La dirigenta indígena manifestó su preocupación por el asentamiento del barco con desechos pesqueros Seikongen y su potencial daño al medioambiente. Asimismo, la vocera criticó el extractivismo que saquea los recursos naturales de la zona. “El estado se pone de lado de los empresarios y no ve el daño que le hace a la gente más necesitada”, afirma.
Por Christopher Jerez Pinto
radiodelmar.cl
Hace unas semanas, la presencia en los mares de Chiloé del buque Seikongen -embarcación que contiene desechos tóxicos de las salmoneras- preocupó a las organizaciones sociales y comunidades que reclamaron ante una posible emergencia como la que los afecto el año 2016, cuando la marea roja y el vertimiento de salmones muertos en el mar generó masivas protestas sociales en el archipiélago.
Hoy, el barco se encuentra asentado en la isla Tenglo en Puerto Montt, sin un destino final claro. Ante esto, las organizaciones han mostrado preocupación por la situación medioambiental de la zona. Ruth Caicheo es werkén del Consejo de Comunidades Huilliches de Chiloé y una activista conocida de las temáticas indígenas y medioambientales.
A dos años del desastre marítimo que se vivió en la isla, ¿cómo ven el avance en materia de protección medioambiental?
– Nosotros como pueblo huilliche de Chiloé venimos dando la lucha hace muchos años y obviamente que uno de los temas que nos afecta todos los días es el tema de las salmoneras y cómo ellos van destruyendo nuestros mares. Todos saben lo que pasó acá en 2016, donde los chilotes y comunidades se levantaron y alzaron la voz por todo el daño medioambiental que esto produjo. Nosotros en Ancud fuimos los más afectados ya que el vertimiento de salmones en descomposición fue muy cerca de nuestras costas. En ese tiempo mantuvimos por 19 días tomadas las carreteras de toda la isla. Como huilliches somos personas que estamos conectadas con el mar. Para nosotros es el sustento de nuestras vidas.
Ruth comenta que el traslado del Seikongen se debió a “la rápida acción de los movimientos sociales, sino todavía lo tendríamos en nuestros mares. Siempre tenemos que estar a la defensiva. Tenemos que estar atentos, ya que los entes que tienen que fiscalizar estas irregularidades no lo hacen”.
¿De qué manera han dado respuesta los gobiernos a las demandas de la movilización del mayo chilote en 2016?
El 2016 nosotros acudimos a una sesión de la Comisión de Medioambiente del Senado, ya que ellos se habían comprometido a sesionar en Chiloé y nunca lo hicieron. Así que nosotros fuimos allá a manifestarnos y a dar a conocer lo que estaba sucediendo aquí. Denunciamos y exigimos que ellos tomaran medidas porque eso (el vertimiento de desechos tóxicos) se había hecho con pleno conocimiento de las autoridades, como de la Subsecretaría de Pesca. Los senadores de la comisión hicieron oídos sordos a lo que nosotros les dijimos. Muchas veces cuando van dirigentes o comunidades indígenas ellos no validan la información que nosotros podemos entregar.
La werkén valora que “los mares se han estado limpiando”, pero critica “aun así hoy ponen en riesgo nuestra salud, nuestra vida. Porque ese barco ahora está en los mares de Puerto Montt, en Chinquihue y la gravedad de lo que puede pasar ahí es terrible. Hay estudios que dicen que eso puede colapsar y puede afectar la vida de las personas”.
– No podemos estar ajenos, porque lamentablemente el Estado se pone de lado de los empresarios y no ve el daño que se le hace a la gente que coincidentemente es la que más necesita.
Legado cultural y lógicas feministas
Como un espacio de resistencia y preservación de la cultura de los pueblos originarios se presenta la “Ruka Wiñoy Newen”. Recinto asentado al lado del río Pudeto y de forma autogestionada sirve como espacio de encuentro y ejercicio de la espiritualidad. Igualmente, practican la horticultura y cultivan plantas medicinales.
¿Cómo ha sido la experiencia de reunirse en esta ruca?
Mira, nosotros llevamos varios años encontrándonos culturalmente, porque la cultura de los pueblos originarios se estaba perdiendo y nosotros hemos ido en rescate de ella. En rescate de nuestra lengua, de nuestras costumbres, de nuestra espiritualidad. Nos ha permitido mantenernos con fortaleza, con newén (fuerza en Mapudungun). Hemos levantado este espacio que es también de sanación, porque la espiritualidad huilliche mapuche es una espiritualidad que no muchos entienden, pero que nos ayuda a sanar y a recibir la energía de la madre naturaleza que nos permite fortalecernos en cada ceremonia. Esa ruca que levantamos con autonomía y autogestión hoy representa la lucha de mucha gente que ha tenido que alzar la voz y que quiere un mundo mejor.
La dirigenta es enfática en que se debe defender el mar y los recursos naturales, porque “si quieren hacer el puente del Chacao es para que siga existiendo el extractivismo y que los grandes capitalistas de este país sigan haciéndose más ricos”.
Durante mayo de este año se levantaron movimientos feministas en todo el país y en distintos sectores también ¿cómo ven la llegada de la ola feminista como comunidad indígena?
– Nosotros nos sentimos muy parte del movimiento feminista, sentimos que nosotras las mujeres debemos tomar valor y levantarnos. Sacar lo que por años se nos ha impuesto por este sistema patriarcal. Nosotros como pueblos originarios hemos vivido en un sistema muy machista. Antes nosotras las mujeres mapuches huilliches no teníamos derecho a hablar en un “trawún” (reunión) o en un encuentro y hoy tenemos mujeres lonko, mujeres werkén. Hace 20 años atrás ni siquiera se hubiese pensado. Yo soy werkén de mi territorio y siento que se ha ido valorizando la labor que nosotras como mujeres realizamos. Lo importante es que se mantenga en el tiempo, que se nos reconozca y se nos respete.
Ruth recuerda que es el día de la mujer mapuche huilliche, pero cree que no hay nada que celebrar aún. “Hay que reflexionar sobre lo que no se ha mejorado y en las cosas que ocurren a diario. Tenemos a Macarena Valdés que fue asesinada, tenemos a la machi Francisca (Linconao) que estuvo presa mucho tiempo, siendo una autoridad ancestral. También tenemos el caso de Sayén que fue forzada a parir engrillada”, recuerda la dirigenta.