«Los pueblos-naciones originarias valemos lo mismo. No porque un pueblo tenga más habitantes va a estar por sobre otro»
El constituyente electo, y dirigente de la Comunidad Indígena Quechua de Quipisca, en la Región de Tarapacá, consideró que el tratamiento del Estado a los pueblos indígenas se «mapuchiza» y que, en el caso concreto de los pueblos originarios del norte, se «aymariza», por lo que uno de sus objetivos para la Nueva Constitución será buscar herramientas para que se incluya en las políticas públicas a las distintas comunidades por igual. A pocos días de la instalación de la Convención, Bacian detalló que los constituyentes electos en escaños reservados se han organizado y que debe primar el diálogo. «Todos quienes somos parte de esta Convención Constitucional debemos tener una mirada común que es el diálogo. No podemos encasillarnos en estos duopolios de izquierda y derecha», dijo. «Tenemos que hacernos cargo, de alguna manera, de todo ese sentir que la ciudadanía ha manifestado y no podemos ir en contra de ello. Por tanto, pensar así como piensa el senador Chahuán es pensar en el régimen actual, que mira los intereses políticos partidistas de uno u otro sector, en desmedro de los verdaderos intereses que tiene la ciudadanía», sostuvo, sobre la búsqueda del presidente electo de RN de alianzas para conformar el tercio que da la llave para vetar.
Nicole Martínez / El Mostrador
-Quedan pocos días para la instalación de la Convención Constitucional y hay muchas dudas de cómo será la primera jornada. ¿Cómo definiría el ambiente que hay para la sesión inicial?
-Hay un ambiente medio tenso, medio complejo, porque de partida no nos conocemos todos los 155. Nosotros, los de escaños reservados indígenas, nos hemos estado articulando en estas últimas semanas, en reuniones de trabajo, apuntando también a ver las coordinaciones administrativas de cómo va a ser esta instalación. Esperamos que sea un proceso que represente no solo el sentir de la ciudadanía, de todos los que vamos a ser parte de este proceso, sino que al mismo tiempo tenga una instancia de encuentro con los pueblos originarios que vamos a ser parte de este proceso histórico. Vamos a esperar que las conversaciones que se lleguen a generar también incorporen las demandas de los pueblos originarios en esta instancia.
-Usted mencionaba una organización que se ha dado en las últimas semanas de los pueblos originarios. ¿Es relevante mantener esa coordinación?
-Sin lugar a dudas, siempre es bueno buscar puntos de encuentro, y qué mejor que los pueblos originarios tengamos también esa mirada en común. Yo creo que desde ese punto de vista va a ser positivo siempre y cuando converjamos todos los pueblos originarios, todos los representantes de los escaños reservados, en ideas fuerza que apunten a un sentido común de pueblo originario. Manteniendo también y respetando las particularidades propias de cada pueblo.
-Hay un tema que ha sido transversal, que es la Plurinacionalidad. ¿Qué característica tiene la plurinacionalidad que están promoviendo como representantes indígenas?
-Aspiramos a que el Estado de Chile sea un Estado Plurinacional, en el sentido de que reconozca la existencia de los pueblos-naciones originarias que habitaron este territorio mucho antes de la Colonia, mucho antes de la República, mucho antes de los propios Estados. Por lo tanto, ese reconocimiento al que aspiramos tiene que venir con un profundo respeto y reconocimiento al territorio, por ejemplo, a los derechos que hoy día nos consagran los distintos tratados internacionales sobre la autodeterminación, es decir, que los pueblos originarios establezcamos nuestras propias prioridades de desarrollo, por ejemplo, en que definamos en autonomía las decisiones que se tengan que tomar sobre las particularidades que afectan, directa o indirectamente, a nuestros territorios. El derecho al agua, a los recursos naturales, en su administración, etc., son elementos que hoy día aspiramos que puedan ser parte vinculante en lo que va a ser esta Nueva Constitución.
-¿Qué le diría a aquellos que han puesto sobre la mesa que la plurinacionalidad la entienden como una independencia del Estado, y que sería dividir el Estado de Chile? ¿Tiene que ver con una mala interpretación del concepto de plurinacionalidad o no?
-Yo creo que tiene que ver con los temores propios de aquellos que quieren mantener el sistema que hoy día se mantiene y del cual la ciudadanía se ha manifestado en contra. Nosotros creemos que la plurinacionalidad tiene que ver con un sentido de reconocimiento expreso a los pueblos originarios, no se trata de que nosotros vamos a crear un Estado sobre otro Estado, se trata sí de generar espacios y procesos de autogobierno indígenas. Tal como funcionan las municipalidades bajo normativas y legislaciones específicas, por qué no pensar que los pueblos originarios podamos tener, a través de legislaciones específicas, derecho a ese autogobierno, que tiene que ver con la forma identitaria que hemos mantenido vigente hasta hoy en día. Quienes piensan lo contrario, no nos están entendiendo las demandas históricas de los pueblos originarios.
-Hay un tema que tiene que ver con el territorio. ¿Cuál es la relevancia y el significado concreto de la reivindicación territorial?
