- Todas las propuestas artísticas y culturales son una apuesta sobre el futuro. No sobre el pasado.
- El verdadero arte no refleja la realidad. No es un espejo. El verdadero arte crea su realidad o su atmósfera, que, a veces, cambia la realidad.
La Revista Trauko empezó al final de la dictadura de Pinochet, en abril de 1988. Entre abril de 1988 y marzo de 1991 se publicaron 36 números de Trauko.
La revista Trauko creo una efervescencia, un amaneramiento o un frenesí del fin de la dictadura.
Hay historiadores ingeniosos y penetrantes. El historiador Iván T. Berend inventó el término de siglo corto. Lo popularizó el historiador Eric Hobsbawm: el siglo comprendido entre 1914 y 1991 entre el comienzo de la Primera Guerra Mundial y la caída del muro de Berlín en 1989.
Lo imito. El siglo corto de Chile terminó con la derrota de Pinochet en el plebiscito en 1988.
Trauko duró lo que vive fugaz una flor de cactus.
Fueron 3 años entre fin de la dictadura y el Gobierno de lo posible de Aylwin,
El dictador Pinochet tenía 75 años. Su sucesor, Patricio Aylwin tenía 72 años.
El poder estaba en manos de ancianos, aunque la edad mediana de los chilenos en 1990 era de 26 años.
Cuando uno es joven y ha vivido bajo una dictadura, o el exilio, (como yo) sueña con encontrase con inventos, o con tipos locos o vitales, o comer afrodisiacos.
O por último, irse de jaleo en el estrecho bar Insomnio, a la orilla del río Mapocho, donde la noche se ampliaba y viajaba. Carla Castro, la exiliada de París, -la dueña e inventora de una realidad de bar- le puso Insomnio, por el poema de Borges:
De fierro,
de encorvados tirantes de enorme fierro tiene que ser la noche,
para que no la revienten y la desfonden
Creían que la vida no era univoca, sino caótica. Solo había que superar el miedo y el orgullo tonto. Allí en el murmullo caótico del Insomnio vi a poetas, cineastas y actrices defender sus lindos y solitarios egos.
Yo mismo rememoro cuando volvía de madrugada desde el Insomnio a mi departamento a la vuelta, en la calle Purísima del barrio Bellavista. Los pájaros empezaban a cantar. El león del zoológico en el cerro San Cristóbal se despertaba y rugía mientras yo y mi soledad me acostaba lleno de noche bohemia en mi cama de sábanas negras.
En resumen. Había fuego. Y juego.
Necesitaban ser inapropiados.
Además, había una audiencia o tierra fértil para una grafía anarquista, un ectoplasma líquido o fluido etérico.
Trauko era dirigido a una audiencia numerosa y curiosa, que le gustaban los jugueteos o pajeos intelectuales y el neopop.
Trauko
La historia de El Trauko fue una colaboración artística de jóvenes masculinos en su fermento creativo. Era, a la vez, un fragmento del último movimiento -cuya guerra se dio en el papel- de vanguardia analógico.
Había demanda y hubo oferta para algo distinto.
Pero, como en un coitus interruptus, ese líquido etérico salió disparado al aire y desapareció en la transición política pactada chilena.
Desaparece y no. Los dibujantes siguieron dibujando.
Pervivió un mito, como en un veterano que evoca un lugar amado, un aire subterráneo en un público modernillo y curioso, pero acomodaticio.
Según mi opinión, y desde el punto de vista de una estética, la Revista Trauko fue una importante entretención del arte del comic, pues construyó las bases de un comic de autor para adultos masculinos, o “comic machos”. La revista Trauko fue audaz, imaginativa y técnicamente avanzada. Era representante de nuestra cultura pop masculina o contracultura.
Fue otro profesor ingenioso, el norteamericano Theodore Roszak, que inventó el concepto de contracultura en su libro El nacimiento de una contracultura de 1969.
