25 - noviembre - 2024

Estudio sobre Impactos del Covid-19 en territorios Mapuche fue presentado por Mapuexpress y Cigiden

  • Oscar Quintul, del territorio de Maihue en la cordillera de la Región de Los Ríos, señaló que la Pandemia “les permitió volver a hacer y pensar en comunidad” y frente a la crisis económica, volvieron a potenciar la siembra de papas y trigo.
  • “No esperamos lo que decidiera el Estado, sino que recurrimos a lo más profundo del sustrato cultural Mapuche y comenzamos a defendernos colectivamente”, dijo el alcalde Adolfo Millabur quien resaltó que mientras desde el gobierno central de Santiago “imponían un distanciamiento social, nosotros llamamos a no quedarnos en la casa y nos acercamos socialmente”.
  • Manuel Tironi del Cigiden señaló que Las categorías analizadas “reclaman una manera de entender el Mundo, de entender la naturaleza, de entender la vida, y una manera que ha sido oprimida, que ha sido marginada por múltiples procesos de nacionalización, de racismo, de exclusión, de genocidio …”.

Por: Patricio Melillanca
mapuexpress.org


Temuco, 04 de diciembre de 2020. (mapuexpress.org)– Los impactos del Covid-19 en territorio Mapuche no solo se pueden medir en cuanto a cantidad de enfermos y muertos, sino que también a través de los efectos del avance extractivista, la violencia política y policial, y entre otras categorías, respecto a los impactos en el patrimonio sanitario. Pero también en función a las estrategias de las comunidades, organizaciones locales y sectores del Estado para organizarse y buscar formulas para enfrentar esta pandemia. Esto es parte de lo que presenta el informe de Mapuexpress.org y Cigiden “Descolonizando la pandemia en territorio mapuche: Mapeando el Coronavirus en Wallmapu”, que fue presentado este jueves (03.12.2020), luego de un trabajo realizado desde abril de este año.


Acceda al informe en este link 


El estudio, entre otros datos y situaciones, registró 46 eventos, concentrados en la Región de la Araucanía (20), Los Ríos (9) y Bío Bío (6). De estos registros, 16 fueron identificados como instancias de violencia política, 8 como de control territorial, 6 como patrimonio sanitario ancestral, 5 de avance extractivista, y 3 en la categoría de soberanía alimentaria.

Este mapeo participativo revela dimensiones de la pandemia que los enfoques cuantitativos convencionales generalmente pasan por alto, como son las interacciones entre la crisis de salud, la respuesta del Estado, los intereses de las industrias extractivistas y la autonomía territorial mapuche.

El análisis de la dinámica espacial y temporal de estos factores y su interrelación proporcionó una visualización de la vulnerabilidad y la resiliencia en la pandemia. Los resultados de este estudio colaborativo invita también a aplicar y mejorar esta metodología para el mapeo de desastres futuros, así como brindar propuestas para la gestión decolonizada del riesgo de desastres.

Según Sara Kelly del Cigiden, “Las categorías ideadas y representadas por símbolos, buscan rescatar la integralidad y complejidad de los efectos de la pandemia sobre el pueblo mapuche, mostrando a su vez, que están completamente interrelacionadas y se influyen mutuamente”.

“Un ejemplo que demuestra como estos impactos y respuestas de la pandemia se cruzan es en torno al Lawen, medicina Mapuche de plantas. La relación ancestral con gente Mapuche con lawen, su patrimonio sanitario, esta afectada por el avance extractivista”, agregó señaló la investigadora.

Protagonismo y organización de comunidades

Uno de los comentaristas del informe fue el Alcalde Mapuche de Tirua, Adolfo Millabur, quien afirmó “no esperamos lo que decidiera el Estado, sino que recurrimos a lo más profundo del sustrato cultural Mapuche y comenzamos a defendernos colectivamente”.

Millabur resaltó que mientras desde el gobierno central de Santiago “imponían un distanciamiento social, nosotros llamamos a no quedarnos en la casa y nos acercamos socialmente”.

El alcalde, precisó, eso sí, que esta unión, este encuentro se realizó en base primero un proceso de capacitación y formación de la población, a establecer un método propio de trazabilidad del contagio, del cuidado y atención de los enfermos y de establecer barreras sanitarias, las que fueron mientras eran declaradas ilegales por el gobierno, estos cordones de control fueron apoyados por las organizaciones, sociales, los comerciantes, los pescadores y comunidades indígenas.

Soberanía alimentaria y control territorial

Otro de los participantes, Oscar Quintul, del territorio de Maihue en la cordillera de la Región de Los Ríos, señaló que la Pandemia “les permitió volver a hacer y pensar en comunidad”. En su zona se estableció una barrera sanitaria por seis meses y con turnos de varias horas por hombres y mujeres, las que además eran asistidas por la población que les proporcionaba alimento y calefacción para soportar las horas de guardia en los caminos cordilleranos durante otoño e invierno.

Otra de las valiosas experiencias también fue referida a la soberanía alimentaria ya que Quintul señaló que las comunidades, viendo que el turismo iba a sufrir prohibiciones y que es una potente fuente de ingresos para las familias, se decidió volver a sembrar: “sembramos 500 sacos de papa y plantamos 12 hectáreas de trigo, en un lugar, en nuestra zona donde hace mucho tiempo ue no se sembraba trigo”.

Otro de las iniciativas a destacar por el dirigen fue que se organizaron compras comunitarias de los elementos básicos y alimentos en Futrono, esto con el fin de que no todas corran el riesgo de contagio al trasladarse a los supermercados de la ciudad.

