18 - enero - 2025

Desaparición de niñas y redes de abuso. Fracaso policial y rol de la prensa

The Disappearance of Madeleine McCann, el documental de Netflix ya está disponible en su plataforma desde este viernes 15 de marzo. El documental de ocho capítulos entrevista  a distintos expertos que participaron de la investigación del asunto, y lo único que demuestra es el fracaso de las policías y la enorme presión de la prensa y los asesores de imagen.

También la serie ha abierto un amplio debate sobre la explotación morbosa del género documental sobre casos terribles y dolorosos para las familias de las víctimas.

Madeleine McCann, una niña de tres años, desapareció cuando su familia se encontraba de vacaciones en un resort de Praia da Luz, en el Algarve, Portugal. La noche del 3 de mayo del 2007, Kate y Gerry McCann acostaron en la cama a sus tres hijos: Madeleine y los mellizos Sean y Amelie. Dejaron a los niños durmiendo en el departamento que alquilaron y fueron a cenar con otros amigos que estaban alojados allí en un restaurante que estaba ubicado a 55 metros. Cuando volvieron, Madeleine había desaparecido.

Kate lloraba y Gerry estaba muy angustiado buscando debajo de los automóviles y en cubos de basura.

La policía se demoró 90 minutos en llegar al resort.

Gonçalo Amaral, el coordinador de la investigación de la Policía Judiciaria Portuguesa durante los cinco primeros meses, sostuvo que  la niña habría muerto accidentalmente en la habitación y tanto Gerry como Kate McCann se habrían encargado de hacer desaparecer el cadáver y jurado silencio eterno.

Amaral dijo  tener datos de que tres ingleses acudieron a una iglesia a cremar un ataúd, y que los restos de la niña podrían estar allí. Aunque también señala que pudo haber terminado en manos de un pedófilo local que la raptó y asesinó o bien haber caído en un pozo cercano mientras buscaba a sus padres.

La sangre que unos perros encontraron en la habitación y en el coche alquilado por la familia hizo que la Policía pusiera el foco de la investigación en los padres de Maddie. Sin embargo, faltaron pruebas y, por eso, no se los llegó a detener.

Por otro lado, los investigadores acusaron falsamente al británico Robert Marat, y también señalaron al ruso Sergei Malinka, como parte una red pedófila.

Julián Peribanez, un detective privado que fuera contratado por Gerry y Kate McCann, sostuvo que la niña  estaba viva y se encontraría en Portugal. Los investigadores levantaron la tesis de una red de pedofilia y relatan sobre un negocio oscuro de la llamada Deep Web, un red secreta donde circulan las más atroces historias de abuso sexual de niños y niñas.

 

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