Mañana jueves se entrega el Premio Nobel de literatura en Estocolmo. Aquí, algunos de los empleados de cultura del diario sueco Aftonbladet revelan los nombres que suenan en la capital de Suecia, Estocolmo.
Karin Pettersson:
Idealmente, vería a la estadounidense Joan Didion (85 años) como la ganadora, esta pintora analítica, fría y precisa del estado estadounidense. Como la necesitamos ahora. De lo contrario, el escritor keniano Ngugi wa Thiong’o (82 años), sus temas de colonialismo, exilio y opresión son igualmente importantes.
Lennart Bromander:
El autor rumano Mircea Cartarescu (64 años) encaja perfectamente en el modelo de un premio Nobel adecuado, así que creo en él. Uno en el que ciertamente no creo, pero que me haría aún más feliz si lo hiciera, es el autor nigeriano Chigozie Obioma (34 años). Su novela debut “Los pescadores” fue absolutamente brillante, y «An Orchestra of Minorities”, incluso mejor, una de las novelas más fuertes que leí en los últimos años y probablemente un futuro clásico.
Pia Bergström:
Puede que sea el turno de la canadiense Margaret Atwood este año. Tiene 81 años y pronto será demasiado tarde. Atwood ha escrito muchas novelas clarividentes, con visión de futuro e ingeniosas (e incluso poesía) sobre el mundo cambiante en el que vivimos, sobre género e identidad, sobre mitos, cambio climático, genética y tecnología.
Åsa Linderborg:
El portugués António Lobo Antunes (78 años) . Solo he leído un libro, pero solo vale su precio: «Fado Alexandrino», sobre la «Revolución de los Claveles» en 1974. Cuatro veteranos de guerra cuentan recuerdos de la sucia guerra colonial en Mozambique. La historia gira entre el trauma de la guerra, la homosexualidad como complejo de inferioridad y las inevitables desilusiones del romance revolucionario.
Claes Wahlin:
António Lobo Antunes (78 años). Sus novelas regresan constantemente, pero siempre en formas nuevas, al pasado menos glorioso de colonialismo y dictadura de Portugal. Los supervivientes y otros perdedores son perseguidos en un idioma en el que cada frase es una aventura y el dibujo del personaje alcanza profundidades raras en las almas destrozadas.
Petter Lindgren:
Esta semana, el oráculo de mi dedo índice ha estado hablando sobre «El fuego azul de la alquimia», la excelente antología de poesía árabe moderna de Saleh Oweini y Nina Burton , por lo que el área del lenguaje debe considerarse clavada. El sirio Adonis? (90 años), pero Salim Barakat (69 años), kurdo sirio, novelista y poeta de fama mundial, también vive al sur de Estocolmo. Climáticamente inteligente, aplaudido y listo: Barakat.
Ulrika Stahre:
Le pongo un viejo franco gastado y sucio a Michel Houellebecq (64 años), el autor que con cada novela no solo suscita debate (que es un rasgo sobrevalorado) sino que también perfora heridas humanas e inhumanas. Carnoso y pervertido, humorístico y negro más negro, como un guante para nuestra academia real.
Ragnar Strömberg:
Como tantos otros, creí firmemente en la escritora de Antigua y Barbuda, Jamaica Kincaid (71 años) la última vez, pero esa pista estalló como un troll al sol cuando pocos habían considerado la posibilidad de que la Academia eligiera un laureado extremadamente controvertido para afirmar su soberanía y atuendo en la opinión pública. Entonces ahora tal vez se haya descargado la necesidad de marcar, por lo que finalmente se puede considerar a Kincaid o el italiano Claudio Magris (81 años) .
Amelie Björck:
La canadiense Margaret Atwood (80 años). Con «Oryx y Crake» y «El cuento de la criada», ha escrito una «literatura especulativa» alentadora sobre qué futuros corren el riesgo de nacer de lo que ahora votamos. También ha escrito una poesía tierna e inolvidable: «La palabra mano flota sobre tu mano como una pequeña nube sobre un lago».
Kristofer Andersson:
A quién, en cambio, deberían premiar: el escritor kiowa N Scott Momaday (86 años), cuya novela «House Built by Dawn» marcó el comienzo del éxito literario de la población nativa americana en la segunda mitad del siglo pasado.
Viktoria Jäderling:
Creo que es el momento de una escritora realmente oscura y literaria que nadie conoce o alguien que no ha escrito tanto, tal vez la húngara Terézia Mora (49 años) o la rusa Tatiana Tolstaja (69) , o la maravillosa francesa Marie-Hélène Lafon (58 años).
