Empresas tramitan concesiones en costas del Maule, otras ya presentaron proyectos en la nueva región de Ñuble. Movimientos sociales de Cobquecura, Colmuyao, Rinconada, Taucú, entre otras localidades, se organizan para frenar a las salmoneras.
Por: Rodrigo Fuentes. Radio Universidad de Chile
Pese a desastres ambientales, industria salmonera busca llegar a la zona central del país
Movimiento ciudadanos organizados de la Región del Biobío, provincia de Ñuble y Maule se preparan para rechazar en todos los ámbitos posibles los nuevos centros de cultivo de salmones que se espera lleguen próximamente a las costas próximamente.
Biobío completó más de 70 solicitudes, 11 corresponden a Cobquecura, 15 a Coronel, Lenga, Talcahuano; hacia el norte también llegan al sector de Curanipe, Peyuhue, sin manejo de límites como lo establecen las llamadas “Áreas Triple A”, emanadas desde la actual Ley de Pesca y que dirige la Subsecretaría del ramo.
El vocero del movimiento “Todos Somos Cobquecura”, Cristóbal Bustos, indicó que las comunidades de toda la zona costera eventualmente afectada se mantienen en alerta y preocupada por la llegada de la industria que sigue sumando desastres ambientales, especialmente en la región de Los Lagos.
“Los que está pasando en Chiloé, ahora quieren que pase en las regiones del Maule y Biobío. Entendemos que Sernapesca no tiene la capacidad de fiscalizar, como ninguna institución del Estado, entonces acá hacen lo que quieren, ya que no existe una debida regulación, por tanto, pueden arrasar con las costas del Océano Pacífico para alimentar a la industria, por eso estamos por armar una Confederación de Defensa del Borde Costero”, afirmó.
Cristóbal Bustos agregó que localidades costeras, se están movilizando para manifestar su rotundo rechazo al negocio de la industria salmonera, que atenta, según el vocero, contra la propia visión de los residentes locales, quienes apuestan por el desarrollo turístico.
El integrante de “Todos Somos Cobquecura”, indicó que se pretende ampliar el área protegida designada como Santuario de la Naturaleza que incluye una lobería, además de constituir una zona de paso de ballenas y de la mayor colonia del país del denominado delfín chileno o tonina.
“Hacia el norte no sé a dónde irán a llegar, los límites son decretados a raja tabla frente a todas las costas de Chile, por eso donde haya área acuícola apta, cualquier empresario acogiéndose a la Ley de Pesca, puede pedir concesiones o solicitar traslado, entonces la pelea es también contra la normativa vigente que aprueba la sobrepoblación de salmones, lo que eventualmente conlleva a la destrucción del fondo marino y todo el ecosistema que lo rodea”, subrayó.
En el tema de proliferación de concesiones salmónidas cobra mayor importancia luego que el consorcio Agrosuper, de propiedad de la familia Aristía, adquiriera la propiedad de la mega empresa del rubro AquaChile S.A.
Para el director de la ONG Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas, en caso de contar con la aprobación de la autoridad de libre competencia, Agrosuper quedaría con 335 concesiones salmoneras de las 1.355 otorgadas, lo que representaría el 24 por ciento de las existentes en el país. “Este proceso prepara una nueva fase de expansión en la Patagonia, pero también en Biobío, Ñuble y el Maule. Se espera que para el año 2030, Chile esté produciendo casi un millón y medio de toneladas al año, hoy se están procesando cerca de 700 mil toneladas, es decir, se van a duplicar los criaderos, con un altísimo impacto desde el punto de vista sanitario, ambiental y social”.