10 - noviembre - 2024

Los desafíos socioambientales del presidente Boric en la Patagonia

“Es dentro de este complejo momento global en que le corresponde asumir responsabilidades al nuevo Presidente Gabriel Boric y su equipo de Gobierno, un desafío de enormes riesgos, pero también de gigantescas oportunidades”


Por: Juan Carlos Viveros

Coordinador Defendamos Chiloé
28 de marzo de 2022


Que duda cabe que vivimos en un momento histórico para nuestra especie humana, con una emergencia climática y ecológica de enormes proporciones, sumado a una crisis de conciencia que nos tiene en una de las más grandes encrucijadas para este humano moderno, Homo Sapiens: ¿se puede seguir creciendo ilimitadamente en un planeta finito?

Es dentro de este complejo momento global en que le corresponde  asumir responsabilidades al nuevo Presidente Gabriel Boric y su equipo de Gobierno, un desafío de enormes riesgos, pero también de gigantescas oportunidades.

Los impactos comprobados de las actividades económicas humanas (antrópicos) dentro del modelo del capitalismo global, donde Chile es uno de los “influencers”, han llegado al exceso de tenernos al borde del colapso de los ecosistemas que sustentan la vida en el planeta, en medio de la sexta extinción masiva de especies, efectos que ya vemos en Chile y también en nuestra Ecorregión Marina Chilota: va desde la desembocadura del rio Maullin, hasta la península de Taitao en la región de Aysén.

Este maritorio austral insular y patagónico se había caracterizado durante mucho tiempo por sus enormes riquezas en recursos marinos nativos y también por ser lugar reconocido por prestigiosas organizaciones internacionales como “lugar de esperanza para la biodiversidad marina del planeta”. Ambas categorías que lamentablemente tenemos ya en “peligro crítico de extinción”, por distintas razones, entre las cuales están el modelo político/económico chileno al que llamo “capitalismo salvaje y su Estado Ausente”, que permite que cualquier actividad extractivista o explotación de recursos naturales se instale donde quiera, casi sin regulación ni fiscalización y haga prácticamente lo que se le antoje; al punto de tener casi todas las pesquerías nativas sobre-explotadas y que decir del estado de nuestros otrora prístinos fiordos y canales: hoy en la “UCI” (condición de hipoxia de las aguas y fondos marinos), producto de la excesiva instalación de la industria acuícola, principalmente salmoneras; lo que además amenaza ecosistemas que son hábitat prioritarios para grandes cetáceos como la ballena azul o el delfín chileno, endémico de estas aguas. Sumado a esto, la carencia de una estrategia de conservación efectiva que permita una mayor protección de todas las especies de cetáceos y de nuestros bosques de macroalgas, quizás el mayor ecosistema/solución basada en la naturaleza, que puede frenar la emergencia climática, siendo el mayor secuestrador de carbono del mundo.

Nuestros maritorios son uno de los más potentes estabilizadores climáticos y el Presidente Boric tiene la oportunidad histórica de dar respuestas y soluciones al escenario aquí planteado, no solo para esta ecorregión marina, sino para toda la PATAGONIA.

El nuevo gobierno tiene que resolver la dramática situación de la falta de protección mencionada y de la descontrolada expansión acuícola que ha encontrado en las áreas protegidas de Aysén y Magallanes sus nuevos horizontes, para lo cual será fundamental el proponer un “nuevo pacto socio-ambiental”: donde el sector público, sector privado y sociedad civil podamos encaminarnos de manera concreta hacia un nuevo modelo de desarrollo sostenible y a escala humana.

Estudiar la capacidad de carga de nuestros mares, frenar inmediatamente la expansión acuícola descontrolada, desarrollar investigación de nuestros ecosistemas marinos frágiles al cambio climático, avanzar en la conservación efectiva de nuestras áreas protegidas, aumentar al 10% de protección a las ecorregiones terrestres y marinas sub-representadas y elaborar una nueva política nacional acuícola de pequeña escala, nativa y sostenible, vienen a ser los principales retos. La sociedad debe comprender que esto también genera crecimiento y empleo y que la disyuntiva contaminación o empleo es falsa, se puede y se debe generar empleos sostenibles, este es el desafío del planeta y de la humanidad para el siglo XXI y la Patagonia podría ser el primer laboratorio territorial para esta nueva economía.

Dado el contexto, el slogan de ser “el primer gobierno ecologista” de nuestra historia deberá convertirse en realidad, puesto que, de lo contrario, prontamente podríamos diluirnos en “más de lo mismo”, cosa que nos dejaría adportas de nuevos estallidos sociales y de colapsos climáticos y ambientales.

¿Qué pasaría si el mismo apoyo financiero en multimillonarios subsidios dados por décadas a la industria acuícola se dieran a los desafíos aquí planteados? Otro sería el cantar y la música- y quién puede comenzar a tocar- es el presidente Gabriel Boric. Para eso fue elegido.

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