Trauko le colocó a la apertura política la necesaria renovación de los debates esenciales sobre la estética y la relación entre la pintura, la música y el comic de esos años, el punk, la transvanguardia, el neo expresionismo alemán o la Movida española.
Las historietas chilenas, hasta la aparición de la revista El Trauko, en su gran mayoría, estaban referidas a episodios para niños como Mampato o tiras cómicas, o mejor dicho, a la extensión del chiste o del gag costumbrista. Las excepciones habían sido las obras de autor de Máximo Carvajal (desde Ventarrón, en los años 50), la revista El Doctor Mortis o el humor social de la revista La Chiva (de los hermanos Jorge y Alberto Vivanco, Palomo y Hervi).
La mayoría eran productos para infantes. O humor y chistes.
Se produjo una innovación. Trauko Fantasía editó dos de los mejores álbumes chilenos: Checho López de Martín Ramírez y Planetas, Cerebros & Átomos de Clamton (Claudio Galleguillos). Y Pablo Brodsky editó en 1991 una obra singular, un comic de Enrique Lihn, titulado Roma, La Loba. Comic de autor
Las audiencias aspiracionales.
Entonces.
Hubo una vez una audiencia joven de clase media y clase media baja que surgieron en los años invernales de los ochenta.
Era un joven que tenía tantas carencias, tantas cosas que decir en contra de la opresión, que podía estar en contra de todo el pasado. Venía saliendo de un hoyo, de un socavón de pobreza y dificultades, entre otras, la re concha represión social y política de la dictadura de Pinochet.
No hay nada peor que tener el sabor de la muerte en la boca.
Ese joven de clase media y baja, era la clase que los cursis publicistas llamaron “emergentes” y los analistas políticos llamaron, «aspiracionales». No sabía mentir, era honesto, odiaba la injusticia y sería quizás el primero en su familia en entrar a estudiar en un instituto o universidad.
En realidad, era parte de la amplia base del pueblo, un chileno standard que quería progresar en libertad.
Se entretenía con la propuesta de Sol y Lluvia, Schwenke & Nilo, Santiago del Nuevo extremo. Hasta que llegaron Los Prisioneros y la Voz de los 80. Se pajeaban intelectualmente en las peñas, y era consumidor de las extravagancias, el camp y el neopop gráfico del Trauko.
Era análogo. Apenas sabía que era un computador.
Votó por el NO y aceptó la propuesta de la Concertación.
Ese joven de clase media tirada a pobre, también era acomodaticio y pragmático. Se adaptó y fue el sostén o la plantilla de la democracia que instauró la Concertación. Fue feliz al comienzo y pensó que eso era ser un auténtico chileno.
Nunca se dio cuenta como aceptó la No ruptura.
Una linda araña le metió un dulce veneno en su interior que lentamente fue realizando una metamorfosis. Lenta y dulce, pero cruel metempsicosis: el veneno se diluyó o se licuó en su autocomplacencia de su vida standard. No sabía bien lo que quería.
Eso no es raro.
En muy pocos casos sabe la gente lo que quiere, (según el gurú de la publicidad Vance Packard). Pero, sin duda que luego se comió la pastilla de droga aspiracional que les dieron los Tironi-Halpern-Correa-Brunner.
Quería ser clase media aspiracional, y creyó que eso era la sutil esencia del ser chileno. La vida dejó de ser misteriosa, ahora tenía una certeza, complaciente, pero certidumbre al fin.
Ese joven mutó en, llamémoslo ahora, un progresismo aburrido, sin proyecto más que votar. Fue el sostén electoral de una democracia incompleta.
De apocalíptico a integrado.
Esa audiencia se diluyó y se transformó en benevolente. Perdió la ternura de joven. No Muerto. No totalmente. Debe almacenar en su disco duro las imágenes de Trauko, con las que se dejó sorprender y que, seguro, les sirvió para pajearse.
Y le recuerdan quizá el primer amor que tuvo en la boca. Cuando va al Persa Bio Bio se encuentra con las viejas revistas y a veces las compra por nostalgia.
