La planta procesadora de carne de Smithfield, en este momento, daba cuenta de 40% de los casos de Covid-19 en el estado y llegó a convertirse en el peor foco de coronavirus en el país, con trabajadores que transmitían Covid-19 a sus familias y a sus comunidades y potencialmente mucho más lejos, a través de las extensas cadenas de distribución de la compañía.
Fuente: GRAIN, 20 de abril de 2020
Dos días después de la llamada telefónica, se supo que un trabajador de la gran planta procesadora de cerdos de Smithfield en Sioux Falls, Dakota del Sur, había resultado positivo para el test de Covid-19. Smithfield no se inmutó: mantuvo la planta operando a toda su capacidad y ofreció a sus trabajadores, la mayoría de ellos inmigrantes, un bono de 500 dólares si no se reportaban enfermos ni faltaban.2
“Suspender la operación no es una opción. La gente necesita comer,” señaló Sullivan.4
Pero la realidad es que la mayor preocupación de Smithfield durante el año pasado fueron sus exportaciones hacia China, donde el precio del cerdo es cuatro a seis veces más alto que en Estados Unidos. En junio de 2019, Smithfield comenzó a rediseñar sus operaciones en Estados Unidos para entregar carcasas de cerdo a China, que luego son procesadas en las plantas de WH Group en China.7 En los meses siguientes, los envíos de la compañía hacia China se triplicaron – lo mismo ocurrió con las utilidades de Smithfield. 8
Smithfield mantuvo el ritmo de sus exportaciones a China durante marzo y comienzos de abril, incluso después que las agencias gubernamentales de los Estados Unidos habían ordenado hacer efectivo un confinamiento a nivel nacional y después de que la compañía tuviera conocimiento de los casos de Covid-19 entre sus trabajadores.9
“¿Tenemos alguna obligación de producir primero para los clientes del país antes que producir para los clientes de las exportaciones?” preguntó Sullivan el 24 de marzo durante la conferencia telefónica sobre las utilidades. “Mi respuesta a esto es que podemos dar servicio a ambos mercados. Tenemos abundantes existencias. Tenemos grandes cantidades de cerdo en Estados Unidos.”
Los precios del cerdo están inusualmente altos en China debido a otra pandemia global de virus, menos conocida, y que es letal para los cerdos, pero no para los humanos. La Peste Porcina Africana (PPA), un virus diseminado principalmente a través de carne y los piensos contaminados, que ya barrió con un cuarto de la población de cerdos del mundo durante el año pasado. China fue golpeada por la afección, de un modo gravísimo, y el propietario de Smithfield, el WH Group, jugó un papel crucial en su propagación.10
Uno de los primeros y más grandes brotes de la PPA en China, fue en el matadero del WH Group en Zhengzhou, en agosto de 2018. Tres meses después del brote, embutidos infectados, producidos por la compañía, seguían decomisándose en aeropuertos internacionales.11 A principios de abril, las granjas del WH Group en Polonia fueron las primeras infectadas con la PPA, en la parte occidental del país, una de las regiones productoras de cerdo más importantes de Europa.12
Para millones de criadores de cerdos a través de Europa y de Asia, la PPA es un desastre del cual no se pueden recuperar. Para el WH Group, ha sido una gran oportunidad para incrementar sus ganancias.
El WH Group podría usar estas gigantescas utilidades para aumentar los insignificantes sueldos de sus obreros de primera línea o hacer que sus granjas o líneas de producción sean más seguras. También podría gastar su efectivo en disminuir su masiva huella de carbono, la cual es cercana, casi de la misma dimensión, que la de la séptima ciudad más grande del mundo, Mumbai.13 En cambio, WH Group planea entregar este dinero a sus accionistas a través de un dividendo de 500 millones de dólares que llenará los bolsillos de sus ejecutivos y actores financieros, como BlackRock y Mondrian, que poseen grandes trozos de la compañía.14 El año pasado, el WH Group registró pagos de 16 millones de dólares a Ken Sullivan en salarios y en acciones, mientras que el Director Ejecutivo del grupo, Wan Long, se embolsó 291 millones de dólares, convirtiéndolo en el director ejecutivo mejor pagado de Asia.15
Sería erróneo pensar que Smithfield y el WH Group son excepciones en la industria global de la carne.16 Sin excepción, las principales compañías —JBS, Tyson y Cargill— han estado haciendo dividendos con las exportaciones a China, a la vez que han mostrado la misma indiferencia por la salud y seguridad de sus trabajadores en Estados Unidos y en el mundo durante la pandemia de Covid-19.17
Cuando el 19 de marzo los trabajadores de una planta procesadora de carne en Brasil de propiedad de JBS, la mayor compañía de carne del mundo, hicieron alto en sus actividades laborales para protestar por la falta de protecciones adecuadas contra la propagación del Covid-19, fueron atacados violentamente por la policía que actuó bajo las órdenes de la compañía. JBS argumentó que mantener la operación de la planta, a su máxima capacidad, es esencial para las necesidades de proteínas de la población de Brasil, pero al menos un 80% de lo que la planta produce es para exportación.18 El 25 de marzo, los trabajadores de la planta de carne en Irlanda del Norte también salieron a protestar, por razones similares, y se ha reportado que, al menos, tres trabajadores han muerto por Covid-19 en las plantas procesadoras de carne de JBS en los Estados Unidos.19
Sin embargo, Smithfield, tiene una historia particularmente sórdida con las enfermedades pandémicas. Se sospecha que las granjas de producción industrial de la compañía son el origen de la última pandemia global – la gripe porcina H1N1 que estalló en México en 2009. En los meses anteriores al reconocimiento oficial de la pandemia, las autoridades de salud de México habían identificado una extraña enfermedad respiratoria que afectó a más del 60% de los residentes de La Gloria, un poblado mexicano donde estaban ubicadas las granjas de Smithfield. Los residentes de la localidad estaban convencidos que la enfermedad era causada por la horrible contaminación que provenía de las granjas. Una sola muestra se tomó en La Gloria y se envió a un laboratorio con la capacidad de diagnosticar gripe porcina. Si bien Smithfield siempre negó cualquier participación en los orígenes de la pandemia, esa muestra, de un niño de 5 años, demostró ser el primer caso registrado de gripe porcina H1N1 en el país.20
El WH Group y las demás grandes compañías productoras de carne han impuesto en el mundo un modelo de producción de carne que nos está enfermando a todos. Sus granjas y cadenas de producción son el caldo de cultivo y vectores perfectos para las patógenos pandémicos. Si queremos enfrentar de manera efectiva al Covid-19 y a las futuras pandemias, necesitamos cerrar estas compañías y desarrollar mejores formas de producir y suministrar alimentos saludables para todos.
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