22 - noviembre - 2024

Acusan que monocultivos de industria forestal tienen responsabilidad en incendios y destrucción de agricultura campesina

“Demandamos a que Forestal Arauco y Anchile se hagan responsables por la propagación de estos incendios y que el rigor de las leyes se hagan cumplir con dureza”


La Asociación de Agricultores Prodesal Paillaco, Unión Comunal de APR y Defensa del territorio de Paillaco, en la Región de los Ríos, han señalado que desde hace años que el país tiene una deuda histórica con todas y todos los habitantes en materia de forestación, que esta arista en solo una de las tantas negligencias que los diferentes gobiernos no han sabido resolver ni entregar una seguridad ambiental adecuada.

También indican que desde la promulgación de la ley de bosques nativos por el gobierno de la expresidenta Michelle Bachellet y la posterior actualización de este en el primer gobierno del actual presidente Sebastián Piñera “nos queda claro el abandono y falta de voluntad por parte de estos gobiernos en fiscalizar a las forestales, siendo estos últimos los responsables de los mayores incendios registrados en nuestro país”, indicaron.

Es por esto que, frente a los últimos eventos incendiarios ocurridos en los sectores de la Luma, el salto, el Ñadi, el Casino, Hierbas Buenas, pertenecientes a la comuna de Paillaco, que hasta el momento han afectado a más de doscientas hectáreas de bosque nativo, territorios de agricultores y terrenos forestales, emitieron la siguiente declaración pública:

  1. Expresamos nuestra máxima preocupación por todos nuestros y nuestras agricultores (as) y campesinos (as) que hoy son afectados por estos incendios, por esta razón, aseguramos a ustedes que estaremos a su completa disposición acompañándolos y gestionando recursos para que se puedan volver a levantar y vivir dignamente del campo.
  2. Emplazamos directamente al gobierno de turno y futuro gobierno a trabajar con esta asociación para entregar soluciones rápidas en materia de forestación, ya que, los entes fiscalizadores encargados de velar por nuestra seguridad ambiental han asumido nula responsabilidad por hechos acontecidos, dejando a la deriva a nuestros pequeños agricultores y campesinos.

Además, demandamos a que Forestal Arauco y Anchile se hagan responsables por la propagación de estos incendios y que el rigor de las leyes se hagan cumplir con dureza por parte de organismos regionales, encargados de fiscalizar el ejercicio de las funciones de estas empresas extractivistas.

  • Hacemos un llamado a la municipalidad de Paillaco formar una mesa de diálogo con estas organizaciones para trabajar en un nuevo plan regulador, decreto municipal y ordenanzas en contra de las forestales que hoy se encuentran realizando plantaciones en nuestra comuna, además de solicitar a ustedes la realización de plebiscitos cada vez que una forestal nueva quiera realizar plantaciones en nuestro territorio.
  • Invitamos a los diputados (as), senadores (as) y COREs electos y en ejercicio por nuestra región a trabajar en nuevas leyes en conjunto con estas organizaciones para establecer que las plantaciones de dichas forestales en nuestra región sean lejos de las zonas habitadas, que se realicen mantención y poda a estos árboles forestales para que no afecten los tendidos eléctricos, lejos de fuentes de agua que abastezcan a campesinos y agricultores.
  • Hacemos un llamado a la comunidad a apoyar la defensa de nuestro territorio, que no es solo importante por el acceso a las aguas sino por la destrucción de la biodiversidad, el hábitat de los animales y degradación de suelos fértiles, todo esto sumado al poderío que ejercen las forestales sobre los agricultores al invadir sus territorios por intereses netamente económicos.
  •  Por último, todos los entes firmantes, Asociación de agricultores Prodesal Paillaco, Unión comunal de APR y Defensa del territorio, de este documento nos declaramos en alerta por la emisión de este, dado que, muchos de nuestros compañeros y compañeras que han decidido defender sus territorios han terminado muertos y muertas a manos de empresas extractivistas que se niegan a perder dinero a costa de la salud y vida humana.
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