Por Andrés Gillmore Socio Fundador de Corporación Costa Carrera y actual Past-Director.
29 de octubre de 2019
Los sucesos acontecidos en Santiago la semana pasada, más que una revolución o un golpe de estado ciudadano como se dijo tan insistentemente por los medios, desde un punto de vista netamente aysenino, es lo que podríamos denominar sin temor a equivocarnos, como un gran Movimiento Social por Chile, que guardando las debidas proporciones entre uno y otro movimiento. Es lo más parecido a lo que vivimos en Aysén hace algunos años, cuando la región como un todo, cansada de tanta inoperancia por parte del primer gobierno de Sebastián Piñera, se organizó y salió a las calles a reclamar la falta de atención y no tengo duda alguna que subliminalmente, el mismo lema que invocamos en Aysén con tanta fuerza y que nos llevó a casi lograr los objetivos (si no hubiese sido por el traidor Iván Fuentes): TU PROBLEMA ES MI PROBLEMA, motivó en forma y fondo a ese millón y medio de chilenos a salir a las calles en Santiago, que se sumaron a los cientos de miles por todo el país incluidos los cientos en Aysén; dando a entender que por fin se entendió a cabalidad a nivel nacional, que no podemos pretender seguir proponiendo desarrollo a costillas de otros y que lo social y lo ambiental es el nuevo paradigma que necesita Chile y entenderse, que no se puede seguir gobernando como en los años noventa en pleno siglo 21 y con gente del pasado en el mundo del futuro.
En Aysén se ha estado sufriendo por décadas de la mala intervención del Estado en forma y fondo en la territorialidad productiva y ambiental y por gobiernos regionales que poco y nada han defendido la región de la intervención afuerina, en temas tan trascendentales como medio ambiente y productividad sustentable en las comunidades regionales, que dependen inexorablemente de un medio ambiente libre de contaminantes para proyectar su presente-futuro.
En el sur de la región desde el año 1994 a la fecha, se viene dando una enconada batalla ante los gobiernos y las transnacionales extranjeras por defender la territorialidad de las comunidades. En una primera instancia la Corporación Costa Carrera en el año 2000 por medio de la primera ZOIT otorgada en Chile y que tanto costó en esos años sacarla adelante, paro la intervención de los salmoneros de los lagos General Carrera y Bertrand y del río Baker. Aguas pretendidas para poner jaulas y todos sabemos que si esos intereses se hubieran concretado en esos años, en la actualidad la segunda reserva de agua dulce del planeta (lago General Carrera) estaría totalmente contaminado por el virus isa y eso que esas aguas son de consumo de todas las localidades que estan a orillas del lago Carrera y Bertrand.
Posteriormente se entabló una gran batalla a nivel regional, nacional e internacional en contra de las represas (HidroAysén) en este mismo sur tan mirado en menos por las autoridades regionales y solo después de casi una década se logró derrotar estos intereses, que hubiese destruido para siempre el sur de Aysén. En la actualidad este mismo sur esta nuevamente en batalla en contra del actual gobierno, la UDI Aysén (representado por el senador David Sandoval Plaza) y el mundo minero, que quieren intervenir a como de lugar este mismo sur que se ha defendido con tanto esfuerzo, ante los intereses de las transnacionales para transformarlo en territorio minero y los intermediarios regionales y nacionales ganen sus respectivas y suculentas comisiones; de una Intervención que de concretarse, contaminaría para siempre las aguas del territorio (lago General Carrera y sus afluentes) y destruiría para siempre la sustentabilidad de las comunidades que se dedican a la agricultura, ganadería, fruticultura (en Chile-chico se exportan cerezas a China y California) y viticultura (se produce en Chile-Chico el vino más austral del planeta) y la actividad turística, que ha transformado el sur de Aysén (Cuenca del lago General Carrera- desde Bajada Ibáñez a Caleta Tortel) en un destino turístico de nivel planetario, que ha traído desarrollo sustentable y calidad de vida a las comunidades, sustentandose en el valor de su magnífica calidad escénica y ambiental y la espléndida denominación de origen y sello verde que posee, en actividades que proponen como un todo la sustentabilidad a todo lo que se produzca en el territorio.
El norte de la región ha tenido que soportar la intervención de los fiordos regionales por los salmoneros desde 1994 a la fecha, contaminando y destruyendo a más no poder esa magnífica sustentabilidad y destruyendo la vida de de miles pescadores artesanales y los desarrollos productivos de las comunidades. Sumado a una ley de pesca que ha depredado el mar aysenino como nunca lo imaginamos.
