MINA INVIERNO; LUZ VERDE PARA EL USO DE TRONADURAS EN LA EXPLOTACIÓN DEL CARBÓN EN LA PATAGONIA CHILENA
El próximo 29 de enero a las 17:00 hrs. se realizará la primera tronadura para la explotación del carbón en la mayor mina de la historia de Chile, con esto Mina Invierno incrementará el impacto ambiental en Isla Riesco y hará más barata la explotación del carbón, perpetuando así su uso en las Zonas de Sacrificio.
Después de haber levantado la medida cautelar, el Tribunal Ambiental de Valdivia, aceptó que Mina Invierno realizara una “tronadura controlada” para ponderar los impactos que esta causaría en el patrimonio paleobótánico que hay en la zona de explotación. Es así como en 48 pozos de perforación se instalarán cargas explosivas tipo Anfo, para volar 28.000 m³ de tierra. A pesar de lo inconcebible que parezca hoy en día explotar carbón y de esta manera en la Patagonia, más ilógico resulta ser que la autoridad pretenda visualizar los reales impactos en ecosistemas tan frágiles como los de isla Riesco, al permitir que Mina Invierno realice una tronadura que es un poco más que ¼ de la que realmente pretenden hacer. Efectivamente, hoy los titulares del proyecto buscan luz verde a lo solicitado en su declaración de impacto ambiental, donde en cada tornadura se volarán 100.000 m³ de material, 4 veces a la semana, en toda la vida útil del proyecto, de manera de hacer más productiva la extracción de carbón para los conglomerados económicos de Angelini y Von Appen. Lo absurdo y extemporáneo son una constante en lo que se refiere a este proyecto, sin embargo, las presiones de Mina Invierno hacia los gobiernos de turno han llegado al punto de afirmar que, de no permitírseles usar explosivos, la empresa tendría que cerrar, dejando sin empleo a los 600 trabajadores contratados directamente.
Pero la manipulación de los titulares no ha sido solo la actual. El proyecto de explotación de carbón data del 2009 cuando Mina Invierno logra la aprobación del puerto minero, en donde se acumula, chanca y se transporta el carbón. El 2011 logran la aprobación de la explotación del rajo minero de 487 hectáreas y 180 metros de profundidad, con un impacto directo en 1.500 hectáreas, para lo cual se ha tenido que cortar 400 hectáreas de bosque nativo, secado una laguna y alterar completamente la cuenca hídrica donde se emplaza, entre otros temas de relevancia. Mina Invierno fue aprobada bajo la condición de que su explotación sería inminentemente bajo una extracción mecánica, es decir, sin uso de explosivos, sin embargo, a solo 3 años de funcionamiento, los titulares indicaron que ya no era viable económicamente el uso de palas mecánicas para remover el material, por lo que en el 2014 solicitaron a la autoridad ambiental la aprobación del uso de tronaduras. Es así como 3 proyectos que al final son uno solo, ya que ni uno tiene razón de ser sin el otro, han sido evaluados y aprobados por separado, minimizando los impactos socioambientales y burlando el espíritu de la Ley.
Desde el comienzo de la explotación minera, Mina Invierno ha estado contaminando Isla Riesco, teniendo a la fecha que cumplir con un millonario plan de cumplimiento ambiental ordenado por la Superintendencia de Medio Ambiente, sin embargo, paralela e incomprensiblemente el Servicio de Evaluación Ambiental, aprobó por secretaría el uso de tronaduras, aun cuando estas habían sido rechazadas en enero del 2018 por la Comisión de Evaluación Ambiental de Magallanes. Lo anterior no es casualidad ni excepcional, constantemente vemos como el Sistema de Evaluación Ambiental, por el cual deben someterse a evaluación diversos proyectos con el fin de prevenir impactos socio-ambientales, no da el ancho y finalmente se subyuga a las manipulaciones y falacias de empresas irresponsables, que sin mediar otro objetivo que maximizar su utilidad, buscan a toda costa la aprobación de proyectos altamente contaminantes, a razón del desarrollo económico y la generación de empleos, bajo una lógica de corto plazo, insustentable en el tiempo y para la generaciones presentes y futuras.
Isla Riesco de 500.000 hectáreas de superficie, es la cuarta isla más grande de Chile, la mitad habitada por estancias y la mitad virgen. Posee cordillera, bosques de lenga, ñirre, coihue, ciprés de las guaitecas, 20 glaciares contabilizados, ríos, lagos, turberas, humedales, etc., siendo un lugar con múltiples ecosistemas, generando paisajes de inconmensurable belleza. En ella viven 24 especies de mamíferos, huemul, puma, coipo, gato montés, diversos tipos de zorros y más de 136 especies de aves. En sus costas habitan 4 tipos de delfines, lobos y elefantes marinos, pingüinos y ballenas, destacando la ballena jorobada. De hecho, Isla Riesco se encuentra próxima al Parque Marino Francisco Coloane, por donde increíblemente hoy, pasan los buques cargueros de carbón. Sus actividades productivas son la ganadería ovina y bovina en 30 estancias, el turismo de aventura, de contemplación y rural, la pesca y la piscicultura del salmón (otra amenaza presente) y en donde hoy ezquizofrénicamente, el Estado acaba de declarar a la mitad de la isla como parte de la mayor red de parques nacionales de Chile, con el Parque Nacional Kawésqar de 2.800 millones de hectáreas.
En la otra vereda está la explotación del carbón. Mina Invierno mediante el uso de tronaduras, pretende alcanzar los 6 millones de toneladas anuales, hasta lograr los 73 millones de toneladas aprobadas por la autoridad ambiental. Este carbón tipo sub-bituminoso B y C, de bajo poder calorífico y alto en metales pesados, es vendido principalmente en el mercado nacional a las termoeléctricas de AES Gener y Engy, concentradas en las zonas de sacrificio ambiental del centro y norte del país. Solo por nombrar una de ellas, Ventanas-Punchuncaví fue foco de atención el 2018 por la intoxicación de más de 1500 personas, dada la contaminación generada por las industrias presentes en el sector, entre ellas, las termoeléctricas de carbón. Historias similares de impacto ambiental, se viven en Coronel, Huasco, Tocopilla y Mejillones hace más de 40 años. Finalmente está el impacto a nivel mundial con el calentamiento global, principalmente intensificado por el uso de combustibles fósiles, entre ellos el carbón y en donde cínicamente y como corolario el 2019 Chile será el anfitrión de la cumbre climática COP25. Nuevamente contradicciones de fondo, o un intento de mostrarnos modernos y responsables ante los ojos de la comunidad internacional.
Evidentemente la historia la construimos entre todos, entre avances y retrocesos, entre contradicciones y coherencias, entre enfrentamiento de visiones de mundo y el tipo de desarrollo que necesitamos generar. Pero para lograr la sustentabilidad de las generaciones, es deber de la humanidad, gobiernos, empresas y ciudadanos, el hacernos cargo de nuestro estar en el mundo. Ante ello seguiremos afirmando y trabajando por una Isla Riesco sin tronaduras y en el corto plazo sin explotación de carbón, valorando lo que en ella vive y existe.
El 29 de enero, Mina Invierno comenzará a usar explosivos para extraer carbón. Proyecto nefasto que incrementará los daños en Isla Riesco y subsidiará el negocio del carbón, el mismo negocio que debemos detener para hacer frente al Cambio Climático y terminar con las Zonas de Sacrificio Ambiental de Chile.
Organización Ciudadana, Alerta Isla Riesco