21 - octubre - 2024

Algas costeras podrían ser un potente fertilizante para cultivo de hortalizas en invernaderos

Los arribazones de algas son un potencial de uso importante, llegan a la playa y están disponibles para quien las quiera utilizar, y son de un valor económico mucho menor que cualquier otro fertilizante del tipo industrial.


Chiloé, 22 de marzo de 2022. (UACH/radiodelmar)– El proyecto «Aplicación de algas como fertilizante natural en el cultivo de hortalizas en invernadero», que se realiza en Chiloé por la Universidad Austral, está demostrando que las algas podrían reemplazar el fertilizante industrial ya que han tenido buenos resulgados en cultivos de lechugas, acelgas, tomates, pepinos y betarragas

Esta investigación esta financiada por el Gobierno Regional de Los Lagos, fue dirigido por el Dr. Renato Westermeier H., reconocido investigador de larga y reconocida trayectoria en la Sede Puerto Montt de la Universidad Austral de Chile.

La iniciativa tuvo como objetivo utilizar algas de arribazones que se depositan en la playa entre mareas, las que normalmente se descomponen o son consumidas por la fauna que habita en las playas. Éstas han sido utilizadas, desde siempre, por pequeños agricultores en sembrados de hortalizas, verduras en sus huertos e incluso en siembras de papas, entre otros usos.

Así es como el proyecto FIC-UACh determinó que los arribazones en diferentes lugares de Chiloé son muy abundantes como, por ejemplo, en la costa expuesta, Faro Corona, donde en el inicio de la primavera se incrementa de 6 a 37 kg por metro cuadrado. Si se analiza el aporte mensual, se estableció un promedio de 18.5 kg por metro cuadrado, lo que implica una biomasa mensual aproximada de nueve toneladas en 500 metros cuadrados.

Las especies más abundantes de estos arribazones son dos de huiro, tres de luga y el luche verde, conocido también por los pescadores/algueros como lamilla.

En el mar interior, en cambio, las especies más abundantes son el pelillo, luche verde/lamilla y huiro. Así, en la isla Lemuy, sector de Liucura, la biomasa fluctúa entre 1.8 y 5.1 kg por metro cuadrado, con un valor promedio de 2.7 kg/metro cuadrado/mes. Ello implica una biomasa de 2.700 kg/mes en 1.000 metros cuadrados.

En otros lugares del mar interior como Achao, en la isla Quinchao, estos valores pueden llegar a 2.100 kg/mes en 1.200 metros cuadrados de playa, mientras que en Quellón Viejo, donde la especie dominante es el luche verde/lamilla, puede alcanzar 2.100kg/mes en un área de 1.000 metros cuadrados.

Estas evaluaciones se realizaron mensualmente y demuestran la potencialidad que representan para diversos usos.

Fertilizantes

Este proyecto probó diferentes especies de algas como fertilizante directo (tal como llegaban de la playa) y también en forma líquida obtenida de las diferentes especies, en invernadero. Se utilizaron por separado, mezclándolas entre ellas y comparando sus efectos con tierras control y con fertilizante industrial como el NPK.

Al respecto, el Dr. Renato Westermeier destacó que: “Los resultados son interesantes en lechugas, acelgas, tomates, pepinos y betarragas con las cuales se trabajaron. Se demuestra que los efectos son diferentes en el tiempo, mientras el fertilizante NPK es más rápido en su efecto, las algas, en cambio, su efecto es por más tiempo, la entrega de los que contienen en sus talos es más lento, demostrando en muchas de las verduras utilizadas mayores crecimientos y pesos al final de los experimentos”.

Según indicó el investigador, se acompañaron estos resultados con análisis de los suelos usados antes y después de los cultivos, como también a los productos obtenidos y a las algas investigadas.

“Con esos resultados se demostró el efecto muy positivo de las algas, en muchos casos no hay diferencias estadísticas significativas entre las algas y el fertilizante industrial utilizado al final del proyecto”.

Los arribazones de algas son un potencial de uso importante, llegan a la playa y están disponibles para quien las quiera utilizar, y son de un valor económico mucho menor que cualquier otro fertilizante del tipo industrial.

El proyecto, financiado por FIC del Gobierno Regional de Los Lagos, entregó a recolectores de orilla un total de cinco invernaderos para pescadores/recolectores/comunidades que trabajan recolectando algas, ya sea para usarlas en sus huertos o aquellas de uso industrial.

Además, se entregó un invernadero al Liceo Insular de Achao, contraparte importante de este proyecto junto a sus estudiantes; a la Escuela Básica de Yaldad en Quellón y en la Estación Experimental de la Universidad Austral de Chile en Yaldad, donde participaron estudiantes del Liceo Rayen Mapu de Quellón, en las experiencias realizadas y que fue el centro experimental de este proyecto.

Finalmente, destacó el científico de la UACh: “Esperamos que esta experiencia pueda ser traspasada a la comunidad y para ello se ha confeccionado un video y un manual que sin duda será un soporte para masificar esta actividad en lugares costeros. Los resultados de este proyecto muestran otras posibilidades de utilización de estas macro algas en actividades agrícolas que deseamos desarrollar en el futuro próximo”.

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