La empresa Transelec ingresó el proyecto “Sistema de Transmisión S/E Tineo – S/E Nueva Ancud” al SEIA el 30 de septiembre de 2020, consistente en la creación de una nueva línea de transmisión eléctrica que uniría la isla grande de Chiloé con el continente. El proyecto es altamente invasivo y destructivo del delicado ecosistema del sur de Chile – ya sumamente intervenido por la salmonicultura y la extracción forestal – pero por sobre todo no responde a las necesidades del territorio que interviene. Hoy en día el archipiélago de Chiloé ya tiene la capacidad instalada de generación (además de otros proyectos en vías de materializarse) que responden con creces a su demanda por energía eléctrica pero aún así se siguen generando contradicciones graves como testimonios de familias sin luz o agua.
Este proyecto viene a avanzar en la idea de convertir a Chiloé en un polo de desarrollo energético para nutrir las demandas de la industria nacional -especialmente minera- y convertir a Chile en un país exportador de energía, tal como se ha declarado desde este Gobierno y los anteriores.
Es importante mencionar que este proyecto y la empresa que lo impulsa ya han generado, aún sin aprobarse, mucho daño al ingresar al territorio sin autorización, vulnerando lugares que son sagrados para el pueblo nación Mapuche Williche en Ancud.
Esta línea de transmisión afectaría gravemente cualquier posibilidad de que los actores locales definamos la vocación futura del territorio, aprovechando sus atributos particulares como las formas tradicionales de trabajo, la agricultura campesina e indígena, la pesca artesanal, el turismo, entre otras que sustentan las distintas formas de nuestra soberanía incluyendo alimentaria, económica y energética, sin poner en riesgo el lugar en que vivimos y nos desenvolvemos.
La campaña “Chiloé Libre del Saqueo Energético”, lanzada a fines de febrero propone detener los proyectos de inversión que buscan expandir la capacidad de generación y transmisión energética hasta que no exista un debido proceso de planificación u ordenamiento territorial verdaderamente democrático y pertinente ecológicamente. En el estado actual de cosas, la inversión privada está imponiendo por la vía de los hechos una visión de territorio basada en la explotación y el lucro que es incompatible con otros usos actuales y potenciales, robándonos la posibilidad de decidir como territorio.
Esto es un problema a nivel nacional, en el que se promueven y priorizan intereses privados por sobre las necesidades de las comunidades y los territorios directamente intervenidos, perpetuándose una lógica de sacrificio. Necesitamos una energía al servicio de las necesidades insulares de Chiloé, así como de las de toda localidad de nuestro país.
La campaña Chiloé Libre de Saqueo Energético está articulada con varias comunidades del sector directamente afectado en Ancud. Se han sumado esfuerzos en conjunto con las comunidades y otros actores afines, generando instancias de formación y conversación respecto al proyecto. Se identificaron así una gama de puntos problemáticos y se analizaron las mejores estrategias para oponerse al proyecto en el ámbito formal: a partir de las pocas instancias y herramientas que dispone la institucionalidad ambiental para ello. De esta manera, en el marco de la campaña se generaron observaciones que se presentaron al SEA dentro de los plazos correspondientes y se apoyó la presentación de observaciones por parte de afectados y afectadas. Sin embargo, hoy en día necesitamos de mayor difusión para que la población en general tome conciencia de la situación energética a nivel nacional y del peligro que esto conlleva en nuestros ecosistemas y así poder detener este tipo de proyectos y avanzar hacia otras formas de organizarnos.