Los más importantes es la manipulación ideológica en la presentación de los EIA a los procesos de evaluación y que ambas intenciones a sabiendas de sus debilidades, tomaron como camino el formato político para dirigir las evaluaciones y desarrollarse estratégicamente bajo una alianza estrategica con algunos miembros del congreso y el gobierno de turno.
Por Andrés Gillmore
04 de abril de 2019
El temas de los Estudios de Impactos Ambientales (EIA) no es como las grandes empresas corporativas piensan: que son simplemente una diligencia que debe realizarse para dejar conforme a la instancia ambiental y en eso esta radicado el error de fondo en los procesos. Los EIA, son la base de sustentación de cualquier proyecto de desarrollo productivo y deben ser realizados por las empresas que pretendan desarrollar proyectos de inversión y que son susceptibles de causar impactos ambientales en los territorios regionales donde pretenden insertarse, especificado en el artículo 10 de la ley de Bases del Medio Ambiente 19.300 del año 1994 y por el artículo 2 del DS 95 del año 2001, que contiene el texto coordinado y sistematizado del Reglamento del SEIA (Servicios de Evaluación de Impactos Ambientales). Que especifica que los EIA deben ser presentados por el titular y los contenidos de estos estudios son responsabilidad exclusiva del titular que lo presenta.
Lo que complica del vamos esta ley de la república desde el punto de vista territorial ante los intereses de las comunidades regionales, es que bajo esa base de sustentación, no se le pueden realizar auditorías externas a los EIA presentados por las empresas y como la lógica manda, las comunidades terminan no teniendo ninguna vinculación con la decisión a pesar que se esta decidiendo del futuro de ellas. Los examinadores y evaluadores de los EIA son los seremis regionales, que sabemos estan dirigidos desde la Moneda y por lo tanto las evaluaciones no son realizadas bajo los términos de los intereses regionales y con el profesionalismo y la objetividad que se necesita para no incurrir en errores, que terminan desvirtuando la esencia de lo que debe ser una evaluación certera y profesional de un EIA y se transforma en la evaluación de los intereses corporativos, haciendo que la decisión de aprobar un EIA se enmarque bajo una disposición poco realista, omitiendo las necesidades de las comunidades intervenidos, bajo un formato de evaluación que en pleno siglo 21 es una aberración ante la que significa para un territorio regional un EIA mal evaluado al no ser realizado con la transparencia que debe ser.
Lo que se ha desvirtuado totalmente, es que un EIA por lógica debe contar con una evaluación social en la proyección de desarrollo, en temas tan variados como productividad, cultura y sustentabilidad; ítems que no estan relacionados en estos estudios, demostrando que existen vacíos que no se consideran al realizar los EIA, por ende son poco representativos y sumamente tendenciosos, con el único objetivo de beneficiar a las empresas obviando los intereses de las comunidades.
Otro tema de gran relevancia, es que por muy buen negocio que pueda ser un proyecto de desarrollo sustentado por un EIA, este debe ser armónico ante los intereses de las comunidades que serán intervenidas y el valor económico de un territorio es mucho más relevante en el tiempo al dejar que las comunidades sigan implementando sus desarrollos sustentablemente, por muy rentable que pueda ser el proyecto en cuestión; que es la gran diferencia entre la forma de hacer entre el siglo 20 donde todo estaba en lo económico y con el siglo 21, donde el valor económico de un proceso productivo, debe ser su valor no alterado del medioambiente territorial; sobre todo en una región de las características de Aysén.
Aysén tiene mucha experiencia en relación con los EIA; un dictamen que marcó a la región, fue el que se le realizó a la transnacional Anaconda, con su intención de producir aluminio en la comuna de Puerto Aysén con el proyecto Alumysa. El EIA que presentó en ese entonces Alumysa, ponia especial énfasis en los trabajos que el proyecto entregaría a la región y todo el desarrollo comercial que eso traeria a la comuna de Puerto Aysén. Escondiendo la destrucción social y ambiental de la intención.
