SEÑOR DIRECTOR RADIO DEL MAR:
Carta para que las nuevas generaciones escolares se responsabilicen de sus acciones y para que ninguna patota juvenil se dé el gustito de inferirle tratos crueles, inhumanos y degradantes a ningún educador o educadora
Sé de sobra de su sabiduría y del agudo ojo de su gran equipo periodístico investigativo cuando advierte alguna acción o acto reñido y contrario a toda norma y a toda moral por parte de alguna entidad financiada por el erario público, como es el caso que a continuación le expongo.
Para no redundar en pormenores, y considerando especialmente vuestro acotado y preciado tiempo, le replicaré aquí nada más que algunas partes de una carta que enviaron días atrás unas modestas pero bien informadas apoderadas a ciertos medios de prensa escrita en las que ponen al descubierto la desenfadada y desfachatada ilegalidad en que incurrieron en estos días unas autoridades de un establecimiento educacional SUBVENCIONADO por el Estado de Chile para avalar el matonaje de un grupo de muchachos de 14 y 15 años en contra de la dignidad, la salud, la integridad psíquica, las garantías constitucionales y los DDHH y laborales de un modesto profesor de una zona rural de la Región Metropolitana.
Resulta que la denuncia de esa carta da cuenta de la manera absolutamente dolosa, ilegal e incluso siniestra con que una directora, más un Inspector General, así como un Gerente Comercial (= Sostenedor), todas autoridades de este establecimiento subvencionado -subvencionado tanto por usted como por todos nosotros los contribuyentes de este país- expulsan, al margen de toda ley y de toda decencia, en el mes de noviembre recién pasado, a uno de los profesores más queridos, más respetados y más admirados por el estudiantado de este establecimiento formativo-educativo financiado por el Estado; educador al que sus poderosos e intocables jefes arrojan a la calle sin un centavo en sus bolsillos y sin reconocerle ni siquiera uno solo de sus diez años de servicios pedagógicos y humanos prestados en esta escuela a cientos de niñas y niños.
Para ser más claro aún, y sobre todo más breve en lo que aquí le expongo, le transcribo a continuación sólo algunos párrafos de dicha carta; líneas que de verdad merecen salir a la luz, es decir hacerse públicas toda vez que su contenido es de absoluto interés público. Y por lo mismo es que yo le rogaría, por favor, señor director, pueda usted darles tribuna en su sección de cartas al director y ojalá compartirlas con su siempre bien ponderado, respetabilísimo y selecto público lector.
Cito:
Hace exactamente un par de meses atrás, esto es, en octubre del 2021, un profesor del Colegio Subvencionado Alto del Maipo, de Isla de Maipo, defendiendo y protegiendo la integridad de sus queridos alumnos y alumnas, denuncia ante su directora e Inspector General la tenencia de un REVÓLVER A BALINES EN PLENA SALA DE CLASES por parte de un chico de aproximadamente 14 años; REVÓLVER que es de esos mismos con que algunos adolescentes se hacen «famosos» en Chile realizando ENCERRONAS y PORTONAZOS y que, en no pocas otras ocasiones, este mismo perfil de muchachos usan estos «juguetes» para ejecutar verdaderos Tours del delito en contra de una y otra víctima inocente e indefensa que se les cruza en su camino. ¿Qué hicieron estas autoridades «educativas»? Ocultaron a como dé lugar el hecho.
El punto es que, recurriendo a artimañas y DOLO, estas autoridades «educativas» logran echar a la calle a este querido y admirado profesor hace un mes atrás; es decir a ese mismo profesor que, defendiendo a sus queridos alumnos y alumnas, denuncia ante su DIRECTORA M.V. y ante el INSPECTOR GENERAL, DON P.H. B., la tenencia de ese REVÓLVER A BALINES EN PLENA SALA DE CLASES por parte de un muchacho; delito cuyo PROTOCOLO le ordena POR LEY a estas autoridades «educativas» llamar INMEDIATAMENTE a CARABINEROS y/o a la PDI, protocolo legal que estas autoridades desatendieron y PASARON impunemente POR ALTO, y ello por la «amenaza» de ver manchada la «imagen» del Colegio Alto del Maipo y, obviamente, por velar, a su vez, y en PRIMER LUGAR, no por la INTEGRIDAD Y LA SEGURIDAD DE LAS NIÑAS Y NIÑOS DE ESTE COLEGIO sino por proteger sus puestos, sus chequeras y para que este hecho delictual FLAGRANTE, que ellos taparon, no salpicara la «excelencia» de $u GE$TIÓN GERENcIAL.