-Un pueblo sin territorio es un pueblo carente de historia, de ese legado ancestral que hemos señalado, y es trascendental en las comunidades indígenas, en los pueblos originarios, porque es allí donde tenemos las distintas problemáticas en las cuales hoy día estamos levantando un sinfín de reivindicaciones. No solamente en términos culturales, identitarios, sino que tiene que ver también con acceso a calidad de vida justa, digna, en función a las realidades que hoy tenemos en nuestros territorios. Hoy día tenemos zonas de sacrificio que se han instalado en nuestros territorios indígenas, porque el Estado así lo ha permitido, y sin tener ninguna vinculación sobre si las comunidades que viven en esos territorios están de acuerdo o no, y obligan un poco a las comunidades a generar ciertos procesos, acuerdos, para poder mantener reivindicaciones de derecho. Hoy día (tenemos) el Convenio 169, pero también aspiramos a que la declaración de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas también pueda ser parte. El territorio, en sí, es un elemento esencial para el desarrollo y la producción futura de las comunidades indígenas, de los pueblos originarios. Por lo tanto, aspiramos a que el Estado pueda devolver el territorio a quienes somos herederos. La Plurinacionalidad apunta a que se reconozcan los derechos de antes de la Colonia.
-En cuanto a las demandas propias del Pueblo Quechua, ¿cuáles son las más relevantes? ¿Qué aspectos deberían además trascender a la discusión de la Nueva Constitución y quedar como temas permanentes a instalar?
-Aspiramos a que el reconocimiento sea a los pueblos-naciones originarias, y en ese sentido también entender que los pueblos-naciones originarias valemos lo mismo. No porque un pueblo tenga más habitantes va a estar por sobre otro pueblo que tenga menos habitantes. Esa no es la aspiración al derecho que estamos reivindicando todos. Aspiramos también a hacer frente a la invisibilización que se nos ha dado por parte del Estado y por parte de las institucionalidades públicas. Si bien existe una ley indígena y una institución como la Conadi, lamentablemente esta institución no ha estado a la altura del pueblo quechua, en el sentido de poder facilitar y generar los procesos adecuados para que las comunidades indígenas que se autodefinan como quechua puedan acceder a ese reconocimiento jurídico, o aquel hermano que quiera autodefinirse como quechua pueda hacerlo sin problema, lo que en la realidad no ocurre, porque en el caso del norte se nos ha «aymarizado», se nos ha puesto a toda una región como aymara, lo que no es así, y eso es también porque la academia ha influido en generar estudios y documentaciones ajenos a la realidad histórica de ocupación de los pueblos en esta zona, lo que hoy nos tranca de alguna manera para ejercer el derecho a la autodefinición más colectiva. Esperamos que en esta Nueva Constitución podamos generar las instancias y mecanismos para que el Estado pueda generar políticas públicas indígenas que también consideren la realidad de todos los pueblos originarios, y no la realidad de uno por sobre otros, como hoy día ocurre. Hoy día todo el tema indígena se «mapuchiza».
-En temas generales, algunos hablan de un exceso de presidencialismo y de buscar un Congreso unicameral, ¿cuáles son sus definiciones al respecto?
-En lo que podemos coincidir es en que este régimen presidencial ya no es el que pueda satisfacer las necesidades de todos los ciudadanos, hay que modificar ese sistema. Hoy día hay que apuntar a la descentralización real y efectiva del Estado. Hemos elegido por primera vez gobernadores regionales, por primera vez vamos a poder articular con una autoridad local propia que pueda entender la problemática regional. Pero aspiramos un poco más allá. Necesitamos también que los gobiernos regionales se descentralicen, se generen los mecanismos administrativos y legislativos que se tengan que hacer para que haya posibilidades de desarrollo en el resto de las regiones. Tenemos mecanismos como la rentabilidad social, que es un instrumento que mide la cantidad poblacional versus la inversión pública. Creemos que hay que modificar esos elementos, que hoy lo único que hacen es estancar el desarrollo de los territorios y de las comunidades indígenas en general. Respecto al acceso al poder político, aspiramos como pueblo originario a poder acceder a los distintos espacios de poder político de toma de decisiones, y si eso pasa por modificar un régimen presidencialista, estaremos atentos a escuchar las alternativas que incorporen la participación en dicha instancia a los pueblos originarios, y a todos en forma igualitaria, de vernos a todos por igual y no siempre en la estadística de quién es más o quién es menos.
-A pocos días de instalarse la Convención, han existido declaraciones como las del presidente electo de RN, Francisco Chahuán, que buscaba la forma de instalar un tercio para tener, de alguna forma, esa posibilidad de veto. ¿Cómo ve aquello y qué tan importante va a ser la disposición de diálogo con la diversidad de la Convención?
-Todos quienes somos parte de esta Convención Constitucional debemos tener una mirada común, que es el diálogo. No podemos encasillarnos en estos duopolios de izquierda y derecha, ni en el sentido de que quien lidere esas instancias debe cumplir con los votos, y empiecen a sacar las calculadoras y todo eso. Yo creo que no, esta Convención es mucho más amplia de lo que los partidos políticos esperaban, por lo tanto, creo y confío en la independencia que tienen muchos, y que tenemos, del trabajo que se pueda lograr, tenga una mirada más propia, pensando sobre todo en lo que fueron las demandas sociales luego del estallido. Tenemos que hacernos cargo, de alguna manera, de todo ese sentir que la ciudadanía ha manifestado y no podemos ir en contra de ello. Por tanto, pensar así como piensa el senador Chahuán es pensar en el régimen actual, que mira los intereses políticos partidistas de uno u otro sector, en desmedro de los verdaderos intereses que tiene la ciudadanía en general. Me voy a enfocar en buscar los diálogos y en estar con aquellos que también entiendan y empaticen con las demandas de los pueblos originarios y en especial del pueblo quechua.