El valor de los alimentos y de mantener y potenciar los sembrados y huertas también fue destacado por la dirigente de la comuna de Tirua, Mónica Ñegüey, quien señalo que frente a la crisis económica que trajo consigo el Coronavirus, las comunidades han reforzado la necesidad de obtener sus alimentos desde sus propios territorios.

Avance extractivista y violencia política estatal

Respecto a las categorías de extractivismo y violencia política, el periodista de Mapuexpress, José Luis Vargas señaló que “el contexto de la pandemia y la aplicación de medidas de confinamiento, so pretexto de “proteger” a la población, han servido como una herramienta política para sostener a la clase dirigente frente a la crisis política, social y económica que vive el país”. Y en este contexto se ha registrado “el ingreso masivo de proyectos extractivos al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA). En circunstancias de que se encontraban suspendidos los plazos para la participación ambiental y la principal preocupación de las organizaciones Mapuche estaba puesta en contener el avance del Covid-19”.

Vargas agregó que “en estos meses, se suspendió el desplazamiento de la población, pero no la violencia y la represión estatal, como bien lo reflejan  los hechos de violencia contra hortaliceras Mapuche, represión contra comuneros mapuche-pehuenche en procesos de recuperación territorial y el caso icónico del desalojo de la municipalidad de Curacautin en el contexto de la huelga de hambre de los Presos Políticos Mapuche”.
El avance extractivistas también fue comentado por Sergio Quinán, miembro de las comunidades mapuche de la costa de Valdivia, donde se ha registrado una cadena de imposición de inmobiliarias, que han amenazado el bosque y los cursos de agua de esa zona.

Conocimiento soberano y ancestral

Respecto a como la Academia podría tomar esta manera de búsqueda y análisis de información por parte de organizaciones locales y comunidades, Natalia Caniguan del Instituto de Estudios Indígenas de la Universidad de la Frontera afirmó que “estas prácticas locales dan cuenta de como podrían ser las políticas públicas”.

Este conocimiento mapuche podría complementar y enriquecer el conocimiento occidental señaló Caniguan junto con resaltar que la unión en las comunidades gatilla formas de respuesta a este tipo de situaciones de catástrofe.

En la presentación del informe también intervino Manuel Tironi, quien dirige el el grupo de Cultura y Desastres de Cigiden, quien destacó que las categorías revisadas por el estudio “reclaman una manera de entender el Mundo, de entender la naturaleza, de entender la vida, y una manera que ha sido oprimida, que ha sido marginada por múltiples procesos de nacionalización, de racismo, de exclusión, de genocidio incluso”.

“Esos procesos no solo han sido llevados por el Estado, sino que también por la Ciencia, por la Academia, entonces sobre esto tenemos que hacer una reflexión muy fuerte”, precisó el investigador.

Agregó que “mapear por ejemplo dónde está el Lawen, mapear donde está el control territorial, los espacios ceremoniales, no solo lo veo como una resistencia, como una forma de oposición, sino que lo veo como una forma de restitución: una forma creativa y propositiva de decolonizar el saber. Es decolonizar el conocimiento, una decolonización epistémica que también es generativa y generosa, que también propone algo, propone otra forma de hacer las cosas».

Tironi resaltó también que “estas categorías que se están mapeando y que interactuan con la pandemia y los procesos de contagio en el territorio, integran de manera sustantiva, concreta y soberana el conocimiento ancestral”.

Citando al filósofo Potawatomi Kyle Powys Whyte, el estudio de Mapuexpress y Cigiden “trae el conocimiento indígena, el conocimiento mapuche, como un valor de gobernanza y no solamente como un valor suplementario para complementar o enriquecer el conocimiento científico, sino que se integra como un conocimiento soberano que de suyo propio tiene riqueza científica, riqueza teórica, metodológica, y por supuesto espiritual, territorial y comunitaria”.

“Al traer estas categorías, el ejercicio hace posible una forma de soberanía, entendiendo que estas categorías son inseparables de la tierra, de la ecología, del territorio. Creo que son otra forma de hacer control territorial y eso me parece sumamente interesante y muy potente”, puntualizó Tironi.

Desafíos del Mapeo Colectivo

Quien comentó también este trabajo fue el geógrafo y académico Pablo Mansilla quien señaló que cada evento registrado en este estudio no solo ocurren o afectan a un punto geográfico del territorio, sino que ocurren en una red, en un sistemas de comunidades.

Mansilla instó además a movilizar la información obtenida de este informe hacia los municipios, al Estado, a las instituciones públicas. Valorando que este tipo de informes y sus metodologías deben cada vez integrar las diferentes capas que están afectando de manera permanente a las comunidades mapuche, como son las forestales, el acceso al agua, y que en tiempos de catástrofes se ven sus negativos impactos se acentúan.

Lo señalado por el Mansilla, también fue precisado por Valentina Carraro, investigadora del Cigiden, quien se refirió a los desafíos los desafíos principales del proyecto, especialmente a la dificultad en lograr un buen nivel de participación.

“Sabemos que el mapa está siendo consultado por residentes e instituciones locales, pero muy pocos contribuyeron y la gran mayoría de los eventos fueron levantados directamente por Mapuexpress. Nuestra impresión es que eso se debe en parte a la falta de conectividad y familiaridad con las tecnologías informáticas”, dijo Carraro.*****FIN*****

[gs-fb-comments]
spot_img

Últimas Informaciones

Artículos Relacionados