Los ministros de Hacienda repiten que se pueden tener diversas interpretaciones, pero no distintos números. Analicemos con esa lógica las políticas implementadas a raíz de la pandemia.Para tratar de explicar que las grandes empresas no han utilizado masivamente la Ley de Protección del Empleo, la ministra Zaldívar dijo que solo un 1% de ellas la había usado. Cierto. Pero representa el 31% de los trabajadores acogidos. Es decir, la gran empresa utilizó intensivamente este instrumento. Muchas pudieron hacer algo mejor.

Al cumplirse un mes de aplicación, los beneficiarios de los subsidios a los suministros domiciliarios eran 19 mil en telecomunicaciones, 69 mil en electricidad, y 12 mil en agua. Un ministro alcanzó a calificar el asunto de exitoso. En Chile hay 6,5 millones de hogares. En el mejor caso, la cobertura es del 1%.

El Ingreso Familiar de Emergencia alcanzará a entre 1,9 y 2,1 millones de hogares. Las canastas, a 2,5 millones. Según el Registro Social, existen tres millones de hogares dentro del 40% más vulnerable. Bordean la línea de pobreza. No se está cubriendo siquiera a esas familias. Menos aún a la clase media necesitada, como dijo el Presidente Piñera.

El primer balance del Fogape informa de 30 mil operaciones por más de 18 millones de UF. Se ha colocado en diez días lo mismo que en un año normal, señaló el ministro Briones. Al Año Tributario 2019 existían en el país 497 mil micro y pequeñas empresas, 206 mil tienen al menos un trabajador contratado. En el mejor de los casos, con 25 mil créditos referidos a este segmento, la cobertura ronda el 12%.

Podemos ver que las medidas están muy lejos de la magnitud de la crisis. Requieren mejorarse, aumentar los montos, extender su cobertura y aplicarse automáticamente, sin postulaciones, para detener los contagios y evitar una crisis social muy severa.

Carlos Montes
Senador PS