El «affaire Warnken» se puso caliente con un artículo del músico Rudy Wiedmaier. El escritor Edmundo Moure Rojas aportó lo suyo. Aquí publicamos un antecedente o registro. El escritor Pérez Santiago publicó el año 2004 un artículo en que hacía mención a Cristián Warnken y su amable relación y buena onda con la monopólica tabacalera y sus multimillonarios dueños. El artículo intentó ser censurado y hubo líos. El artículo fue también parte del libro de Omar Pérez Santiago, llamado Escritores de la Guerra. Vigencia de una Generación, que fue presentado el día 10 de noviembre del 2004, en la 24 Feria Internacional de Libro de Santiago, FILSA. El artículo es un registro de un debate semi oculto por los grandes medios de comunicación y sus redes del poder
Cristián Warnken: Tabaco, Cultura y Lavado de ImagenPor Omar Pérez Santiago 24 de octubre de 2004. |
Algunos actores del star system literario chileno decidieron, alguna vez, desarrollar una, en apariencia ingenua, adaptación al clima ambiental de época, la llamada tesitura de la intemporalidad. Esto consiste, de suyo, en pasar piola y parecer inocente. Cristián Warnken, un conocido profesor chileno que se dedica a entrevistar a escritores, lo ha demostrado ahora con su equívoca posición frente a las tabacaleras. ¿Cómo explicarlo? «Sigan la huella del dinero», les recomendó Garganta Profunda a los periodistas del Washington Post que investigaban el escándalo Watergate del Presidente Nixon. La pista del dinero, antiestético tema para un literato. ¿Quién le paga al profesor de castellano llamado Cristián Warnken? Supongo que la Universidad Finis Terrae, donde Warnken es director de la Escuela de Literatura. La Finis Terrae no es cualquier universidad chilena. Es la más corporativa de las Universidades. Conviven allí hoy dos tropas. Por un lado, sus fundadores, son los ex colaboradores de Pinochet, Pablo Barahona (rector durante 16 años) Álvaro Vial, Álvaro Bardón y José Antonio Guzmán. Por el otro, son socios los Legionarios de Cristo, los católicos integristas. Bajo el lema «Semper Altius» (Siempre más alto), esta congregación -fundada en 1941 por el sacerdote mexicano Marcial Marciel- ha conquistado un ámbito del empresariado. Según la revista Qué Pasa entre los empresarios legionarios están Eliodoro Matte, dueño de la papelera; Guillermo Luksic, dueño de CCU, Banco de Chile y VTR; Agustín Edwards, dueño de la empresa El Mercurio y el presidente de Telefónica CTC Chile, Bruno Philippi. Es decir, La Finis Térrea está en manos del hard core de la elite conservadora. El actual rector de la Finis Térrea se llama Roberto Guerrero del Río. Roberto Guerrero del Río es, además, director de Chiletabacos filial de la British American Tabacco -cuyo presidente es Carlos Cáceres. Da la casualidad, según un reciente informe de la revista El Periodista, que Roberto Guerrero del Río es uno de los encargados de la oficina de abogados de la Compañía Chilena de Tabacos. La empresa es monopólica en el mercado chileno, con alrededor de un 98 % de las ventas. Las industrias tabacaleras tienen una historia muy perversa. Empezaron hace ya muchos años por negar que el tabaco produjera daño a la salud. Han manipulado el proceso legislativo y a los gobiernos en varios países para lograr sus beneficios. Están metidos en el contrabando (la cifras de comercialización de cigarrillos de contrabando en Chile es alarmante, casi un 7 o un 8%, según cifras públicas), han tergiversado la evidencia científica y han comprado científicos para hacerlo. Todo eso está probado por la OMS y la Organización Panamericana de Salud (OPS). La cifras de las víctimas chilenas del tabaco son espantosamente crecientes. En 1990 fallecían de tabaquismo 9 mil personas, hoy día las cifras alcanzan a 14 mil personas al año. Chile pierde 117 millones de dólares en cáncer pulmonar por tabaquismo, según la OPS es el 6 % de los que el Estado destina a salud. La OPS destaca una cara poco visible del tabaquismo: su vínculo con la pobreza. La OPS menciona que la población de menores recursos tiene mayor probabilidad de fumar que la de mejor posición económica y que los pobres gastan un mayor porcentaje de sus ingresos en cigarrillos. Tabaco y pobreza, conforman un círculo vicioso del cual a menudo es difícil de escapar. La OPS también afirma que