Cuando Trauko dejó de publicarse, desde esa masa nacieron lentamente, -como un gusano de una larva o como el sarro que se desprende de una tetera- unos políticos con pinta de caudillos. Serían los escuderos que aprenderían a juntar bolsones de votos. De Quijotes a Sancho Panza.
Políticos escuderos del sistema
A ese caudillo, el sexo, el placer, ya le parecía cosa de marcianos. La libido la tenía puesta en el poder.
Lo único que quería, lo que más ansiaba, era ser jefe de gabinete. Sin saber bien por qué, tomó una pala y empezó a cavar, sin que nadie se lo pidiera, un hoyo para hundir el cambio debajo de la tierra.
Aprendió a manejar bolsones de votos en las elecciones internas de su partido en un sistema de caciques que manipulaban el lenguaje.
Le tomó distancia al arte. No era útil. El comic, la música, la literatura, el arte, las bibliotecas, la arqueología, son todas cosas las consideró inútiles porque no le producían beneficios.
Hoy da pena ver cómo está oxidado y todo ya es humo.
No hay cosa más elocuente que el humo.
Aun así no quiere aceptar que su era está quemada, una ruina. Su sistema caudillista está trizado, con una falla téctónica que lo cruza por debajo. Como la falla de San Ramón debajo de Santiago. El modelo económico tiene debilidades estructurales y las instituciones están quebradas (los milicos, los pacos, los fiscales y los jueces corruptos).
Es triste ver como un escándalo tras otro lo asedia.
Su partido político –antes lleno de vida- hoy es un vacío caparazón de escarabajo.
Ahora no le interesa el arte, ni la música, ni la historia.
Hoy está apaciguado y tiene una estética costumbrista del siglo ¿diecinueve? Pipiolos o Pelucones.
Ya no tiene glamour ni gloria.
Por las mañanas se mira en el espejo con melancolía mientras se coloca su corbata oscura.
Es celoso del que gana un peso más.
Muerde la yugular por un cargo.
Se arregla la corbata oscura y se pregunta –como un chispazo de luz-,
¿por qué estoy resentido? ¿por qué camino pisando huevos?
Ocupar un cargo y colocar a sus amigos en puestos claves.
Así funcionaba.
Soñó con ser carne de estatua como Salvador Allende y terminó como fiambre.
Déjenme en paz.
No me hueveen.
Qué la señora Juanita (el pueblo) no me detenga más en la calle.
La señora Juanita ahora es Cruella de Vil, una villana, una terrorista, el “enemigo interior”.
Su gran pesadilla es tener que viajar una mañana en transporte popular, una micro o el metro. Se caga en los pantalones si se encuentra con la señora Juanita.
Desconectado de la realidad ahora le molestan –como los mosquitos que aparecen en la tarde- los estudiantes, los profesores, los mapuches, los gay.
¿Y qué le gusta de la cultura?
Nada.
¿Nada?
No, ya no le gusta nada.
O cursilerías.
¡Miserere! ¡Tengan compasión!
Al hablar se atora con eufemismos tristes. Escribe con una estereotipada retórica instrumental. Tampoco le importa. ¿Para qué? a esta edad se le va la imaginación, le huyen las ideas.
Al final, después de 30 años, fue remplazado por unos escuderos de Pinochet, de esos muchachotes feos que cantaban la estrofa de los valientes soldados. Estaban agarrados a la piel del sistema, como unas garrapatas, esperando su oportunidad de revancha. Uno de ellos es el actual ministro del interior. (puaj, puaj, puaj)
LAS NUEVAS AUDIENCIAS ¿ RECOMENDACIONES ?
Ahora 2019 se ha publicado un nuevo álbum de Trauko. 30 años después
¿A qué audiencia se dirige?
Con solo revisar las estadísticas demográficas, sabemos que las audiencias han cambiado drásticamente.
