¨Odio a los indiferentes. Creo que vivir significa tomar partido .No pueden existir quienes sean solamente hombres, extraños a la ciudad. Quien realmente vive no puede no ser ciudadano, no tomar partido. La indiferencia es apatía, es parasitismo, es cobardía, no es vida. Por eso odio a los indiferentes¨ Antonio Gramsci.
13 de agosto de 2021
El rol de Estado en las cadenas productivas es fundamental para deconstruir el neoliberalismo imperante, es decir, el Estado retoma el control y cumple su rol garante, que ante todo busca resguardar, proteger y garantizar derechos a las y los ciudadanos, por sobre la cadena productiva, pudiendo solo de este modo ser llamada productiva, puesto que si no somos las y los habitantes de cada territorio quienes estamos en el centro del desarrollo, es más bien explotación, extractivismo.
En este juego de roles, el Estado se ejecuta a través de sus diferentes servicios publicos, sin ejecución son ideas abstractas, vacías, populistas. Nuestro rol ciudadano es fiscalizar, estar siempre en este trabajo conjunto que previene la corrupción, sí, escuchó bien, la corrupción es un mal que pudiese aquejar a cualquier ser humana, el punto es que, en colaboratividad, como Estado, podemos mantenernos alejadas de esta amenaza, bueno, en un mundo ideal, en ese mundo ideal por el que luchamos, ya que no somos parasitas de la ciudad.
Esta historia comienza el primer semestre del 2019, con una consulta al servicio de salud, a raíz de varias vecinas denunciando problemas con roedores en las cercanías de los grandes galpones de acopio de alimento salmonero, del servicio de salud fuimos derivadas al SAG y el SAG desde su seremia se desentendió del asunto, esa respuesta repetitiva y servilista con el privado de que no existe normativa.
El 9 de Septiembre de 2020 se aprueba el reglamento que regula el almacenamiento de alimento para animales, y si, los salmones son animales señores, por lo tanto, con este argumento en mano volvimos este año 2021 a consultar al SAG, quienes efectivamente como dejamos de manifiesto en el oficio enviado el 2020 eran responsables de fiscalizar el cumplimiento de la ley en este tema y bueno, seguimos esperando una respuesta sobre cuál es el plan de fiscalización, seguimiento, fechas de visitas, aplicación del reglamento, es decir del método, sin método, volvemos al servilismo y el servilismo es la actitud que el Estado debe dejar de lado y los servicios no pueden seguir amparándose en la idea de que no existe normativa, de que no existe presupuesto, cuando lo que en realidad existe es falta de proactividad y probidad, aplicación de la ley realmente existente y ejecutar el poder de que son empleados del Estado, por tanto de todas y todos nosotras y no del privado. El servilismo les sienta muy mal , les conduce hacia la corrupción y da la sensación de que olvidaron que trabajan en un servicio público , lentamente se convirtieron en parásitos de la ciudad.
Escuchamos constantemente que la solución a la industria salmonera es la fiscalización y la regulación y es por eso que sacamos a la luz estos detalles, los servicios del estado no Fiscalizan ni siquiera lo que tienen a la mano, no aplican la deficiente normativa que si existe y esto permite la precarización directa de las y los habitantes del territorio que finalmente se presta como centro de operaciones de la industria salmonera , esto es derechamente una afectación socio ambiental, invisibilizada y subvalorada, que ni siquiera es considerada como externalidad negativa puesto que solo se enaltece la externalidad positiva del trabajo como bien superior , siendo que el mayor bien a resguardar es la no precarización de la vida de las y los habitantes.
Sacamos a la luz esto como otro antecedente que ya ha sido constatado a través de contaloria por ejemplo respecto de Sernapesca, Servicio de Evaluación Ambiental y Superintendencia de medio ambiente, donde el órgano contralor estableció que los servicios no cumplían con el principio precautorio de protección del medio ambiente en cuanto acuicultura, que no contaban con registros adecuados respecto de las fiscalización y una largo etc! Solo evidenciamos este para demostrar que suma y sigue, y que el discurso de es posible regulado , fiscalizado, es insostenible! Es populismo vacío ¡ Es parasitario!