El miércoles 21 de noviembre de 2018 ocurrió en la comuna precordillerana de San Fabián, en la región de Ñuble, un desalojo que hace años venía planificándose por las autoridades del Estado de Chile junto a empresas vinculadas a la agroindustria y el negocio energético. Y es que en este valle precordillerano que queda a aproximadamente una hora de la ciudad de Chillán, se están intentando instalar una central hidroeléctrica de pasada y un mega embalse que albergará agua para la agricultura industrial de la recientemente creada región del Ñuble. Sin embargo, en este mismo territorio vive una comunidad campesina históricamente arraigada a la tierra, plantas y animales. Son la gente de la cordillera de San Fabián, una cultura marcada por arrieros y agricultoras, campesinos y hierbateras. Todos elementos que las empresas interesadas quieren eliminar del lugar para así concretar sus inversiones.
Aucán Salas / resumen.cl
Desalojo campesino para el negocio energético y agroindustrial
En la madrugada del miércoles 21 de noviembre habría sido emitida una orden de desalojo contra la comunidad campesina de Punilla en la comuna de San Fabián. Un contingente de cerca de 100 carabineros del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE) y Fuerzas Especiales subieron en dirección hacia la precordillera en vehículos blindados y con armas, algo totalmente inusual para una comuna rural de Ñuble acostumbrada a un ambiente tranquilo y silencioso. Todo esto habría sido después de una solicitud del Consejo de Defensa del Estado representando al Ministerio de Obras Públicas (MOP).
A las 8 de la mañana ya habían tomado posición en la precordillera los efectivos a través de cordones policiales que no permitían la libre circulación. La imagen recordaba a la Araucanía: alto contingente policial, vehículos blindados y restricción del paso. Comenzaron así las demoliciones de las viviendas de los campesinos y campesinas, a quienes la orden los tomó por sorpresa quedando en la intemperie, mientras sus animales quedaron sin cuidados y alimentos.
También puedes ver: Despojo campesino y maltrato animal marcan tercera jornada de desalojos en San Fabián
Medios de comunicación, abogados de las familias y hasta residentes en lo alto de la cordillera habían sido impedidos de transitar por el operativo de Carabineros que cercó la zona. Por lo tanto, Resumen recién pudo ingresar a la zona el viernes cuando el contingente policial disminuyó.
La comuna afectada es la tierra donde nació Violeta Parra. Hija de un profesor rural y una campesina, nacida en la comuna de San Fabián en 1917 es quizás el personaje que más fielmente representa la identidad del pueblo mestizo de Chile durante la primera mitad del siglo XX. Violeta Parra evidencia en sus composiciones la mezcla de culturas campesina y urbana, mapuche y occidental; mezclas que constituyen el ADN de este territorio que pocas veces reconoce sus orígenes mapuches, campesinos, rurales y mestizos. Es la tierra de esta mujer la que hoy se ve obligada a ser desalojada.
Dos grandes proyectos: Hidroñuble y Embalse Punilla.
La primera una central de pasada denominada “Hidroñuble” que ha sido denunciada en reiteradas oportunidades por una serie de irregularidades en su construcción. Un proyecto que en mayo de este año había anunciado la suspensión de su construcción para buscar mayor financiamiento. Esta central busca surtir de energía al Sistema Interconectado Central a un país que gasta la mayoría de ella en el sector industrial asociado a la extracción de materias primas, particularmente el sector minero, además de servicios en las grandes ciudades.
La segunda es el enorme embalse Punilla que pretende inundar 1.700 hectáreas, la mayoría tierras de pastoreo, agricultura familiar campesina, además de flora y fauna nativa.
También puedes ver: ARCHIVO | Embalse Punilla: Erradicación arriera-campesina y pérdida de biodiversidad en la precordillera del Ñuble
Esta es una gran obra de infraestructura que construiría uno de los embalses más grandes del país, con cerca de 1.700 hectáreas inundadas. Como todos los embalses, se generaría un obstáculo para el movimientos de organismos acuáticos, que puede reducir su acceso a zonas de reproducción, alimentación y hábitat. Se puede provocar decrecimiento y fragmentación de poblaciones de distintas especies además de mortalidad directa por lesiones al contacto con rejillas y aspas de las turbinas. Además, su contribución a la mitigación del efecto invernadero antropogénico es discutible debido a emisiones de materia vegetal descompuesta y en ese caso, su aporte al negocio agrícola dependiente de combustibles fósiles, entre otros factores.
Este proyecto está a cargo del Ministerio de Obras Publicas (MOP) que para su construcción contrató a la empresa “Astaldi Concessionni S.R.L. Agencia en Chile”. Astaldi SpA, multinacional italiana con sede en Roma que se dedica a los campos de la ingeniería civil, ingeniería hidráulica, electromecánica, transporte e infraestructura.