Las audiencias nuevas tienen la riqueza de estar formada por múltiples culturas, y sus variadas formas de vida, con un impulso vital irrefrenable. Menos jóvenes, más viejos, más inmigrantes, y sobre todo, más mujeres.
Y lo que se necesita son analistas de esos datos, expertos en leer perfiles.
Empecemos por una estadística básica: Éramos 13 millones en 1990. Hoy somos 19 millones.
Globalmente, esta época la dirigen son ejércitos de tecnologías exponenciales que compiten por la penetración digital de las economías y las sociedades.
(De eso trata la guerra China-USA, los mercados digitales y su futuro: la bigdata, los algoritmos, la inteligencia artificial y las tecnologías exponenciales).
El 72 % de los chilenos usa internet. En Santiago alcanza al 80%.
Los niños menores de edad -4 o 5 años-ya están en contacto con un teléfono celular y conectados. Millones de consultas se realizan cada segundo a Google.
Jóvenes militantes de instagram
La población joven de entre 18 y 30 años porcentualmente ha disminuido. Representan al 21% de la población total, (3 millones 900 mil personas). En 1992 era un 23 %. (3 millones 170 mil personas).
Mi hijo Gabriel está en estos momentos en Norrland, en el Polo Norte. Online me manda una foto a las tres de la mañana, allí es verano y no se pone el sol. Aquí llueve y hace frío.
Recibir una foto desde el Polo Norte era, hace 30 años, ciencia ficción.
El joven de hoy es totalmente digital.
Tendrá numerosos trabajos antes de llegar a edad madura.
Lo pasa la raja. Sigue a youtubers y milita en instagram. Es variable, caprichoso, infiel, incierto. Vive en el círculo del gamer: jugar, comprar, jugar. Chatea todo el día. Es experto digitando bromas sexuales como forma de cortejo y seducción. Es bueno en el cybercortejo. El cybersexo es lo suyo. Consume, a través de Netflix películas viejas y nuevas, así como se da atracones de series de televisión en su teléfono. Y gracias a YouTube y Spotify, también tiene acceso a millones de grabaciones musicales.
Sale poco a la calle. Lo necesario. Tiene unas estéticas disímiles, que llama TRAP. (Vaya uno a saber qué significa eso). Es de gustos ambiguos, es huidizo y frágil. A veces parece que tuviera una carencia física o emotiva. El feminismo y el movimiento LGTB han logrado imponer sus modos. Es animalista, ambientalista, vegano.
Ha engordado.
El ejército de adultos mayores digitales
Los chilenos arriba de 65 años, hoy son 2 millones 300 mil. El año 1992 eran 860 mil.
Han aumentado del 6% de la población al 12%.
El doble.
Y esta es la sorpresa.
Los adultos mayores se parecen en sus hábitos a los jóvenes.
Sí. Son crecientemente digitales, tienen tiempo y les gusta leer en internet. También les gusta viajar y tomarse selfies. A pesar de todos los prejuicios, también los adultos mayores son y serán crecientemente digitales.
Tienden a ser iguales con los jóvenes.
Jóvenes digitales, viejos digitales. Las abuelas y las nietas se parecen.
Se han creado audiencias grandes y en rápido crecimiento de adultos mayores. Observamos que leen con más profundidad. Son más leales a medios más definidos y más preocupados de las noticias. Leen y escuchan noticias por internet —audio/pódcast . No tengo estadísticas, pero la intuición me indica que son buenos lectores y los más cercanos a las bibliotecas abiertas.
Humanidad de Inmigrantes
En 1990 la inmigración no era tema. No existía. Ahora son un porcentaje importante de la población.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) afirma que en 1992 el total de inmigrantes eran 105.070, correspondientes al 0,8%.
Hoy la cantidad de inmigrantes en el país es de 1.251.225, correspondiente al 6,6% del total de la población del país.
Es una cifra inédita.
