La colonización europea en su arribo a los territorios indígenas trajo, además de la cruz y la espada, enfermedades tales como la viruela, la tuberculosis, la gripe o la sífilis. En el caso mapuche, la Guerra de Arauco redujo la poblacion originaria de más de 2 millones y medio de personas a solo 500 mil. Muchas de estas muertes se dieron sólo por la acción de enfermedades. En la imagen: Autoridades mapuche pewenche realizan llellipun antes de cerrar ingreso a sus lof frente a emergencia santiaria.
Por Ronny Leiva Salamanca*.- @melinewen_dewman
Wallmapu, 22 de Marzo de 2020 – Difícil resulta hallarle un sentido o comprender realmente lo que resultará del mundo como lo conocemos ahora, luego de la pandemia del nuevo Coronavirus surgido en China y diseminado por todo el planeta.
Mientras que en la prensa, por una parte, se dispone las medidas de precaución desde los distintos gobiernos, muchas de ellas consideradas tardías, por otro lado, se informa sobre el contagio que se extiende y las medidas sanitarias de cuidado personal y familiar, donde el quedarse en casa aparece como la mejor decisión.
Vemos también que medios críticos comienzan a realizar la correlación pandemia vs. modelo neoliberal. En este sentido apunta la columnista Sonia Shah al exponer que el origen del nuevo virus es la destrucción y manipulación acelerada de la naturaleza, más específicamente, la destrucción de hábitats de animales salvajes [1].
Sobra decir que información fidedigna, a partir de imágenes de satélite, muestra como se han reducido las emisiones de carbono desde el comienzo de las medidas gubernamentales para hacer frente al coronavirus. Datos que, aunque promisorios, solo se verificarían mientras se mantenga la inacción resultado de la cuarentena, pues no responden necesariamente a un cambio en la matriz cultural y energética de la sociedad productora del cambio climático.
Así, tal como ocurre con los efectos del calentamiento global, los impactos de una pandemia con estas características serán mayores en las poblaciones más vulnerables, entre estos se encuentran los pueblos indígenas. En este contexto es pertinente preguntarse respecto a la interpretación y respuesta que estos pueblos hacen de la actual crisis planetaria.
De las primeras informaciones que vincularían al Covid-19 con toma de posición y decisiones desde espacios indígenas, vemos la determinación desde las Sagas (mujeres sabias) del pueblo Wiwa de la Sierra Nevada (Colombia), quienes aconsejan no nombrar esta amenaza y crisis mundial con el nombre oficial, pues, sostienen desde sus conocimientos espirituales, esta acción contribuiría a atraer el contagio a las zonas y territorios que son sus hábitats ancestrales [2].
Otra determinación, algo más esperable, refiere a distintas comunidades y municipios indígenas que han optado por cerrar la entrada a personas ajenas a sus propias localidades y territorialidades, es el caso de las Comunidades de Indígenas de Australia, así como el movimiento Zapatista (México) y los Asháninkas del río Ene y otros pueblos de la Amazonía del Perú, y del Cauca también en Colombia, entre otros, quienes hacen un llamado a que se “fortalezca la autonomía alimentaria en cada territorio, hagan trueques y usen las huertas medicinales” [3].
La colonización europea en su arribo a los territorios indígenas trajo, además de la cruz y la espada, enfermedades tales como la viruela, la tuberculosis, la gripe o la sífilis, entre otras. En el caso del pueblo mapuche, sólo en Chile la Guerra de Arauco, en cuestión de años, redujo en cerca de un 80% la población, de más de 2 millones y medio a solo 500 mil. Muchas muertes se dieron sólo por la acción de enfermedades. Posteriormente, la “Pacificación de La Araucanía”, el Ejercito y el Estado chileno ocuparon los territorios Mapuche, y nuevamente ocurrieron asesinatos masivos y sistemáticos, quema de viviendas y sembrados, y el saqueo de bienes, territorios y recursos naturales.
El Kovid-19 un Wingka Kütran
¿Qué se sostiene desde el mundo mapuche respecto a esta pandemia? ¿Cuál es la interpretación o explicación en relación a la actual emergencia sanitaria? Entre los primeros planteamientos vimos aparecer a personas mapuche que desde municipalidades o centros de salud entregaron recomendaciones, algunas de las cuales además eran vídeos o audios en mapudungun y, principalmente, desde la lógica de las medidas de precaución recomendadas por el Estado chileno.
Así, en un comunicado publicado en Mapuexpress, el Centro Taiñ Xemotuam, la Asociación Makewe Pelale (Hospital Makewe) y el Consejo de Salud Lof Boyeko, refiriéndose al wingka kuxan llamado Kovid-19, afirmaron que es necesario “cambiar por algún tiempo nuestras formas de relacionarnos para evitar la transmisión contagio”. Estas agrupaciones, además, recomendaron otras medidas desde quedarse en casa hasta el estar atentos al cuidado de ancianos, algunos sin redes, para proveerlos de alimentos, medicinas y cuidados [4].