La batalla fue ardua entre los intereses ciudadanos y corporativos y finalmente el Consejo Regional de Aysén aprobó financiar una auditoría externa al EIA para dirimir el tema en forma profesional y objetiva. Auditoría que fue realizada por la Universidad Católica de Santiago, que demostró que el proyecto a pesar de ser altamente comercial y entregar unos cuantos miles de puestos de trabajo en las etapas estructurales, la destrucción y la contaminación era tan extrema, que recomendaba no realizar el proyecto, y se desechó el proyecto, al demostrarse que el EIA era insuficiente y que el proyecto afectaba considerablemente el sello verde de Aysén.
El EIA que presentó HidroAysén en su momento es otro claro ejemplo y el cual me tocó evaluar como secretario y vocero de la corporación Costa Carrera (agrupación de empresarios turísticos y dueños de predios de la cuenca del lago General Carrera) que era a fin de cuentas una hermosa relación del estado estructural de la Carretera Austral Sur, sus pueblos, puertos, aeródromos e infraestructuras a fines, además de un precioso estudio antropológico muy sólido por lo demás y que fue un gran aporte sobre los colonos de Cochrane y su desarrollo en la provincia Capitán Prat. Todo en unas 22 mil páginas word. Pero en ningún caso lo que presentó HidroAysén era lo que se espera de un EIA. Que explicase la forma, el fondo y la tecnologia de como pretendian intervenir los ríos Baker y Pascua para la construcción de cinco represas, como se beneficiaria Aysén, cuales eran las externalidades negativas para el mundo social relacionado con la intervención y como el proyecto se relacionaba con la flora y fauna de la cuenca del Baker y no presentaba posibles soluciones a los efectos negativos. Además no reconocia las actividades que desarrollaban las comunidades, no explicaba cómo se verían perjudicadas, no indicaba las instancias de resolución y la solución a las posibles indemnizaciones a las actividades de servicios y productivas, que de acuerdo con los planes de negocios se verían afectadas. En el fondo el EIA que presentó HidroAysén, resaltaba lo positivo (que igual era bien dudoso) y omitía todas las implicaciones negativas. Desatendiendo lo que debe significar en si mismo un EIA serio y profesional, que no es otra cosa; que poner sobre la mesa transparentemente, los objetivos, la inversión, los rendimientos, la tecnología que aplicará y la forma en cómo se relacionara con las comunidades intervenidas.
Cuando uno analiza la forma y el fondo de la presentación de los proyectos Alumysa y HidroAysén, encontramos denominadores comunes entre ellos. Los más importantes, es la manipulación ideológica en la presentación de los EIA a los procesos de evaluación y que ambas intenciones a sabiendas de sus debilidades, tomaron como camino el formato político para dirigir las evaluaciones y desarrollarse estratégicamente bajo una alianza estrategica con algunos miembros del congreso y el gobierno de turno. Cuando una transnacional presenta un EIA, es sabiendo a ciencia cierta sus potencialidades y debilidades. Un EIA presentado insuficientemente no es un error o un mal trabajo. Si, una estrategia de llevar adelante la intención sin importar el desastre ambiental y social que eso llevará al territorio.
La minera Los Domos en mayo próximo presentará su EIA para que sea evaluado por los Seremis Regionales (SEIA) para desarrollar un proyecto minero en la comuna de Chile-chico a orillas del lago General Carrera y de acuerdo a los precedentes en en este tipo de evaluaciones, se implementen mejoras en las evaluaciones y transparentar públicamente el proceso involucrando a todos los estamentos sociales, entendiendo que Aysén debe estar abierta a todo tipo de desarrollos productivos, pero estos deben desarrollarse con transparencia y de cara a las comunidades y no en los interiores del gobierno regional y bajo la tutoría incierta de la Moneda.
Seria de gran relevancia para Aysén en la actualidad, que la presentación del EIA del proyecto minero Los Domos sea presentado en forma transparente y de cara a las comunidades de la cuenca del lago General Carrera y permitir que las organizaciones sociales de la comuna de Chile-chico puedan realizarle una auditoría al EIA que presente la empresa y se debata abiertamente en forma técnica y profesional sobre el tema técnico de la intención y que la minera Los domos, ponga sobre la mesa la forma y el fondo de lo que pretende hacer, transparentando la inversión, la rentabilidad, las condiciones laborales que pretende implementar, mostrar el impacto ambiental y social y las medidas que pretende incorporar para no producir impactos ambientales y sociales en la cuenca del lago General Carrera.