Se trata, en fin, del mismo querido profe (al que obviamente estos jefes tenían en la mira) que en julio del 2019, usando un seudónimo, sacó la voz por una querida alumna de este colegio mediante una carta que publicó el Diario El Mostrador (https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2019/07/08/robar-es-gratis-el-mensaje-que-deja-una-escuela-tras-culpar-a-nina-por-desaparicion-de-su-celular/, y también PiensaChile; alumna brillante y de máxima excelencia humana, cuando en este mismo curso (cuando este 1º medio del 2021 era el 7º básico A del año 2019), un compañero le ROBÓ su celular de un escritorio, mueble sobre el cual estaban todos los celulares del alumnado de este curso por orden de un adulto, hecho delictivo que ocurrió durante el desarrollo de una prueba SOLEMNE (prueba administrada por adultos), robo ante el cual el Inspector General (mismo Inspector que «se sacó de encima» en noviembre del 2021 a este profe de Filosofía y Educación en Valores, profesor que aquí defendemos) no encontró nada mejor, esa vez, que educar para la impunidad ese día del robo de ese celular en un aula de esta escuela pues despachó a todo el curso a sus casas y, literalmente, acusó (e hizo llorar a mares) a la propia niña -víctima del robo de su celular- de ser ella la culpable «por traer el celular al colegio», despropósito y crueldad de este «educador» que no resisten el más mínimo análisis pues todo ese curso, y todos los niños y niñas de este colegio subvencionado de Isla de Maipo, van con sus celulares a sus clases. Es decir, todo indica, señor director, que en Chile en algunos colegios estamos ante la educación al revés y el Chile al revés.
Al revés, decimos, no sólo por lo recién descrito, sino porque, por fin, estas autoridades «educativas» encontraron en el pasado mes de octubre el resquicio y la excusa «perfecta» (pero siniestra e infractora de ley) que buscaron por años para deshacerse de este admirado, querido y excelente educador.
La cuestión es que lo más trágico y reprochable, sobre este respecto, es que estos jefes, reitérese, lo han echado a la calle valiéndose de un SUMARIO doloso, tramposo, ilegal, cruel y viciado, para lo cual le imputaron el falso y artificioso cargo de que, un exabrupto suyo habría sido una forma de «maltrato» de un adulto a unos menores en esta escuela en ese mes de octubre de 2021, cuando lo que en realidad sucedió durante todo este segundo semestre (de 2021) es totalmente lo contrario (y todo este curso del 1º medio es testigo de ello): fue un grupo de «estudiantes» de este 1º medio A, partiendo por tres jóvenes de iniciales de nombre de pila M, V y M, líderes nefastamente agresivos y negativos, mismos que contagian a sus pares (todos varones), quienes se coluden para ejecutar una fuga en patota de la sala de clases a modo de aplicarle otro tormento más al profesor aquí aludido cuando faltaban 15 minutos para el toque de salida de clases el día 19 de octubre (en una clase de este docente); fuga matonesca y cruel que no fue más que el broche de «oro» del maltrato sicológico permanente que este grupo de jóvenes le propinó durante todo este semestre, sin pausa, y sin compasión, a este querido profesor; grupo o patota que se encargó de instalar un clima de linchamiento emocional ininterrumpido y brutal en contra de la persona, la dignidad y la salud de este educador durante todo el año 2021; líderes negativos, agresivos, «macanudos» y de pésimos modales que jamás le permitieron realizar una sola clase normal a este docente. Por lo mismo, este profesor, ese día de la fuga de su clase de estos alumnos, reacciona, ya hartado, y lo hace obviamente como un mecanismo natural de sobrevivencia y de defensa con el que cualquier ser humano reaccionaría luego de soportar por casi seis meses los maltratos y humillaciones sistemáticos con que este grupo lo atacó sicológicamente clases tras clase. ¿Cómo reaccionó ese día este docente? Salió tras los 12 o más jóvenes fugados de su clase, levantándoles la voz, «ordenándoles» que le esperaran en el pasillo para llevarlos a Inspectoría General y, luego, dado que este grupo se le deja caer en piño, o sea se devuelve, y lo acorrala a un centímetro de su cuerpo para preguntarle una y otra vez a éste: ¿Y por qué nos va a llevar a Inspectoría? ¿Y por qué? ¿Y por qué?, ante cuyo cinismo el docente les dice, ya más que sobrepasado: «Disculpen, pero yo no respondo preguntas huevonas», cuestión que exacerbó aún más los ánimos «macanudos» y de matonaje de los «niños» fugados (que por lo demás hablan de la cintura para abajo y a puro garabato en plena clase): Que «lo vamos a acusar, que nos trató de huevones, que esto y aquello». Finalmente, el docente les reprocha en voz alta una verdad