Sr. Presidente, si le queda un ápice de justicia, y a sus congéneres que dicen ser demócratas, que los de Punta de Peuco cumplan sus culpas donde deben cumplirlas, en la cárcel. Como los nazis de Auschwitz o Teblinca o Baden-Baden. No son mejores ni peores. Son asesinos banales y por eso sin remisión.
CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, SEBASTIÁN PIÑERA.
Sr. Presidente: con todo respeto se lo digo, porque yo soy demócrata y respeto la democracia, y aunque no voté por Ud ni lo haría, obtuvo la ínfima minoría para gobernar Chile ahora: no se pase para la punta, no se aproveche ni los de su facción de la derecha, que quiere salvar a los suyos, porque son los suyos: los de Punta de Peuco.
No; ahora, apelando a la confusión de la peste y la piedad, no nos venga con esta: los de Punta de Peuco no. Menos apelando a la piedad. ¿Hubo piedad en los de Punta de Peuco con las chicas penetradas con ratas en sus vaginas? ¿Hubo piedad con los compañeros que con un corvo les cortaron el vientre y los arrojaron al mar desde helicópteros de la Armada? ¿Hubo piedad con todos los chicos y chicas electrocutados en la parrilla? ¿Hubo derechos humanos con los hijos que les arrebataron a sus padres y se los repartieron entre ellos? ¿Hubo un ápice de piedad con los campesinos viejos que asesinaron a mansalva? ¿Me va a hablar, Sr. Presidente, de derechos humanos con los prisioneros arrumbados en el Estadio Nacional? ¿Me va a decir que los tuvieron a un metro y medio de distancia para que no padecieran de las enfermedades de la época: dolor, picanas, electricidad, golpes de agua fría? ¿En la Casa de la Risa, hubo piedad, derechos humanos, humanidad por que estaban enfermos o eran viejos?
No. Nada. Los de Punta de Peuco son asesinos que no merecen piedad. Que deben pagar sus culpas. Que deben cumplir hasta el último minuto su inmisericordia. No. Los de Punta de Peuco deben terminar sus días en esa cárcel, que, por otra parte, nada tiene que ver con una cárcel como El Manzano de Concepción o la de la ex-Penitencianría de Santiago. ¿Alguien tuvo piedad con los prisioneros de la Isla Quriquina o de la Isla Dawson?
Alguien tuvo piedad con mis amigos poetas Floridor Pérez o Aristóteles España? ¿Alguien me puede asegurar que un militar que está en Punta de Peuco no participó en la violación grupal del poeta Aristóteles España a sus 17 años? ¿Que estuvo solo ahí, mirando? No.
Entones por favor, Sr. Presidente no venga ahora con su falacia de la piedad. Fueron asesinos de los peores y deben pagar sus culpas. Costó mucho la justicia para que ahora Ud. venga a arrebatársela a sus viudas, a sus hijos o hijas, a sus nietos o nietas, a sus deudos todos. Si le queda un ápice de justicia, y a sus congéneres que dicen ser demócratas, que los de Punta de Peuco cumplan sus culpas donde deben cumplirlas, en la cárcel. Como los nazis de Auschwitz o Teblinca o Baden-Baden. No son mejores ni peores. Son asesinos banales y por eso sin remisión.
Thomas Harris Espinosa
Poeta