Desde instancias ancestrales, la püñelelchefe María Quiñelen sostiene que hubo señales que indicaban que algo complejo se avecinaba. “Los sueños de los jóvenes y otros se vinieron como oleadas” sostiene. Ella misma habría soñado en septiembre de 2019 que “venía una larguísima fila de mapuche, eran antiguos en penumbra y siluetas subiendo y bajando lomas (…) con bultos pequeños como de un viaje en apuros”, relata.
María Quiñelen también afirma que el año pasado la Lawentuchefe de su lof, Rosa Martínez Catril, quien es su madre, les habría aconsejado, “por un pewma de julio”, prepararse. “Nos hizo guardar alimento, le llegaba mucha gente occidental a los que le tenía que recibir, (…) estaban de paso y creyó que venía una mortandad”.
No es difícil es asociar esta circunstancia con el estallido social del 18 de Octubre, agrega la lamgen María que, como “no pasó nada” en esos meses, su madre les aconsejo realizar llellipun, nütram y pewmatukün.
Otro quien expuso su opinión ante esta situación fue el peñi Emilio Painemal, originario del territorio wentemapu. Emilio es uno de los kimche más destacados en Temuco warria. Sostiene que su madre antes de fallecer le indicó que venían “cosas difíciles para la humanidad” y que la conexión espiritual sería una cuestión muy necesaria. Painemal se manifestó preocupado y señalo que él observa, “el ser humano, los mapuche también, hemos perdido la comunicación con los seres espirituales, invadiendo muchos hábitat donde estaban ellos”, coincidiendo así con la perspectiva de la especialista Sonia Shah.
Por su parte el longko Augusto Nawelpan se manifestó crítico con la hipocresía occidental de los países capitalistas que hacen negocios con el inhumano régimen de la China Comunista [5], siendo también crítico con los mapuche que, en el marco del “estallido social, han tomado la bandera de la derecha”, entre ellos también algunos longko. Nawelpan criticó que algunos Mapuche obedecen a partidos políticos “como si no tuviéramos capacidad ideológica», y “no le creen a nuestro propio pensamiento y demanda”, expresó.
Respecto al Covid-19 el longko sostiene que antiguamente, por medio de las rogativas mapuche, “los cerros se abrían y la gente se refugiaba ahí”, Nawelpan lamenta que actualmente ese kimün “se perdió”. En esto coincide con Emilio Painemal quien considera que la “forma de las cosas ceremoniales se ha folklorizado” con lo cual también el Pueblo Mapuche, nuestros peñi y lagmien, “hemos perdido sabiduría”.
En este contexto de emergencia sanitaria, Augusto Nawelpan recomienda “hacer rogativa” ya sea en su rewe particular o “ir hasta sitios sagrados” y “clamar que nos ayuden a sobrevivir”, en “cerros sagrados Trentren y Kaykay, o a orilla de ríos y lagos”. Nawelpan afirma que no hay que olvidar nuestra espiritualidad que “es lo único que puede frenar cualquier tipo de epidemia”.
La lamgen María Quiñelen sostuvo que en los últimos meses hubo diversas señales que, desde el mundo mapuche, se interpretaban como un peligro, refiere: la luna roja de enero, floreció la quila, avisaron las hormigas, casi no floreció el canelo, hubo mucho meulen (remolinos). Finalmente, la püñenelchefe fue enfática en recordar “nuestro pueblo resistió a un genocidio” [6], sostuvo que, de este modo, los actuales mapuche somos sobrevivientes, “hemos resistido pestes y pandemias por siglos”, concluye.
Para quienes, producto de la experiencia, tenemos un arraigo importante en la mapuche feyentun, la esperanza es que al salir de estas crisis, el estallido social chileno y la emergencia sanitaria de la pandemia por Covid-19, el pueblo mapuche pueda verse fortalecido, ya sea producto de un verdadero reconocimiento de tipo político a la legitimidad de nuestras propias instituciones y sabiduría ancestral o, también, desde la humildad que el mundo occidental globalizado pueda adquirir, a partir de los errores que se ha incurrido y que han resultado en el desencadenar esta crisis planetaria producto de la explotación salvaje de la naturaleza.
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Referencias
[1] https://www.lemondediplomatique.cl/2020/03/de-donde-viene-el-coronavirus.html
[4] https://www.mapuexpress.org/2020/03/22/un-llamado-al-pueblo-mapuche-frente-al-corona-virus-covid-19/
* Sobre el autor. Originario del Lofmapu Folilko, Territorio Wenteche de Ngulumapu. Integrante del Colectivo Mapuexpress desde 2003. Psicólogo y Magíster en Sociología (UNMSM), Diplomado en Género, Derechos Humanos y Derechos de los Pueblos Indígenas.