción en términos mineros, salmoneros y forestales giran en torno a la opulencia, en la acumulación, la desigualdad y la generación de nuevas demandas de bienes y servicios, considerados como sinónimos de desarrollo, muy lejos del equilibrio y la armonía que toda sociedad debe proyectar y de los cuales radican la ignorancia de la subsidiariedad del principio de eficiencia social que se rige en nuestro querido Chile, con normas del pasado en el mundo del futuro.
A lo largo de la historia geológica de la tierra, las especies de plantas y animales han estado sometidas a diversos procesos de evolución. Muchas especies se extinguieron en los distintos niveles geológicos. El 99% de las especies que han existido se han extinguido a los días de hoy. En la historia reciente del planeta tierra, el ser humano ha estado influyendo cada vez más en la extinción de miles de especies nativas. La pérdida de esa biodiversidad ha producido un proceso de disminución de la diversidad ambiental al nivel de los ecosistemas, las especies y sus genes. No se trata sólo de la reducción del número, sino, del cambio real en las frecuencias relativas con que nos encontramos en los territorios intervenidos, donde los ecosistemas, las especies y las combinaciones genéticas pasan a ser más abundante en detrimento de las nativas y eso en si mismo es muy grave.
La mayoría de los expertos han concluido con el paso de los años, que una cuarta parte de la diversidad biológica de la tierra en la actualidad esta en grave peligro de extinción. Entre 1990 y 2020, la extinción de especies nativas han sido provocadas principalmente por la deforestación, que con el pasar de los años han eliminado entre el 5 y 15% de las especies del planeta. Equivaliendo a tener que aceptar la pérdida irremediable de 15.000 a 50.000 especies al año, o alrededor de 40 a 140 al día. Las cuatro causas principales de la pérdida de la diversidad biológica, es por la pérdida y la modificación del hábitat natural de la especies, por la explotación excesiva de los recursos naturales, ante la contaminación del territorio por los malos manejos empresariales y lo negativo que significa para el medio, la introducción de especies exóticas que amenazan a la flora y fauna naturales de un determinado territorio, ante la alteración del hábitat natural, por modelos de desarrollo productivo que no toman en cuenta el medio ambiente y la sustentabilidad de las comunidades que los habitan y que con el tiempo terminan destruyendo y contaminando todo ese valor que es de todos……
La ecología no es más que la ciencia que estudia las interrelaciones de los organismos entre sí y con el medio ambiente en donde estan afincados. Medio ambiente para los que no lo saben, toma en cuenta los factores inorgánicos y orgánicos de los cuales depende todo ser vivo que habite el planeta tierra para subsistir; incluido el ser humano. Los factores orgánicos son de orden material como el suelo o el agua y energéticos, como la radiación solar que actúa sobre los factores orgánicos ante los otros organismos. La ecología además es el estudio de la distribución, la abundancia de las especies y sus relaciones con el medio ambiente en el que estan. En resumidas cuentas, es la ciencia que estudia las interacciones de los organismos vivos con el ambiente donde habitan y es la ciencia que le da la base de sustentación a la sobrevivencia humana en la tierra.
Los modelo de desarrollo económicos y sociales deben tener la capacidad de analizar los ecosistemas desde el punto de vista de cómo su intervención afectará al territorio en cuestión y las comunidades que lo habitan, que incluyen los procesos químicos, biológicos, económicos, políticos, sociales, éticos dentro de un gran todo, que a fin de cuentas es donde esta lo básico de la sustentabilidad humana. La ecología organiza el conocimiento de las interacciones que se presentan en la naturaleza en la construcción de los modelos económicos y productivos, que como todos sabemos tienden a simplificar la realidad para desarrollar procesos que económicamente sean rentables y más que evaluar los acomodan a sus intereses y no son modelos sustentables en el tiempo, que como sabemos terminan determinando variables negativas en sustentabilidad de una determinada comunidad, que en la actualidad son claves ante la situación del cambio climático y el calentamiento global que nos afecta; que nos obliga como sociedad a tener que determinar la integración de formatos consistentes y ordenados, para que ajusten a las variables referenciales que comúnmente los modelos económicos dejan de lado para garantizar sus intereses.
Todo lo que tenga que ver con la sustentabilidad del medio ambiente debe ser analizado y aplicado por medio de la biocenosis ( conjunto de organismos, vegetales y animales que viven y se reproducen en determinadas condiciones) y los medios de extensión donde estan inmersos, que pueden ser tremendamente predeterminantes para la evaluación de proyectos de desarrollo. Un árbol, un bosque, un lago, un río, un océano son variables de alta gama entre muchos otros, que nos deben hacer entender que siempre se tratara de un sistema donde encontraremos la fijación de la energía solar, la circulación y la ransformación de la materia orgánica y sus nutrientes por medio de la acción de los seres vivos y que va en estricta relación con el metabolismo con que se activa cada territorio.
La funcionalidad de un ecosistema armónico y balanceado, es por sobre todas las cosas un sistema cerrado por el flujo de la materia de los diferentes organismos que lo componen, que se denomina como comunidad. Al día de hoy se han determinado cuatro causas principales para la pérdida de la diversidad biológica y la sustentabilidad de un territorio: pérdida o modificación del hábitat por la explotación excesiva de los recursos naturales. La contaminación de determinados procesos productivos. La repercusión de la introducción de especies exóticas que amenazan a la flora y fauna naturales por la depredación, la competencia y la alteración del hábitat natural. Dada la realidad actual por el exceso de temperatura ambiente ante la interrelación entre ambos componentes con el cambio climático de los ecosistemas = comunidad + medio abiótico ( Que es fundamental en un ecosistema e influye en los seres que viven y que muchas veces no permite la vida) podemos decir sin temor a equivocarnos, que estamos en la actualidad en una clara emergencia ambiental a nivel PAÍS.
La falta de una asignación real de límites bien definidos al mundo de las transnacionales para que respeten en estricta relación a los ecosistemas, son difíciles de balancear por los intereses de los diferentes gobiernos ante los temas económicos-políticos-empresariales que marcan las diferentes tendencias ideológicas, que no toman en cuenta en forma seria, profesional y responsable el uso del medioambiente. Cada día que pasa se hace urgente tener claro que el objetivo que toda sociedad debe tener para su sustentabilidad ( mantener por sí mismo, sin ayuda exterior y sin agotar los recursos disponibles) es relacionarlos con los territorios y de acuerdo con sus ventajas comparativas y de esa manera construir una relación funcional entre los seres vivos y los factores en la intervención del medioambiente con formatos productivos, que no nos hagan perder la perspectiva de lo que significa la composición de la comunidad y su proyección de futuro.