Tras la masiva matanza de más de 1.400 delfines en las Islas Faroe en septiembre pasado, nueva evidencia revela que las ballenas cazadas en Noruega con supuestos fines comerciales carecen de consumidores. Como resultado, los animales removidos del ecosistema, donde cumplen un rol vital para su funcionamiento, terminan convertidos en comida para perros, o peor aún, son arrojados como basura al mar.
25 de Octubre de 2021 – A pesar de que Noruega se destaca por liderar políticas para combatir el cambio climático, durante los últimos años sus autoridades se han orientado a aumentar la cuota de caza de ballenas que realiza en sus aguas jurisdiccionales. Inexplicablemente, esta política pro-caza de ballenas coincide con crecientes evidencias científicas que demuestran el papel vital que tienen estos gigantes marinos para el funcionamiento del ecosistema. Entre ellos se destacan el secuestro de dióxido carbono de la atmósfera (CO2), la fertilización del océano con sus fecas para promover la productividad primaria, y el transporte vertical y horizontal de nutrientes que son esenciales para sostener la vida marina.
Por ejemplo, en 2020 el gobierno noruego autorizó la caza de 503 ballenas minke. Pero en 2021 aumentó unilateralmente la cuota. Como resultado, 2021 se convirtió en el año con mayor número de animales removidos del ecosistema en los últimos años (575 ballenas minke). Esto a pesar de que los resultados de una reciente encuesta (n= 1.037 entre 8 y 87 años) muestran que sólo un dos por ciento de los noruegos consume carne de ballena regularmente, y que ninguno de los encuestados menores a 35 años la ingiere con frecuencia.
De acuerdo con NRK, el gerente de la compañía noruega Hopen Fisk admitió que utilizan carne de ballena para producir alimento para perros. En agosto pasado Hopen Fisk envió seis toneladas métricas de carne de ballena a la empresa Green Dog Svalbard, dedicada a ofrecer excursiones turísticas con perros de trineo. El envío, que contó con la aprobación de la Agencia Ambiental Noruega, fue transportado por la empresa Nor Lines a pesar que su empresa matriz, Samskip, se comprometió públicamente a dejar de transportar carne de ballena.
Pero esto no es todo. La empresa Myklebust Hvalprodukter, dedicada a comercializar alimentos y productos nutricionales para perros, comercializa aceite y carne fresca de ballena en su portal web.
De acuerdo con NRK, sólo un 30 por ciento de la carne de ballena obtenida en 2021 fue comercializada en el comercio de alimentos para humanos, lo cual no significa que ésta haya sido vendida en su totalidad al consumidor final.
Caza de Ballenas y Delfines, Ecocidio en el Siglo XXI
Las ballenas son especies fundamentales para el funcionamiento y la salud de los ecosistemas marinos y la estabilidad del clima en el planeta. Gracias a la investigación científica no letal de estos grandes cetáceos, hoy sabemos que un mayor número de ballenas en el océano significa menos cantidad de CO2 en la atmósfera y muchos más nutrientes en el agua para promover la productividad primaria, encargada de asegurar la mantención de toda la red trófica marina.
En la actualidad la importancia de las ballenas es tan innegable, que en 2016 la Comisión Ballenera Internacional se convirtió en el primer organismo internacionalen integrar sus aportes al funcionamiento del ecosistema dentro de sus procesos de decisión, gracias a una iniciativa liderada por Chile y apoyada por los gobiernos de Latinoamérica en la CBI (conocidos como Grupo Buenos Aires). Desde entonces, varios organismos internacionales están integrando este concepto en sus procesos de decisión para la conservación y manejo de la biodiversidad.
Para Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea “las injustificadas matanzas masivas de cetáceos menores como la ocurrida recientemente en Islas Faroe, y la inexplicable política ballenera de países como Noruega, es una grave amenaza frente a la crisis ambiental y climática que afecta la vida de todas las personas alrededor del planeta. Sumar a ello la insolencia de usar estas especies como alimento para mascotas o meros deshechos marinos es simplemente criminal.”