Con profundo pesar y gran
indignación hemos tomado conocimiento del nuevo crimen sufrido por
comunidades y ecosistemas en Minas Gerais, Brasil.
– Nuevamente VALE, la empresa otrora estatal brasileña, responsable de
la ruptura de un dique de colas con innumerables costos humanos y
ambientales.
Quienes vivimos y trabajamos preocupados de los efectos negativos de la
minería en América Latina despertamos cada día con la esperanza de no
ser, otra vez, testigos de un nuevo crimen minero. Cada día nos
esforzamos para que no se desarrolle un nuevo proyecto minero, pues éste
encierra las amenazas de lo vivido el 5 de diciembre de 2015 en Mariana
con 19 muertos, más de un millón de afectados y 600 kilómetros de río
contaminado.
Imagen de BandNewsFM
Y ahora, el 25 de enero recién pasado en Brumadinho, se suma a los muchos más a través de la historia reciente.
El Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina OCMAL estuvo presente en la conmemoración de los 3 años del crimen de VALE y BHP en Mariana.
Vimos entonces cómo un pueblo abandonado, aun con muestras de la
avalancha de barro tóxico formado por las lamas de los desechos de la
minería, se erguía como testigo de la impunidad en que operan empresas
mineras en América Latina.
Familias esperando aún reparación, vivienda, apoyo, reconocimiento de víctimas de los desastres provocados por la minería.
Justamente la presencia de OCMAL en el municipio de Brumadinho en
noviembre de 2018 fue un acto de apoyo y solidaridad con las comunidades
que luchan por evitar la ampliación de la mina, cuyo dique de desechos
ha causado el reciente crimen socioambiental.
Vemos con tristeza e indignación la impunidad que acompaña al poder
corporativo minero en nuestra región debilitando nuestras frágiles
democracias y capturando a los Estados con cooptación y corrupción.
Vemos también con esperanza que estos crímenes sirven para demostrar
cada vez mas, y ojalá de una vez por todas, que la minería no es una
alternativa para nuestros ricos países que a costa de saqueo y agresión
terminan siendo pobres y devastados.
La actividad minera es una industria del desecho. Por cada 7 kilos de
cobre se produce una tonelada de desechos tóxicos. Por cada gramo de oro
se producen 3 toneladas de desechos peligrosos.
Es una industria del desecho masivo porque transforma el subsuelo en relaves tóxicos, sopas químicas, montañas de veneno.
Junto con sentir y solidarizar con el pueblo de Minas Gerais, llamamos a
reconsiderar la minería como opción económica para nuestros pueblos.
La tecnología, arma secreta de la arrogancia tecnocrática minera, no
evita los crímenes de los que somos testigos. La responsabilidad minera
no previene, no mitiga, no compensa.
Exigimos por el bien de las comunidades y los ecosistemas y finalmente
por la seguridad y supervivencia del planeta: no más desechos mineros en
América Latina.
OCMAL expresa su solidaridad a las víctimas y sus familiares, los/as
trabajadores/as y moradores de las comunidades afectadas, asi como a
los/as defensores/as de la tierra y el ambiente en Minas Gerais.
Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina OCMAL