Al igual como fue asesinado Jaime Mendoza Collío, Camilo Catrillanca y como ha sucedido con numerosos comuneros mapuche heridos y agredidos de diferentes comunidades de Malleco y Arauco, un 3 de enero del año 2008, el miembro del GOPE Walter Ramírez, disparó por la espalda al jóven mapuche Matías Catrileo, quitándole la vida.
Ese día en el Fundo Santa Margarita, hoy Yeupeko-Katrileo, un disparo de UZI fue perpetuado por este agente de estado quien dijo inicialmente: “Pégale un balazo” según se escucha en la grabación de las comunicaciones institucionales de Carabineros de Chile (CENCO).
En estos últimos años diversas denuncias se han señalado por parte de varias comunidades sobre actos de violencia abusivos, arbitrarios y agresiones por parte de miembros del GOPE, grupo comando de alta especialización de Carabineros de Chile, en el marco de conflictos territoriales de comunidades mapuche con grupos económicos forestales y latifundistas colonialistas.
Matías Catrileo Quezada, fue estudiante de agronomía de la UFRO, tenía 23 años cuando fue asesinado por el GOP, mientras participaba en un proceso de recuperación de tierras. Amistades de infancia y juventud, sus familiares y cercanos al caso, relatan que la vida de Catrileo era la de un jóven comprometido con la justicia para el Pueblo Mapuche, solidario, lleno de ideales y convicciones.
En una entrevista a Matías difundida por internet, así como varios poemas escritos, el jóven señalaba: “Nosotros no somos los indigenas de Chile, nosotros somos Mapuche, somos a parte, somos un Pueblo que siempre ha estado aquí en esta tierra y va a morir aquí, va a morir peleando aunque sea peleando por ella. Nosostros no somos Chile, no somos chilenos, somos Mapuche, eso no se les tiene que olvidar, y ese es un mensaje importante que les voy a dar aquí para ustedes, a donde estén…»
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