Traen dinamismo a las sociedades. Son trabajadores con ganas de salir adelante. Necesitan un pequeño apoyo nada más para salir adelante. Culturalmente hay estudios que indican un aumento de visitas a los museos de los inmigrantes. Los estudiantes inmigrantes en la educación superior representan un 13 %.
Los chilenos en el extranjero.
Todos los días nos enteramos de chilenos que hacen noticia en el extranjero. Son un número inmenso. Sin embargo, no tiene, ningún reflejo en Chile. Porque hay un interés manipulador de mantener la lejanía cultural con los chilenos de afuera. Hay pocas actividades regulares de intercambio con los chilenos en el extranjero. La cultura chilena aún es territorial, facha. No le preocupa lo que pasa con sus compatriotas en el mundo.
Mujeres en la cultura son base de la cohesión
Finalmente, la gran nueva audiencia cultural son las mujeres.
Las estadísticas son evidentes de los cambios que han tenido las mujeres en treinta años, en todos los planos de la vida, en su vida sexual, en la cantidad de hijos, en el rol con las parejas, en su rol en mundo laboral.
Baste solo decir que en el año 1990 un 30% de las mujeres participaba del mercado laboral. Las cifras de hoy indican que estamos llegando al 50%.
La educación es la base de la cultura. La mayoría de los profesores han estado un mes en paro por demandas de la calidad de una educación pública en crisis profunda.
Decimos equivocadamente que los “profesores están en huelga”.
No.
Aquí hay que aplicar el lenguaje de género.
Son las PROFESORAS las que están en huelga. Las PROFESORAS son el 74% del magisterio.
Son las mujeres.
Otro dato:
Son 23 mujeres de los 34 miembros activos de la asociación gremial de Gestores culturales de Chile, Adcultura. Es decir, son el 65 % mujeres, un porcentaje enorme de los agentes culturales –la primera audiencia cultural organizada, una elite muy capaz.
Otro dato: un número importante de directoras de museos son mujeres (Histórico Nacional, Museo de Limarí, museo histórico natural de Valparaíso, museo de la Educación, Museo Histórico Dominico, Museo regional de Rancagua, museo Mapuche de Cañete, museo Regional de Ancud, museo Violeta Parra, museo de Salvador Allende).
Las mujeres han instalado una forma nueva de vida pública cultural. Usan los espacios públicos más sencillos. Quieren que los hombres les hablen a la misma altura.
La mujer ha sido la sostenedora de la familia chilena de modo histórico, han sido el sostenedor de la cohesión social y está en el centro de ese desarrollo.
Hay múltiples ejemplos:
Martina Sánchez, la madre del futbolista Alexis Sánchez, educó sola a sus tres hijos.
El Premio Nacional de Ciencias, Humberto Maturana y su hermano, fueron criados solo por su madre, Olga Romesín, con padre ausente.
Existe una correlación significativa entre el joven que pertenece a una familia cohesionada con una mejor educación, con menos enfermedades o menor dependencia del consumo de alcohol y las drogas. El rol de la mujer en la familia chilena, que impone sobriedad, decencia, y disciplina, constituye un punto de apoyo para sus hijos. Las madres mantienen los ritos ancestrales, defienden los espacios íntimos, y valoran los pequeños actos de afecto humano.
Según la OCDE, sólo 15% del financiamiento de la educación en Chile viene del Estado, el otro 85% de los pagos mensuales corre por cuenta de las familias. Según el último censo, el 48% de los hijos nacen fuera del matrimonio. La jefatura femenina del hogar es de 31,5%. Es decir, un porcentaje creciente de la familia chilena, es sus diversas formas, son gobernadas por mujeres. Son ellas la base de la cohesión familiar. Aumentan la convivencia sin matrimonio y también las nulidades matrimoniales.
