Columna de opinión de Dr. Marcelo Arancibia, del Instituto de Ciencias de la Educación, Facultad de Filosofía y Humanidades de la UACh.
Desde octubre de 2019 la sociedad movilizada organizó discusiones barriales y temáticas, en cabildos ciudadanos autogestionados. Cualquier proyección del proceso constituyente debe tener como base dicho accionar de deliberación ciudadana (Valdivia destacó como ciudad con mayor número de cabildos a nivel País). Considerando lo discutido en cabildos de educación destaco tres cuestiones a considerar (documento sistematización de cabildos, Valdivia 2020):
El ejercicio de profundización democrático expandido luego del 18O invita a recuperar la Educabilidad como parte indivisible de la vida social, toda la sociedad es responsable de la Educación de sus ciudadanos, no los gobiernos de turno, es deber del Estado garantizar la Educación de su población más allá del proceso de escolarización, si no que durante toda la vida y en todo espacio comunitario.
Es a través de la educación que podemos acortar la segregación social actual, los colegios deben ser espacios de inclusión y cohesión social, donde se eduquen juntos futuros jefes y trabajadores. La segmentación por origen social profundiza las brechas de oportunidades. La evidencia internacional demuestra que solo a través de un sistema educativo gratuito e integral que eduque en valores ciudadanos compartidos se obtiene una sociedad basada en el respeto a la diferencia y la solidaridad entre grupos sociales y culturales diversos.
El Estado subsidiario que solo se hace responsable de garantizar la “Libertad de Enseñanza” se debe reemplazar por un Estado garante del derecho a una educación permanente, pública, universal, gratuita, laica, no sexista y democrática basada en la igualdad e inclusión que dote de autonomía a los centros escolares, sus comunidades y al profesorado.
La libertad de enseñanza consagrada constitucionalmente es defendida como la opción de “elegir de las familias”, la desigualdad económica y territorial de Chile transgrede el principio básico de equidad ante dicha “libertad de elegir”, cualquier posibilidad de elección aún en Chile se sustenta en la capacidad de la billetera y en tener reales opciones en los diferentes territorios donde en muchos casos solo existe una opción, es decir la posibilidad de escoger se concentra en grupos socioeconómicos privilegiados y habitantes de territoritos densamente poblados.
El abrumador triunfo del Apruebo y Convención Constitucional sitúa en mejor posición política lo deliberado en los cabildos autogestionados, donde la Educación fue tema transversal y fundamental, pues su actual configuración y definición constitucional es identificada como una de las causas del descontento social y de las radicales diferencias e injusticias en la sociedad chilena.
