La francesa Emmanuelle Charpentier tiene 51 años y es una microbióloga y bioquímica francesa en la Universidad Pierre y Marie Curie en París. En 1995 realizó su doctorado en el Instituto Pasteur. Posteriormente se trasladó a los Estados Unidos donde trabajó en diversas universidades y hospitales. En Suecia obtuvo la plaza de directora de investigación del Molecular Infection Medicine Sweden y es además profesora visitante en el Centro Umeå para Investigación Microbiana.
La estadounidense Jennifer Anne Doudna tiene 56 años y es una bioquímica estadounidense, catedrática de Química y Biología celular y molecular en la Universidad de California, Berkeley. Ha sido investigadora en el Instituto Médico Howard Hughes desde 1997 y desde 2018 tiene la posición investigador principal en los Institutos Gladstone, así como profesor en la universidad de California en San Francisco
En 2012, Charpentier y Doudna, publicaron, junto a otros investigadores, un artículo en el que describían una técnica para editar genes que podía servir para tratar enfermedades como el sida e incluso para modificar el genoma de embriones para librarles de enfermedades congénitas. La técnica, bautizada como CRISPR-Cas9, da la posibilidad de añadir o quitar material genético con una enzima. Crispr son las siglas de clustered regularly interspaced short palindromic repeats. Se trata de unas secuencias del ADN que se comportan como nanoingenieros genéticos: son capaces de incorporar genes extraños, como los de un virus, y de someterles luego a una variedad de modificaciones.