Chaitén, región de Los Lagos, 09 de Junio de 2020 (radiodelmar.cl)– Salmones Camanchaca S.A. emitió un hecho esencial a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) para entregar antecedentes sobre su centro de cultivo “Islotes”, Chaitén, provincia de Palena, región de Los Lagos, que fue impactado por condiciones meteorológicas. Los dos módulos de doce jaulas cada uno del centro de cultivo siniestrado poseían un stock de 1.765.776 salmones Atlántico (Salmo salar), con un peso promedio de 2,6 kg.
El accidente significó el traslado de 536.531 peces, con una mortalidad de 387.837, mientras 38.316 salmones escaparon hacia el frágil ecosistema marino adyacente. Hasta la fecha se habrían recuperado según la empresa 9.900 peces.
La Salmonera activó las pólizas de seguro que amparan la biomasa, operaciones de rescate de peces y estructuras. Entre los planes de mitigación de impactos de escapes se incorporaron dos barcos pesqueros para recuperar peces. Los casi 400.000 peces muertos fueron dispuestos en plantas de reducción (harina y aceite).
Ricardo García Holtz, gerente general de Compañía estimó que el hecho “tendrá un impacto financiero después de impuestos en el segundo trimestre de 2020, de aproximadamente US$2 millones en Camanchaca S.A.”.
Escapes de salmónidos: Impunidad para la destrucción de nuestra biodiversidad acuática
Según Sernapesca, durante el 2019 se escaparon 70.382 salmónidos de las especies Atlántico y Coho, en tres centros de cultivo pertenecientes a las empresas Salmones Aysén, Marine Farm y Cermaq Chile. El 2018, hubo ocho mega escapes de salmónidos, con más de 752 mil ejemplares fugados.
El salmón escapado constituye una plaga invasora, al ser una especie exótica introducida en aguas chilenas desde el hemisferio norte. En los ríos y lagos del sur de Chile existen 45 especies de peces nativos, siendo un 80 por ciento de ellos endémicos (sólo existen en Chile). La mayoría de los peces endémicos afectados por los escapes de salmón son especies categorizadas como amenazadas.
Según el Centro Ecocéanos “La impunidad que acompaña los escapes masivos de salmones, demuestra que las regulaciones de acuicultura chilena están hechas a la medida de los intereses corporativos, y no de la protección del patrimonio marino-ambiental de la nación”.
A lo anterior se suma el hecho que “las resoluciones de calificación ambiental (RCA) de las concesiones salmoneras no contemplan medidas de reparación, compensación y/o mitigación de los negativos impactos sanitarios y ambientales derivados de los constantes escapes masivos de salmónidos”, según la organización ciudadana.
