Enlace Video Presentación Natividad Llanquileo Constituyente (1:52)
Reseña
Natividad Llanquileo Pilquimán, nació el 14 de julio de 1984. Hija de Emilia Pilquimán y Juan Luis Llanquileo (fallecido el año 2007), artesana en lana (ñimin) y obrero respectivamente, quienes inculcaron en ella saberes de la vida rural así como el compromiso en temas sociales al interior de la Comunidad Mapuche Esteban Yevilao, de Puerto Choque, en la comuna de Tirúa (Región del Biobío), donde ha nacido, crecido y reside actualmente.
Es la sexta de siete hermanos. Estudió internada la educación secundaria en el Liceo Técnico en Los Alamos, donde obtuvo el título de Técnico en Administración. Posteriormente, así como una larga lista de mujeres mapuche campesinas cuyas comunidades y familias viven un agudo empobrecimiento, con 18 años debió emigrar del campo a Santiago para trabajar como empleada doméstica puertas adentro, debiendo sortear diversas situaciones de abusos, injusticia social y laboral.
Con múltiples dificultades tomó la decisión de estudiar la carrera de derecho en la Universidad Bolivariana en Santiago, con un propósito: servir a su pueblo, como una herramienta para aportar a una mayor justicia, considerando los múltiples allanamientos y violencia estatal que desde pequeña le tocó vivir en su comunidad y en el seno de su propio hogar.
Siendo estudiante le tocó enfrentar uno de los momentos más difíciles de su vida, según ha reconocido. A partir de julio del año 2010, con 26 años de edad, congela su carrera por un semestre para asumir el rol de vocera de la extensa y dramática huelga de hambre de presos políticos mapuche en penales del Bio Bio, todos vinculados a conflictos territoriales con el estado chileno, incluyendo a dos de sus hermanos que se encontraban encarcelados.
El actuar de Natividad fue decisorio en diversos ámbitos, contribuyendo activamente en aquel momento a frenar el abuso y aberración aplicado por entes públicos y privados en el sistema punitivo chileno a través de la Ley Antiterrorista hacia causas Mapuche, que ha llevado a la persecución, judicialización y encarcelamiento de numerosos presos políticos.
Desde su egreso como profesional del derecho, ha sido partícipe en diversas instancias defensoras de los derechos humanos, entre ellas: Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU); Equipo de Trabajo por Derechos Colectivos. En el año 2018 fue Presidenta del Centro de Investigación y Defensa Sur (CID SUR) y actualmente es directora de Relación con el medio nacional e internacional. Es asimismo Diplomada en Derechos Humanos, Políticas Públicas e Interculturalidad de la Universidad de la Frontera.
También, durante los años 2015 y 2016, fue una de las vocerías en redes por la defensa de los territorios, dando cuenta los conflictos generados por la industria forestal en el centro sur, muy especialmente en los territorios ancestrales a causa de despojos de tierras, daños ambientales y crisis hídrica. A su vez, ha acompañado procesos de denuncia y defensa relacionados a la protección de la infancia Mapuche víctima de la violencia estatal, como también, otras y diversas causas de defensa penal, incluyendo la defensa de libertad de expresión de medios de comunicación Mapuche, como ocurrió con Mapuexpress el año 2017.
Desde noviembre del año 2020, diversas representaciones de comunidades y organizaciones mapuche e interculturales de diversos territorios levantaron con fuerza, como propuesta autónoma, independiente y colectiva, el nombre de Natividad para candidata a la Convención Constituyente, presentada como mujer mapuche, campesina y abogada comprometida con las causas de su Pueblo, cuyo desafío fue aceptado por Llanquileo, instalándose así una importante propuesta rumbo a la constituyente, definiéndose participar en las elecciones por escaños reservados indígenas con una inscripción que en menos de una semana reunió a casi dos mil firmas patrocinadoras. Hoy lleva para las elecciones la papeleta con el N.º 117, Pueblo Mapuche.
Uno de los ámbitos que ha planteado esta candidatura para las elecciones del 11 de abril del 2021, es que “Los principios y directrices en los cuales debe inspirarse y transitar el proceso constitucional, son valores humanos y democráticos, que permitan recoger las necesidades de una sociedad que reclama cambios estructurales, que exige fortalecer la organización política y social mediante la construcción un nuevo modelo, que ponga en el centro la dignidad, justicia, equidad, diversidad, soberanías y autonomías de los territorios, los derechos de la naturaleza, los derechos de la niñez y la libertad”.
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