Según había indicado Diario Financiero, el Banco Itaú CorBanca pidió el embargo de sus bienes por una deuda financiera por dos pagarés por la suma de $2.208.085.447 más intereses pactados. Según indicó la empresa a La Tercera PM en el mes de octubre, habría estado efectuando pagos por más de 20 millones de dólares, y más 4 millones más por la deuda del Hospital Félix Bulnes de Santiago, del cual tiene la concesión. La empresa Astaldi también está a cargo de la construcción de los hospitales de Linares Barros Luco en San Miguel y del hospital de Linares.
El embalse Punilla se perfila como un proyecto estratégico para el Estado. Los y las campesinas despojadas de sus tierras esta semana están precisamente en el área de influencia de este proyecto.
Se ha planteado desde el mundo público y privado que la construcción del embalse Punilla es una obra que beneficiará la matriz agrícola, en un país que mueve su economía en parte a este rubro altamente monopolizado por terratenientes, políticos y empresarios del agro. Su construcción sería necesaria para albergar y luego suministrar agua a este negocio. También porque la frontera agrícola del país cada vez podría desplazarse más hacia el sur producto de las progresivas sequías y el cambio climático. Y pareciera ser la recientemente creada región del Ñuble y el Biobío quienes vendrían a ser el nuevo granero de Chile junto con el Maule, en una especie de reconversión extractivista que está viviendo el territorio dominado por el Estado chileno en un contexto de crisis climática global y cambios drásticos en el suministro de agua.
De esta forma, habrían coincidido los intereses del Estado de Chile por mantener el poder de los grandes productores agrícolas, y los negocios de una multinacional italiana dedicada al rubro de la construcción. Han sido estos dos actores a quienes la comunidad campesina del sector ha acusado de irregularidades, hostigamiento constante, exceso de fuerza para expulsarlos de sus tierras y graves deficiencias en el plan ganadero que impusieron los servicios públicos y la empresa a la comunidad.
Claudio Almuna: el exalcalde ecologista hoy traidor de la comunidad de San Fabián.
El hermano mayor de Violeta Parra, el viejo e irónico Nicanor, también oriundo de San Fabián, alguna vez hizo una desafiante declaración en plena guerra fría que decía “Yo no soy de izquierda ni de derecha”. Una frase que parece haber confundido al actual Alcalde de San Fabián, señor Claudio Almuna, quien ha transitado camaleónicamente por las coaliciones de izquierda, hasta las de derecha. Almuna fue integrante de diferentes organizaciones que desde hace años se oponen a los proyectos hidroeléctricos y de acumulación de agua en el rio Ñuble. De hecho, basó su campaña como alcalde en las últimas elecciones en su oposición a estos negocios y triunfó. Desde su afiliación a Ñuble Libre una de las organizaciones más relevantes en contra del proyecto, pasó a integrar el partido ecologista y la coalición del Frente Amplio. Sin embargo, tras ganar las elecciones comenzó a sufrir una mutación política cada vez más escandalosa, que lo llevó a ser tildado de “traidor” para una gran parte de la población de San Fabián.
De pronto el “ecologista” comenzó a apoyar los proyectos de Hidroñuble y Embalse Punilla, a vestirse más formalmente e incluso fotografiarse con neofascistas. De hecho, se unió a su grupo de derecha extrema Acción Republicana. Al mismo tiempo pasó a integrar las filas del partido político del presidente Piñera: Renovación Nacional.
Un día después de los desalojos, la tarde del jueves 22 de Noviembre se juntó una gran cantidad de gente en la plaza de la ciudad de San Fabián de Alico para marchar y apoyar a las comunidades campesinas. Cientos de personas marcharon y gritaron consignas contra los proyectos hidroeléctricos frente a la municipalidad y la casa del propio alcalde el cual fue sindicado como otro de los responsables de la situación, exigiéndole su renuncia al cargo. Mientras tanto, Carabineros custodiaba su casa.
Unos días después la municipalidad aparecería rayada con consignas como “Almuna Traidor” y “municipalidad corrupta” según indicó el medio La Discusión. El pueblo entero se mantiene dividido ante la errática y oportunista actuación del alcalde ahora aliado del gobierno y las empresas.
Almuna quizás representa a perfección la pretensión de la izquierda por formar grandes coaliciones con personajes que claramente no tienen una consecuencia y claridad política mínima a la hora de actuar. Así como de un ecologismo oportunista que hace énfasis en cuestiones como el mero conservacionismo del paisaje sin apuntar al capitalismo o el énfasis en los negocios turísticos, dejando de lado las aportaciones del movimiento campesino y mapuche, así como las ideas desde corrientes como la Ecología Política, la agroecología campesina, el ecofeminismo, el ecoanarquismo y el ecosocialismo, entre otras corrientes.
La magnitud del despojo campesino en San Fabián
Ricardo Frez abogado que ha asesorado a las comunidades comenta a Resumen que son cerca de 80 las familias campesinas que deben ser desalojadas y expropiadas en el área de influencia del proyecto del embalse Punilla, lo que se traduce al menos en unos cuantos cientos de personas las expulsadas, sin contar los otros miles de animales que la población campesina poseía.
