En Chile, surgió una nueva forma de “Revolución Verde” que no tiene el sentido altruista de la mencionada anteriormente, sino que todo lo contrario, tiene una connotación negativa y muy preocupante por lo que acontece con Carabineros de Chile.
Por: Eduardo Tarifeño Silva.
03 de enero de 2018
En la década de los 80’s se puso en moda el movimiento ecologista que planteaba que en la discusión de la discusión aprobación de los proyectos de crecimiento económico se debía incluir las variables del respeto del medio ambiente y la participación ciudadana para evaluar los impactos ambientales que representaban dichos proyectos desde una perspectivas más social y ecológica. Esta nueva forma de mirar el tan manoseado concepto del binomio “Crecimiento – Desarrollo”, adoptó como eslogan a nivel mundial el de “Revolución Verde” o “Green Power”. Sin embargo, ya antes se había popularizado la “Revolución Azul” que hace mención al fomento del desarrollo de la acuicultura (cultivo de organismos marinos) como una forma de enfrentar la demanda creciente de productos marinos que estaba llenado a la sobre explotación y agotamiento comercial a la mayoría de ellos, como es el caso de Chile. El concepto de Revolución Verde generaba un gran esperanza para los ambientalistas dado que el respecto por el medio ambiente, que en muchos países está incluido en las constituciones respectivas, surgía como una alternativa real de lograr detener el creciente deteríodo del entorno humano, que hoy día representa el complejo e impredecible “Calentamiento Global”
Pero, recientemente en Chile, surgió una nueva forma de “Revolución Verde” que no tiene el sentido altruista de la mencionada anteriormente, sino que todo lo contrario, tiene una connotación negativa y muy preocupante por lo que acontece con Carabineros de Chile. La prensa nacional e internacional han divulgado extensamente los sucesivos capítulos de la telenovela que comenzó con el llamado “PacoGate” por el desfalco de 28 mil millones de pesos (cifra actualizada hoy a 30 mil millones), continuó con la fracasada “Operación Huracan” y que terminó (así se espera) con el desgraciado asesinato del joven líder mapuche Camilo Catrillanca. Toda esta telenovela de mentiras, engaños y acciones encubiertas, tuvo su último capítulo (pero no sabemos si será el final) con la tajante negativa del ExDirector General de Carabinero, General (R) Hermes Soto, de renunciar a su cargo al cual había sido designado solo meses antes, por petición expresa del Presidente Piñera. Esta rebelión del exGeneral Soto, la cual recibió un respaldo explícito con nutridos aplausos en lo que fue su última ceremonia oficial en el cargo, fue una revolución al poder civil. Lisa y llanamente, el Director de Carabinero vigente en el momento, se negó a cumplir una orden de su superior jerárquico directo, y obligó al Presidente a recurrir a un complejo articulado en la Constitución para resolver situaciones de este tipo.
¿Tendremos otras “Revoluciones de Colores” en el futuro?