incómoda, aunque no de la manera más convencional: ¡¡Ustedes se han metido mis enseñanzas de decencia por la raj…!! (la signatura que impartía este profesor con estos jóvenes se llama (o llamaba) «Educación en valores», la que es un equivalente a educación religiosa, pero desde una perspectiva de respeto laico pleno a la diversidad de creencias de fe que conviven en el seno de las salas de clases de este y de todo colegio de Chile. Y estas «coprolalias», este momento de estallido emocional de una persona, un educador, que fue ininterrumpidamente sometido a maltratos y acosos y humillaciones por parte no de todo el 1º medio sino por parte de una patota de este curso fue, como se señaló, la excusa «perfecta» de la que se colgaron sus jefaturas no para proteger la salud dañada del docente por esa patota juvenil (como ordena toda la legislación vigente a toda jefatura y empleador en Chile) sino para seguir dañándolo puesto que estos jefes le aplicaron un «sumario» absolutamente espurio, inmundo, ilegal, viciado, insólito y ajeno a todo debido proceso y a toda decencia. Al respecto se adjuntan tres audios. Quien habla en estos audios es la autoridad máxima que direccionó ese «sumario», indagatoria o protocolo «investigativo» cuyo único acuerdo previo fue pedirle al profesor que se disculpara ante esos alumnos (lo que éste hizo) y que recibiera por parte de su autoridad una carta de amonestación; nada más que eso; pero una mano negra, invisible, en un momento de ese sumario torció y desconoció ese acuerdo previo y de esta manera fraudulenta («chacreada», como denuncia la profesora Encargada de Convivencia, misma autoridad que direcciona ese sumario)) la directora y el Inspector general logran arrojar a la callea a este vulnerado y maltratado profesor, toda vez que ya en ese momento incubaba y desarrollaba una depresión mayor; cuadro diagnosticado por la reputada y reconocida doctora psiquiatra Eugenia Escorza, Jefa actual del Área de Salud Mental de la Clínica Dávila.
Reitérese, para concluir, que esa depresión se vino incubando en este educador desde el primer día en que le hace clases presenciales este año (2021) a este grupo de alumnos; profesor que hoy está emocionalmente destrozado en la soledad de su casa a causa de ese maltrato perverso ejecutado no sólo por esos alumnos sino también por la propia directora, por el Inspector General y por los gerentes comerciales del Colegio SUBVENCIONADO Alto del Maipo (incluyendo a sostenedores), dado que lo han echado a la calle SIN UN PESO EN SUS BOLSILLOS y bajo la amenaza inmoral de que sus antecedentes profesionales intachables serán manchados, no importándoles a estos jefes que mesa depresión severa que padece este educador fue causada precisamente por esas humillaciones y malos tratos que padeció a manos de una patota mínima de un 1ro Medio de un colegio vulnerable de Isla de Maipo, cuadro que se recrudeció «gracias» a sus propias jefaturas «educativas» directas.
Cuando en el Chile del portonazo y de las encerronas es una URGENCIA educar a las próximas generaciones para que se RESPONSABILICEN de sus acciones, PARA RESPETAR A OTRO, OTRA, a todo ser humano que habita en Chile, resulta que en un colegio llamado Alto del Maipo, SU AUTORIDAD (no sus docentes) una vez más educan a sus alumnos para el irrespeto a la dignidad del otro/otra y para la más cínica e inentendible IMPUNIDAD. Ayer lo hicieron con esa admirable alumna cuyo celular le fue robado en este mismo curso (celular que nunca jamás apareció), y hoy lo hacen avalando los maltratos que este docente recibió durante todo este año 2021 por parte de ese grupo de alumnos minoritarios del 1º medio de este colegio, y no conformes con ello sus jefaturas y la gerencia comercial pisotean con saña y con dolo los derechos, la salud, la dignidad, los años de trabajo de este profesor brillante, quien defendía los derechos de sus queridos alumnas y alumnos con sus clases y que a su vez educaba para que los jóvenes se hicieran siempre responsables de sus acciones.
¡Flor de educación para que tres manzanas podridas de un gran y hermoso cajón llamado escuela, o llamado aula, o llamado Chile, sigan pisoteando a cientos de manzanas brillantes y buenas y luego de reventarlas se queden riendo y soltando un veloz escupitajo desde sus colmillos y haciendo gala de sus «admirables hazañas» en sus redes sociales!!
¡¡Flor de país!! ¡¡Nos espera un futuro esplendor con esta educación al revés!!
Escuche, para cerrar, por favor, los siguientes audios, señor director: Y QUE JUZGUEN SUS RESPETABLES LECTORES (luego de leer esta carta y oír también esos tres audios).
Saludan atentamente a usted,
Apoderadas Anónimas e Indignadas del Colegio Alto del Maipo
pp.: Sergio Andrés Sánchez