Fue la “Zona A” la desalojada esta semana en la cual se encontraban cerca de 31 familias. La mayoría de ellas ya habían pactado con la empresa un arreglo en base a constantes hostigamientos y presiones. Sin embargo, en el lugar aún se encuentran diferentes familias que se han negado a salir de sus tierras hasta que exista una propuesta que les parezca digna, que les permita mantener su cultura y su vida como arrieros y campesinas, de esas familias 5 fueron expulsadas y destruidas sus casas esta semana quedando en la calle, ya que ellos no han firmado ningún acuerdo con la empresa.
La gran critica consiste en las soluciones habitacionales urbanas que ofrece la empresa, y las nulas posibilidades de tener una vida campesina en esos lugares, así como la ausencia de un plan ganadero que permita una transición hacia otras tierras para sus animales y sus familias en un drástico trastorno de sus formas de vida. Además, varias familias desalojadas no son propietarias de la tierra, por lo cual están siendo discriminadas a la hora de recibir las compensaciones por no tener propiedad sobre la tierra, problema ampliamente extendido en el campo producto de la concentración de la propiedad de la tierra y el despojo histórico del campesinado.
Además, el abogado verificó en terreno lo que calificó como “altos niveles de represión y maltrato psicológico para las familias, ya que se actuó con prepotencia dejándolos incomunicados de sus familiares, la prensa y asesores jurídicos”. Además, enfatizó de que el plan social es deficiente y que la estrategia o plan ganadero de la empresa y las autoridades es totalmente insuficiente e improvisado. Las casas de los y las campesinas fueron destruidas sin dejar que los vecinos sacaran sus cosas, además sin inventariar los bienes y animales en su interior. Algunos campesinos también denunciaron que algunas aves de corral habrían muerto aplastadas por la acción de las máquinas de la empresa. Encontrándome en el lugar durante el proceso de expulsión y desalojo pude apreciar la impotencia, llanto, dolor y sufrimiento que provocó en las familias observar la destrucción de sus casas, así como el maltrato a sus animales por la misma empresa que durante años los hostigó.
Resumen ya había constatado en 2016 que el engorroso proceso de erradicación que el Estado está realizando con la comunidad, ha incidido gravemente en la salud y calidad de vida de las personas. Actualmente la situación pareciera haber empeorado ostensiblemente. Durante 2017 y 2018, los vecinos afectados continuaron denunciando atropellos en el proceso de erradicación
El proceso de despojo no se termina aquí
Aún quedan decenas de familias campesinas y arrieras que se niegan a firmar el acuerdo que está imponiendo Astaldi, sin admitir casi ninguna facultad de negociación con la comunidad. En conversaciones con Resumen, Héctor Lopez, uno de los desalojados comentó que “durante todo este proceso hemos tenido muy malas relaciones con la empresa Astaldi, y que venga esta misma empresa a desalojarnos y destruirnos nuestras casas es algo que da mucha rabia”. Además, el abogado Frez afirma que están investigando si es legal que este proceso de desalojo lo realice la misma empresa encargada del megaproyecto.
Todo indica que los desalojos continuarán, ya que son 80 las familias afectadas. Y un numero de ellas se niega a firmar lo que la empresa le está ofreciendo, lo cual califican de “migajas”. La comunidad campesina se mantiene dividida entre aceptar lo ofrecido o exigir más por sus tierras, así como contemplar un verdadero plan social que permita mantener su cultura arriera y campesina en otro sector. Por su parte el pueblo de San Fabián de Alico también está dividido entre una comunidad que quiere preservar sus valles, y otra parte que ve una fuente de ingresos y trabajo temporal en la construcción de los proyectos.
También puedes ver: Denuncian vertimiento de material desde tronaduras por construcción de hidroeléctrica en el río Ñuble
Por mientras, el negocio energético avanza un poco más con la nueva estrategia de las centrales de pasada en distintos ríos del territorio. Mientras que la agroindustria celebra el avance del embalse Punilla que mantendrá el poder de latifundistas y empresarios del agro sobre el agua y la agricultura de este país.
Un grupo de familias campesinas tras los desalojos se han mantenido unidas y han montado un campamento a las afueras de sus casas ahora convertidas en ruinas. El día viernes se juntaron diferentes personas de la ciudad de San Fabian y la precordillera a compartir una comida a las afueras de sus terrenos. La unión de los y las campesinas afectadas pareciera ser la única solución ante el avance prepotente del Estado de Chile y los intereses empresariales que buscan apropiarse de las tierras de la precordillera del Ñuble. El simbólico lugar donde nació Violeta Parra, quizás la más reconocida de las artistas chilenas está hoy bajo asedio. Y entre los carros policiales y los contingentes policiales recordamos sus palabras que cantaban “Miren cómo le muestran, una escopeta. Para quitarle al pobre, su marraqueta”.
Publicación realizada el 25 de noviembre. Ver a continuación información actualizada