casi el 70% de los niños y adolescentes de Chile respira habitualmente el humo del cigarrillo de los demás en su propio hogar. Chiletabacos está empeñada hoy en una afanosa cruzada para contrarrestar en Chile las regularizaciones que mundialmente se hacen a la publicidad del tabaco. Para eso, Chiletabacos prioriza sus auspicios dentro de la cultura y la educación. Entre 1995 y 2002 la inversión de Chiletabacos en estas áreas alcanzó los dos mil 500 millones de pesos. Las Tertulias Tobacco & Friends son espacios gratuitos en los que las personas se reúnen en torno a un entrevistado del ámbito cultural, generalmente escritor. La universidad Finis Terrae es parte consustancial del proyecto Tobacco & Friends. Chiletabacos financia charlas y exposiciones y el proyecto Literarte. A fines del 2003, mediante la Ley de Donaciones y con el patrocinio de la Universidad Finis Terrae y de la Dirección de Archivos y Museos, Dibam, editó el libro Diálogos con la Cultura con los contenidos de las tertulias de Tobacco & Friends. Se hicieron mil ejemplares con aporte estatal y dos mil más con aporte propio de Chiletabacos. Y, vean ustedes, uno de los contratados preferidos para las entrevistas de Tobacco & Friends es también Cristián Warnken. Es el anfitrión por excelencia, como puede comprobarse directamente en la página web de la empresa. Warnken, hasta ahora, no ha demostrado tener una fisura moral en su postura. Tampoco le afecta -hasta donde sabemos- la responsabilidad del tabaquismo en el cáncer y en los problemas de salud de la población. Cuando recientemente el periodista Juan Sharpe de La Nación Domingo del 7 de octubre de 2004 le consultó sobre el tema, Warnken contestó que era «una pendejada». «y no creo que por haber participado en unas tertulias uno esté siendo parte de la política de blanqueamiento de la imagen de la tabacalera. Ellos están blanqueando la imagen como todos los avisadores importantes en el mundo.» Ya ven, para Warnken las tabacaleras es un avisador más en el mundo. ¿Es Warnken un bienpensante ingenuo? La asamblea mundial de OMS adoptó el año 2003 por unanimidad el tratado de salud pública internacional, el llamado Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, como una respuesta global a la epidemia silenciosa que causa la mayor carga de enfermedad, discapacidad y muerte evitable en el mundo. El Convenio prohíbe la publicidad, la promoción y el patrocinio de productos derivados del tabaco. Para que el tratado tenga vigencia internacional lo deben ratificar 40 países. Hasta el día de hoy 33 países lo han ratificado. Francia lo acaba de ratificar en octubre del 2004. Sólo faltan siete países. Existen hoy fuertes campañas a nivel mundial que han logrado avances importantes en contra del tabaquismo, en Brasil, en Canadá y en Europa. Y Chile, que según la Organización Panamericana de Salud tiene los más altos índices de tabaquismo en toda Latinoamérica, debe ratificar el Convenio en el parlamento. Y por eso, Chiletabacos ha iniciado una costosa y amplia campaña de influencias y de lobby, donde se incluye a los líderes de opinión, también en el ámbito de la cultura. Esto lo sabe bien Warnken, como ser informado y por las relaciones que frecuenta. No creo que sea ingenuo. Sin embargo, él no reconoce que los problemas tienen ligazones, causas y efectos. ¿Es la visión de Warnken más real que la mía? ¿Es mi postura más pendeja? Pero luego, hay otro problema anexo: Todas estas conexiones reales de Warnken con las tabacaleras, ¿influyen o no en Warnken? Warnken cree que la realidad es lo que él ve, toca, huele, oye, mastica. Lo que fue, lo que va a ser, lo que podría estar siendo o lo que quizá sea, y sus relaciones posibles, no integran su universo. Estamos frente a una campaña cuidadosa y orquestada de las tabacaleras, principalmente de las grandes multinacionales Philip Morris y British American Tobacco, y cualquier ciudadano que se tome el tiempo de informarse se sentirá asqueado, al enterarse de lo que hace la gran industria tabacalera. Las fuertes disputas que existen tras el tema de las tabacaleras, las presiones y los lavados de cerebro de la industria para recibir la absolución por 50 años de mentiras y engaños, para Warnken no existen, simplemente, por que él «no fuma». Es la tesitura de la intemporalidad. |