Coyhaique y Puerto Aysén, después de casi 15 años de contaminación por el uso de leña a nivel domiciliario, no ha podido concretar las medidas necesarias para resolver el problema ambiental y se han perdido años fundamentales para terminar con la problemática y tengamos en la actualidad adolescentes coyhaiquinos y puertoayseninos, que se han pasado toda su existencia en esa contaminación y que estan pasando a sufrir las consecuencias de un entorno tan contaminado.
En Aysén el mundo rural es lo que sostiene al mundo de las capitales regionales como Puerto Aysén y Coyhaique y desde ese punto de vista, ha habido por décadas por parte de los gobiernos regionales y los partidos políticos que operan en Aysén (todos) una tremenda falta de interacción y empatía con los verdaderos problemas que el modelo de desarrollo ha implicado en la territorialidad, ante un Aysén que como región joven y pujante ha visto obstruida su sustentabilidad, por gente y organizaciones que más que representar los intereses regionales, son embajadores de los intereses empresariales y partidistas de Santiago y eso se ve reflejado en los serios problemas ambientales y sociales que debe enfrentar en la actualidad la región.
Pocos recuerdan que el actual modelo de mercado, fue lo que precisamente destruyo el desarrollo ganadero que tenia Aysén en los años 90 y que era de una proyección incalculable y muy buena. Cuando se decidió que Chile se asociaría al MERCOSUR, de un manotazo se destruyo todo el desarrollo ganadero regional, que en esos años era pujante y con mucho presente-futuro y dio pie a una profunda y terminal crisis existencial, que cambio para siempre la región, delegando con ello pobreza y tristeza para tantos y que aun perdura hasta los días de hoy.
En este segundo Gobierno de Sebastián Piñera, hemos podido constatar cómo la UDI Aysén con sus dos caudillos: Oscar Catalán, actual candidato a Gobernador Regional y ex alcalde de Puerto Aysén, con graves acusaciones de enriquecimiento ilícito y manejos mafiosos en el municipio y que pronto deberá enfrentarse a los juzgados y David Sandoval Plaza, senador por Aysén, que desde siempre ha sido representante de las grandes transnacionales en la región y todo lo negativo que ello implica para la sustentabilidad regional y de las comunidades; han entrado con todo para transformar la región en territorio extractivista y se sustente en actividades tan contaminantes y destructivas como la salmonicultura en el litoral y la minería en el sur. Y si me apuran, propiciar más temprano que tarde la llegada de forestales como Mininco al sector del río colonia, donde se quemaron 15 mil hectáreas el verano pasado (y eso por decir a lo menos seria como muchos dicen “la cueca en pelota). Estos dos nefastos personajes como dignos personajes de la UDI, llevados por la codicia y la ignorancia, son capaces de todo por lograr esos objetivos y por ello deben erradicarse en forma y fondo de los planteamientos regionales.
Renovación Nacional Aysén desde hace un tiempo largo ha venido sufriendo un sangramiento importante de profesionales y amantes de la región, que han renunciado al partido, precisamente porque los que lideran el partido desde hace décadas y habló de Pablo Galilea (actual gobernador de la provincia de Coyhaique) y su grupo de súbditos, han manejado este partido desde siempre con una visión netamente santiaguina y se han transformado en un buzón de los intereses afuerinos y no han dudado por defender esos intereses y incluso ir en contra del senador Antonio Horvath Kiss QEPD, cuando este luchaba por la sustentabilidad ambiental de la región desde RN. Lo mismo ha sucedido con los restantes partidos: Socialista, Radical, Democracia Cristiana y en menor medida con el Partido Regionalista Independiente. Todas estas organizaciones políticas partidistas tienen un denominador común, no se meten en temas fundamentales para Aysén, sustentabilidad ambiental y social y cultura, que son los temas que sostienen a la región y proyectan el futuro de las comunidades y de esa manera no interferir con las disposiciones de sus partidos desde Santiago y eso en si mismo en la actualidad es alta traición a los intereses regionales.
Este Movimiento Social por Chile en Aysén, debe tener la capacidad de rectificar lo que se ha estado haciendo en la actualidad por parte de los gobiernos regionales y los partidos políticos en general, cambiando la forma y el fondo en cómo se planifica y se estratifica el desarrollo regional, haciéndolo propio y más aysenino que nunca por sobre todas las cosas.
Aysén, tiene la magnífica oportunidad de generar una sustentabilidad adecuada dada su territorialidad, su insuperable denominación de origen, su sello verde y la calidad social y ambiental que poseen sus territorios y que a nivel regional debe entenderse que el paradigma del siglo 21, es tener la capacidad de proyectar desarrollo considerando lo social y lo ambiental como un solo elemento en pos de las comunidades y de las nuevas generaciones que llegarán.