Por JdeC Ripper
Chile es un país enfermo de injusticia, en parte porque muchos periodistas son unos tristes agentes de grandes intereses y privilegios, grises como las piedras del desierto. La incestuosa relación entre la política y el periodismo, es lo primero que salta a la vista al ver unos capítulos de la serie danesa Borgen, de gran éxito mundial.
Borgen narras las interioridades de la política danesa a través del personaje de Birgitte Nyborg, con la actriz Sidse Babett Knudsen, que se convierte en la primera mujer en alcanzar el cargo de Primer Ministro de Dinamarca. La actriz Birgitte Hjort Sørensen es la joven periodista estrella de TV1, Katrine Fønsmark y que en su departamento tiene un afiche gigante del film Todos los hombres del presidente, con Dustin Hoffman y Robert Redford, sobre los periodistas norteamericanos que desnudaron el escándalo Watergate y que llevó a la caída de Nixon del poder, símbolo de integridad periodística. Borgen trata sobre filtraciones, exclusivas, juego sucio, amarillismo y enfoque basura.
«Borgen» es el término coloquial con el que se conoce al palacio de Christianborg, sede de los tres poderes del estado y oficina del Primer Ministro. La serie detalla el desempeño del poder por parte de Nyborg, su paso por la oposición, y la relación entre los medios de comunicación y el poder político, que se condicionan mutuamente. Los nombres de los medios de comunicación y los partidos políticos que aparecen en la serie son ficticios, pero equivalen a los existentes en Dinamarca.
La serie fue creada por el productor Adam Price y de otros dos escritores, Jeppe Gjervig Gram y Tobias Lindholm. Se produjeron tres temporadas de diez episodios cada una, emitidas en otoño de 2010 y 2011, y a principios de 2013 respectivamente. Volverá en el 2022.
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