11 - abril - 2025

Chile & Suecia: Poetas Tranströmer & Teillier. Misteriosas semejanzas. Por Pérez Santiago

«Atardecer en automóvil», de Jorge Teillier


El poema «Atardecer en automóvil», del poeta chileno Jorge Teillier (1935-1996),  fue publicado en 1961, en su libro El árbol de la memoria.

  a mi hermano Iván

Abandonamos la aldea
después de beber algo en el hotel frente a la plaza.
Escogimos el camino más viejo. Pasamos lentamente
frente a tierras sin cultivar, árboles mutilados
por los roces a fuego. Entramos a una quinta abandonada
a buscar manzanas silvestres.
Luego, alguien dice: “en la estación había una muchacha
que se parecía no recuerdo a quién”.
Otro empieza a cantar.
Pero cuando las estrellas salen a mirarnos
con sus húmedos ojos de ovejas tristes
nadie habla ni canta.
Trepida el viejo motor, el viento nos da en la cara,
un amigo reparte el pan y el vino. Siempre eso es bueno.
Y es bueno desear que sea eterno, eterno como creemos
son la noche, el viento, los oscuros caminos del cielo.

 “Nocturno” de Tomas Tranströmer

El poema “Nocturno”  del sueco Tomas Tranströmer (1935-2015), fue publicado el año 1962, en su libro El cielo a medio hacer (Den halvfärdiga himlen).


Por un pueblo conduzco de noche, las casas surgen
Al resplandor de la luz -están despiertos, desean beber.
Casas, galpones, letreros, vehículos abandonados -es ahora
que se visten de vida. La gente duerme:

Algunos duermen en paz, otros con rostros tensos
Como si estuviesen estrenando para la eternidad
No osan soltarse completos a pesar que su sueños son pesados.
Descansan como barreras caídas cuando cruza el misterio.

Afuera del pueblo el camino se alarga entre los árboles del bosque
Y los árboles los árboles en silencio entre ellos
Tienen el color teatral que tiene el brillo del fuego
¡Qué claras son sus hojas! Me persiguen hasta la casa.

Me acuesto a dormir, veo imágenes desconocidas
Y signos suben solos detrás de las pupilas
En la oscuridad de la muralla. En la rendija entre la vigilia y el sueño
una gran carta intenta colarse en vano. 


(Traducción del sueco de Pérez Santiago)

El misterio   

Las semejanzas de forma y de fondo de estos poemas son sugestivas y parecen misteriosas:

Los libros que los contienen -“El árbol de la memoria” y “Cielo a medio hacer”-  son el tercer libro publicado por Teillier y Tranströmer, respectivamente. Teiller debutó en 1956 con Para ángeles y gorriones y Tranströmer en 1954 con 17 poemas.

 Muy propio del modernismo y de la poesía de época, los poemas están escritos en verso libre, tienen 16 versos y, en ambos poemas alguien conduce un automóvil («Atardecer en automóvil», “Por un pueblo conduzco de noche»).

Construyen  imágenes poéticas que se encadenan y levantan un nuevo contenido y misterio. Es la dinámica, la cinética de los poemas, el movimiento y asumen un tono de relato.

Los poemas ocurren probablemente en una aldea o un pueblo y es en la temporada de otoño por sus árboles y sus colores de fuego:

“Y los árboles los árboles en silencio entre ellos
Tienen el color teatral que tiene el brillo del fuego”
 (Tranströmer)

“árboles mutilados
por los roces a fuego”
 (Teillier)

Los poemas tienen un sustrato en la amistad. En el poema Teillier es acompañado de alguien, un amigo, o quizá su hermano Iván Teillier (1940-1992), a quien dedica el poema. Tranströmer viaja solo. Pero sabemos que el poema fue escrito en el tiempo que vivió en Västerås y trabajó como sicólogo en una cárcel de menores. Por las tardes se encontraba con su amigo, su gran amigo, el poeta Lars Gustafsson (1936-). Es posible que este poema surgiera de una conversación entre ellos.

Dos valiosos poemas sobre los momentos de la percepción de la noche, del sueño o el ensueño, de los árboles y las revelaciones.

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