Frente a esta situación, el Centro Ecocéanos señaló que “las prácticas corruptas de las transnacionales salmoneras violando la legislación de los países donde operan, no son hechos aislados y locales, sino que son parte de su estrategia corporativa”.
Puerto Montt, 23 de diciembre de 2019. (radiodelmar.cl)– Luego que se conociera que las transnacionales Biomar Chile (Dinamarca), Nutreco/Skreting (Holanda), la norteamericana Cargill/Ewos, y Salmofood, de propiedad del Grupo Romero del Perú, han realizado prácticas de colusión para fijar el precio de los alimentos para salmones, el Centro Ecoceanos afirmó que esta situación «en la industria salmonera en Chile es consustancial a su naturaleza de corrupción y depredación ambiental».
La Fiscalía Nacional Económica (FNE) presentó un requerimiento ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), acusando a estas compañías de mantener un acuerdo para fijar los precios de venta de los alimentos para salmones entre 2003 y 2015. El organismo persecutor exigió que Biomar, Skretting y Salmofood sean multadas con hasta US$70 millones. Estas empresas facturaron US$ 1.500 millones durante el 2018.
La situación de colusión entre empresas no es nueva en Chile, pero tampoco a nivel mundial. Por ejemplo, en febrero de 2019, la Comisión Europea (CE) comenzó a investigar a varias grandes compañías productoras de salmón Atlántico (Salmo salar) y, en ese contexto había allanado instalaciones de algunas de las salmonicultoras más grandes del mundo, como Grieg Seafood, Mowi/ Marine Harvest y SalMar, con el objetivo de determinar si concertaron precios y otras condiciones comerciales, violando las normas antimonopolio de la Unión Europea que prohíben los carteles y las prácticas comerciales restrictivas (artículo 101 del Tratado de Funcionamiento de la UE).
Las prácticas corruptas de las empresas salmoneras son parte de su estrategia de negocios
Frente a esta situación, el Centro Ecocéanos señaló que “las prácticas corruptas de las transnacionales salmoneras violando la legislación de los países donde operan, no son hechos aislados y locales, sino que son parte de su estrategia corporativa”.
Ejemplo de ello, es el caso de la empresa salmonera Nova Austral de capitales noruego-norteamericano, la cual fue denunciada en julio del 2019 por falsificación y ocultamiento de información sanitaria y ambiental de sus operaciones en la región de Magallanes, Patagonia chilena. Esta información adulterada era entregada por Nova Austral al Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), organismo estatal encargado de la fiscalización de esta industria y a los mercados internacionales.
Como consecuencia, Sernapesca ha presentado 15 denuncias contra Nova Austral ante los tribunales y a la Fiscalia de medio Ambiente, mientras le retiro la certificación a su centro de cultivo como “libre de antibióticos”.Por su parte el Aquaculture Srewardship Council y el Monterrey Aquarium Seafood Watch, le retiraron sus respectivas certificaciones.
A su vez, la transnacional noruega Mowi /Marine Harvest, violó la legislación chilena al llamar a pescar sus salmones escapados en julio del 2018 en la zona de Calbuco, y pagar a los pescadores regionales para que firmaran declaraciones notariales falsas que avalaran la entrega de información fraudulenta al Estado de Chile sobre una supuesta recuperación de mas del 10% de sus 690.000 salmones escapados en la zona de Calbuco, región de Los Lagos, sur de Chile.