TENDENCIAS DE LA NUEVA ERA
La rápida implantación internacional de todo tipo de dispositivos inteligentes, como tabletas, móviles táctiles, etc., está transformando los hábitos de acceso a la cultura, la información y el ocio. La tendencia de las nuevas audiencias culturales en 2019: Jóvenes digitalizados, mujeres empoderadas, adultos mayores digitalmente activos, inmigrantes luchadores, activos chilenos en el extranjero.
Y mujeres.
Repito a las mujeres para remarcar su creciente influencia exponencial.
Son audiencias con gran vitalidad.
Sin embargo, una de las deficiencias del debate es que muchas veces se ignoran los datos básicos.
¿A quién le interesa la investigación sobre las nuevas audiencias y el análisis sobre las múltiples oportunidades que ofrece Internet para la cultura?
¿Los soportes digitales al mundo editorial, librerías, bibliotecas?
Lo penca es que las nuevas audiencias tienen una representatividad aún restringida en la sociedad chilena y más aún en el arte y la cultura.
No son siempre sentados en la mesa.
Un solo dato: las pinacotecas nacionales o museos exhiben un abrumador desbalance en sus colecciones: más del 75 % de su acervo corresponde a artistas hombres, y alrededor de 20% a mujeres.
Los grandes medios de comunicación son controlados por unos pocos propietarios de fuertes intereses políticos partidarios machos.
Pero. Qué cosa.
La mayoría de los análisis aún permanecen en la estructura del año 1990. Treinta años atrás. No ven lo evidente, las nuevas audiencias.
La academia chilena revisa poco las estadísticas.
Se quedan en anticuados marcos teóricos, con los que torturan a su alumnos.
No hay renovación.
Una propuesta artística debe ser un aporte sobre el futuro, pero el cerebro tiende a repetir conductas, es conservador. El sistema de recompensa del cerebro es un conjunto de estructuras nerviosas que hace que seamos más proclives a repetir conductas y estímulos que nos gustaron en el pasado.
¿Tendencia a repetir conductas o propuestas de futuro?
Ese es el dilema.
Trauko ha publicado un nuevo álbum. 30 años después.
Tengo dos preguntas a mis queridos y admirados artistas de Trauko:
- ¿Cómo piensan a las nuevas audiencias?
- ¿Tiene Trauko posibilidades de lectura en pantalla a través de bibliotecas digitales, en una plataforma comunicacional digital?
¿Tendrá futuro el nuevo Trauko?
Eso lo veremos.
Depende de ustedes.
Omar Pérez Santiago
Pionero de la Moderna Gestión Cultural en Chile
Es escritor. Autor de las novelas Allende, el Retorno; El Pezón de Sei Shonagon y el libro de cuentos Nefilim en Alhué y otros cuentos sobre la muerte. Además es autor de Breve historia del comic chileno. Editorial Universidad Bolivariana. 2007.
Omar Pérez Santiago tiene una amplia experiencia en el campo de la Gerencia Cultural. En Suecia, durante los años 80, trabajó como administrador cultural. Publicó allí el libro Latinamerika i Skane (1991). (Folkuniversitet i Malmö, Kulturarbetförmedligen Malmö, Suecia).
En 1992 la Secretaría General de Gobierno de Chile publicó su La Gerencia Cultural, Una visión operativa del trabajo cultural, pionero de la gestión cultural en Chile.
Diversas versiones han sido publicadas desde entonces, entre otros: Nueva Política Cultural, Diario La Época, 11 de octubre de 1992. La Gestión Pública de Cultura en Chile, Propuesta institucional Ministerio de Arte y Cultura, monografía en la escuela de Gestión Pública de la Universidad de Chile. Desarrollo de la cultura y las artes. Posibilidades y desafíos para el 2018. Ministerio de Planificación.
Omar Pérez Santiago realizó el primer catastro cultural, en la comuna de San Joaquín, (Desatados, Artistas de San Joaquín, 1994).
En el año 1992 organizó el primer seminario en Chile sobre la Gerencia Cultural Pública y las políticas culturales en Chile, en la Universidad Católica de Chile.
Trabaja como administrador cultural.